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Salud mental digital y pandemia: el cambio tecnológico que llegó para quedarse

El uso de tecnologías digitales no es algo nuevo en salud mental. Sin embargo, este tipo de intervenciones, comenzadas a principios de la década del 2000, nunca logró consolidar una transformación real en este campo. Eso hasta la llegada de la pandemia, hito que cambió a la fuerza la atención clínica, administrativa y asistencial del mundo de la salud mental. Aunque aún falta investigación sobre el impacto de este giro, especialistas y servicios en esta área ya acumulan experiencias que les permiten evaluar, replantear y trazar desafíos a futuro, en un mundo donde todo indica que lo digital no desaparecerá con el fin de la crisis sanitaria.

La psiquiatra, directora del Hospital Clínico de la U. de Chile e investigadora del Núcleo Milenio Imhay encabezó el II Encuentro de Salud Mental Digital ¿Qué aprendizajes nos deja la pandemia?, actividad que se realizó este lunes.

“La pandemia nos ha enseñado muchas cosas y también nos ha golpeado, y de eso queremos hablar hoy”, comenzó diciendo la psiquiatra y directora del Hospital Clínico de la U. de Chile (HCUCH), Graciela Rojas, quien dio inicio al II Encuentro de Salud Digital ¿Qué aprendizajes nos dejó la pandemia? La instancia, realizada gracias al Concurso U-REDES CONSOLIDACIÓN de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo de nuestro plantel, convocó a diversos especialistas en salud mental para hablar de los programas, tecnologías y plataformas digitales utilizadas durante estos casi dos años de pandemia.

En su intervención, la Dra. Rojas expuso diversos programas implementados en Chile a partir de la década del 2000, a través de los cuales se monitoreó a pacientes por vía remota, se implementó el uso de plataformas y software para prevención en salud mental o se monitoreó el uso de drogas mediante redes sociales. “Hasta ahí, éramos unos locos geniales que se nos ocurrían hacer cosas raras. Recibíamos muchas felicitaciones, pero de ahí a que estas tecnologías fueran a ser usadas masivamente por los clínicos, había una distancia enorme”, comentó la directora del HCUCH, quien remarcó el drástico giro de esta situación debido la irrupción del COVID-19.

“La pandemia fue una oportunidad para la telemedicina en general, y para la salud mental, porque fuimos los más postergados. Entonces, se masificaron las atenciones remotas en salud mental y todos los psicólogos y psiquiatras empezaron tanto en el ámbito privado como público a brindar este tipo de atenciones. En un primer momento, a como diera lugar, usando cualquier tipo de plataforma o incluso el celular o el Whatsapp. Surgieron diversas modalidades de atención, algunas de las cuales no fueron muy regladas o que no tuvieron el suficiente soporte tecnológico, pero que cumplieron con el desafío de poder entregar una atención a los pacientes que así lo requerían”, expresó la Dra. Rojas, quien destacó otros importantes avances que se dieron en este período como la implementación de recetas digitales de psicotrópicos y los seguros de salud comenzaron a dar cobertura a estas atenciones.

Pese a estos avances, la especialista advirtió: “Yo creo que no está asegurado el curso de los acontecimientos para el futuro, todavía hay una incertidumbre sobre quiénes van a seguir solicitando atención remota o qué servicios van a poder seguir brindándose de manera remota. Lo que está sucediendo actualmente es que se está imponiendo un sistema híbrido de atención”. Junto a estas dudas, también comentó sobre los desafíos que plantea la salud mental digital, como la privacidad en la atención que no siempre tienen garantizada los pacientes en sus casas, la regulación a este tipo de servicios, y el desarrollo de investigación que entregue evidencia sobre estos casi dos años de transformaciones en salud mental durante la pandemia.

Desde Londres, el psiquiatra Ricardo Araya, académico del King´s College London y director del Centre for Global Mental Health, quien ha sido asesor en salud mental de diversos grupos profesionales y de investigadores en América Latina, África y Asia, relató diversas experiencias de intervenciones en salud mental digital realizadas recientemente en Latinoamérica, incluyendo el proyecto JAPI de intervención para preescolares, una iniciativa dirigida a fortalecer habilidades cognitivas y no cognitivas a través del juego, y un programa para el tratamiento de personas con depresión que sufrían de hipertensión y diabetes en Perú y Brasil.

Los resultados mostrados por el investigador respecto a estas intervenciones eran alentadores. No obstante, fue enfático en subrayar que queda mucho por avanzar en el tema. “Existen todavía muchos problemas para la ruta digital, aún hay muchas dificultades en la falta de infraestructura y alfabetización digital en muchas partes del mundo. No hay un financiamiento que permita a las personas acceder a estas intervenciones, hay marcadas desigualdades, ya sea por ingresos, edades y niveles de educación”, comentó el Dr. Araya, quien también se refirió a la privacidad de la información y las adaptaciones culturales de las plataformas -que muchas veces son importadas-, como temas que deben ser atendidos.

Considerando lo anterior, el académico de King´s College advirtió que si bien la pandemia ha ayudado a la aceleración de la salud mental digital, el progreso se enfoca especialmente para servicios que son más simples: teleconferencias, telefonía, sitios web, eventualmente aplicaciones. “Las cosas más sofisticadas siguen siendo reservadas para los países más ricos. ¿Qué es lo que va a pasar después de la pandemia? Está todo por verse, pero yo creo que el espacio que han ganado las intervenciones digitales es un espacio que va a permanecer”, concluyó.

Atención remota a pacientes: la experiencia que dejó la pandemia

El aislamiento y la incertidumbre provocados por el contexto de pandemia tuvieron fuertes consecuencias en la vida de las personas, y particularmente en la salud de estas. Frente a este escenario, el Hospital Digital de la Subsecretaria de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud debió trazar nuevas estrategias con el fin de contener a la población. El programa Saludablemente, lanzado en junio de 2020, cumplió con esa función, convirtiéndose en una plataforma de consulta sobre diversos temas de salud mental, proveyendo de material tanto para personal de salud como para la población, y dando ayuda psicológica por vía remota.

“La llegada del programa “Saludablemente” alteró y cambió absolutamente todo lo que nosotros teníamos”, relató el psicólogo Ricardo Pinto, encargado de Proyectos Unidad Hospital Digital, respecto experiencia vivida en pandemia. Así, pasaron de contar con un equipo de seis profesionales en salud mental a 120, y las llamadas telefónicas que antes alcanzaban las 2 mil mensuales ya van en 300 mil durante este período.

La atención a través de videollamadas, que comenzó en enero de este año, significó otro desafío para el Hospital Digital. “Tuvimos que realizar muchos cambios a lo que veníamos haciendo, hemos tenido que desarrollar protocolos no solo para poder responder a la población, sino también internamente. Desarrollamos un equipo interno que nos permite ir acompañando a nuestros profesionales, realizando reuniones clínicas, revisando casos, revisando turnos, respondiendo a la prevención de suicidio, que es uno de los pilares de nuestro trabajo. Creemos que es un programa que hoy funciona bien, y esta alta demanda nos lo demuestran”, afirmó Pinto.

Otro de los puntos destacados por el psicólogo fue que este programa ha ido de la mano de una fuerte difusión a través de las autoridades, redes sociales, televisión y diarios. “Como desafío queremos implementar nuevas plataformas, estamos buscando canales de atención a la población, queremos seguir desarrollando el tema de difusión de la estrategia, queremos que la red de salud conozca lo que estamos haciendo y poder a llegar a trabajar con ellos, y -en lo posible- ampliar la oferta de este programa a la población, porque tiene algunos requisitos para acceder a la atención”, concluyó el encargado de Proyectos Unidad Hospital Digital.

Desde los prestadores privados, compartió su experiencia el psiquiatra Dante Diez de Medina, subdirector médico del Grupo Clínico y de Investigación de Psicomédica, centro que realiza atención de salud ambulatoria y opera como prestador GES. “La pandemia alteró el funcionamiento habitual de nuestras atenciones presenciales y eso nos llevó a desarrollar estrategias para que los pacientes pudieran tener continuidad de sus tratamientos”, contó el Dr. Diez de Medina, quien detalló que con el inicio de la pandemia rápidamente el centro debió implementar un módulo de teleconsulta dentro de la ficha electrónica y estandarizar estas atenciones con el equipo médico.

“Las ventajas que muestra esta modalidad de atención nos hace pensar en que llegó para quedarse. En nuestro contexto de atenciones ambulatorias en salud mental sí es posible llevar a cabo un proceso completo de atención por medio telemático, y esto abre una nueva oportunidad para dar acceso y cobertura a pacientes en lugares geográficos a los que a veces no se podía llegar. Esto impone el desafío de adoptar una mirada telemática para todos los procesos de atención: asistenciales, clínicos y administrativos. Particularmente en nosotros y en nuestra modalidad vemos la necesidad de que esto se contemple dentro de las normativas que son un poco rígidas y que se cree un estándar para que las teleatenciones puedan cumplir este criterio para nosotros y a nivel país, y así poder seguir aprovechando las ventajas que la teleatención nos permite”, expresó el especialista.

Finalmente, se abrió la discusión y las preguntas a los asistentes, espacio moderado por el psicólogo Álvaro Jiménez, quien es académico de la Universidad Diego Portales e Investigador Núcleo Milenio Imhay para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, y la Dra. Vania Martínez, académica de la Facultad de Medicina y directora de Imhay.

Fuente: Francisca Siebert, prensa UChile

Ve el video del seminario a continuación:

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Cómo detectar una conducta suicida juvenil en la era covid-19

El suicidio es la primera causa de muerte en jóvenes de entre 15 y 19 años. Más de 700 000 personas en el mundo deciden quitarse la vida cada año, lo que supone una muerte cada 40 segundos. Sobre cómo identificar ideas y conductas suicidas, nuestra investigadora colaboradora, Elizabeth Suárez, escribió para el sitio theconversation.com

«La prevención del suicidio juvenil en la era covid-19 es un tema de gran relevancia social. La adolescencia y juventud son etapas del desarrollo con alta vulnerabilidad, debido a los desafíos que conlleva este período y a sus propias características y demandas, limitadas por las medidas tomadas para el control del virus», indica la investigadora colaboradora de Imhay, Dra. Elizabeth Suárez.

Este fenómeno no se reduce únicamente a la tasa de defunciones, a la muerte por suicidio, sino también a las ideas y conductas suicidas previas, lo que puede significar que desconozcamos la dimensión real del problema.

Así lo constató un estudio realizado en 11 países europeos. Sus resultados muestran una prevalencia de la ideación suicida en adolescentes del 32,3 %, siendo la de intentos de un 4,2 %.

Factores de riesgo para el suicidio en la crisis por covid-19

La situación generada por la pandemia ha supuesto una amenaza para la salud mental de las personas. Especialmente para los más jóvenes.

La probabilidad de que una persona pueda presentar una conducta suicida durante su juventud no depende de un único factor que explique tal fenómeno. Depende de la interacción de muchos ellos, según el consenso de los investigadores.

Destacan la enfermedad mental, como la depresión, o ciertos factores psicológicos, como la angustia, la desesperanza o la impulsividad. La exposición a eventos adversos a lo largo de la vida también podría aumentar la posibilidad de conducta suicida.

Dada la situación de crisis generada por la pandemia por covid-19, todos estos factores son críticos. No solo por el estrés y las tensiones que pueden generar, también por la vulnerabilidad psicológica en la que nos encontramos actualmente.

Estudios recientes estiman que las tasas de suicidio pueden incrementarse debido a los factores de riesgo asociados a la crisis de la covid-19.

Entre ellos, motivos económicos, por el miedo e inestabilidad que generan; y de aislamiento social, relacionados con la ideación y conducta suicida y que dificultan el acceso a personas de apoyo.

También las dificultades para acceder a servicios de salud mental, que servirían de soporte a los jóvenes, las preocupaciones relativas a la evolución de enfermedades preexistentes o al desarrollo de nuevas patologías o el contexto ansiógeno promovido por las noticias y los cambios estacionales.

En abril de 2021 se publicó un estudio con 37 casos de suicidio ocurridos durante la pandemia. Más de la mitad de los fallecidos fueron adolescentes hombres de unos 16,6 años de media. Las motivaciones principales estuvieron vinculadas al malestar psicológico (depresión y sentimientos de soledad), la educación en línea y la angustia académica, además de la adicción a redes sociales como TikTok y el miedo al contagio.

También se ha detectado un aumento en las búsquedas realizadas en internet relacionadas con problemas de salud mental o referentes a líneas de ayuda vinculadas a los factores de riesgo de suicidio.

En contraste, otros autores han encontrado una disminución en la incidencia de la conducta suicida en jóvenes desde el inicio de la pandemia. Esto podría estar vinculado a factores protectores, como la resiliencia.

El porqué es que, en ocasiones altamente estresantes como la generada por el SARS-CoV-2, las personas acuden al apoyo mutuo para salir adelante. Este soporte podría ser considerado preventivo en relación a la intención de suicidio.

Señales de alarma

Las señales de alarma  son acciones o comportamientos que nos alertan sobre la posibilidad de que una persona esté en riesgo de suicidio.

Entre los indicios más directos, que los jóvenes hablen o escriban sobre sus deseos de morir, se hieran de manera persistente o se sientan una carga para los demás. En su discurso, además, se atisba una pérdida de sentido de la vida, de desesperanza.

Otra señal de advertencia son los actos de despedida: que la persona envíe cartas o mensajes por redes sociales o se desprenda de objetos y pertenencias valiosas para él o ella. También los cambios de hábitos de vida personal o de la higiene, alejarse de amigos y familia o el consumo de alcohol o drogas.

La prevención del suicidio juvenil en la era covid-19 es un tema de gran relevancia social. La adolescencia y juventud son etapas del desarrollo con alta vulnerabilidad, debido a los desafíos que conlleva este período y a sus propias características y demandas, limitadas por las medidas tomadas para el control del virus.

Se necesitan estudios sobre cómo se pueden mitigar las consecuencias para la salud mental durante y después de la pandemia en los más jóvenes.

Para ayudar y mejorar la salud emocional de quienes atraviesan situaciones de este tipo existen servicios sanitarios, de urgencias y recursos comunitarios.

Si necesitas ayuda psicológica, puedes llamar al Fono Salud Responde: 600 360 7777

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Participa en el II Encuentro de Salud Mental Digital

Las condiciones de pandemia por COVID-19 y las medidas de distanciamiento físico para reducir la circulación del virus obligó a muchos servicios y profesionales de la salud mental a implementar intervenciones remotas apoyadas en internet o contacto telefónico. En este contexto, el Hospital Clínico Universidad de Chile, la Facultad de Medicina y el Núcleo Milenio Imhay, entre otras instituciones organizan este evento con el fin de conocer cuáles son los desafíos y aprendizajes que nos ha dejado la pandemia en materia de atención en salud mental.

En el contexto pre-pandémico las tecnologías digitales habían demostrado ser herramientas eficaces para la implementación de intervenciones preventivas y de tratamiento en salud mental, contribuyendo a reducir las brechas de atención en zonas con acceso limitado a recursos sanitarios.

Hoy el uso de estas tecnologías se ha masificado y acelerado. De hecho, en junio de 2020, el Ministerio de Salud de Chile comenzó a implementar el programa “Saludable-mente”, una plataforma online destinada a entregar apoyo psicosocial a personas con problemas de salud mental.

A partir de la experiencia de trabajo de diversos actores en salud mental, el “II Encuentro de Salud Mental Digital” abordará los aprendizajes que nos deja la pandemia en esta área y abrirá una discusión sobre el presente y futuro de la salud mental digital.

Datos de la actividad:

Fecha: Lunes 29 de noviembre de 2021.
Horario: de 10.00 a 12:00 hrs.
Lugar: Online, vía zoom
Inscripciones: AQUÍ
Programa: AQUÍ

 

Actividad gratuita

previa inscripción 

INVITADO INTERNACIONAL

Ricardo Araya investigador Imhay

DR. RICARDO ARAYA BALTRA
Académico del King´s College London
Director del Centre for Globlal Mental Health
Asesor científico de diversos grupos de investigación de salud mental en América Latina, África y Asia.
Investigador Senior de Imhay.

INVITADOS/AS NACIONALES

DRA. GRACIELA ROJAS
Directora General Hospital Clínico
Universidad de Chile

PS. RICARDO PINTO
Encargado de Proyectos Unidad Hospital Digital
Ministerio de Salud

PS. NATALIA ROMERO
Supervisora del programa SaludableMente
Ministerio de Salud

DR. DANTE DIEZ DE MEDINA
Subdirector médico del grupo clínico y de investigación
Psicomédica

DRA. VANIA MARTÍNEZ
Académica UChile
Directora Núcleo Milenio Imhay

DR. ÁLVARO JIMÉNEZ
Académico UDP
Investigador Núcleo Milenio Imhay

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Los aprendizajes inconclusos que dejó la pandemia

A pesar de la difícil prueba que ha significado para las familias el estrés provocado por la pandemia, esta situación nos hace preguntarnos si podemos readaptar nuestros roles de padres, madres y tutores para los próximos años.

Este 2021 Maite Mariqueo se prepara para ir al colegio. Primero toma desayuno, se baña, se viste y peina para entrar a clases, y una vez sentada, al otro lado de la pantalla, aparecen sus compañeras y compañeros para empezar la clase de modulación vocal. Cada niño respetará el turno del otro apagando el micrófono para empezar las clases virtuales.

Todo esto parece normal para un adulto, pero con Maite todo es diferente porque apenas tiene cuatro años y ya debe conectarse a Zoom para ir a clases.

La casa es el nuevo colegio

Ya pasaron 18 meses desde los primeros casos confirmados de coronavirus en el país y poco a poco la normalidad vuelve a los hogares, después del cierre temporal de los colegios. Aunque esto en apariencia, pues un estudio encargado por el Ministerio de Educación y el Banco Mundial reveló que en el primer año de pandemia los alumnos de menores ingresos del quintil 1 podrían perder un 95 por ciento de sus aprendizajes, mientras que aquellos de mayores recursos (quintil 5) podrían perder un 64 por ciento.

Según Gabriel Vilche, psicólogo particular del equipo “Tú clínica”, en estos casi dos años de pandemia, ha atendido casos de mujeres que han manifestado un fuerte grado de estrés por estar ejerciendo un doble rol de profesora.

Por su lado explica que “nadie pensó que tenían que preocuparse de las tareas de los hijos. Preocuparse de las conexiones de Internet para que entren a clases fue otro factor de estrés. Muchas consultas me han llegado de madres que no pueden comprender cómo sus hijos no quieren conectarse a las clases. Uno no se pone en el lugar de los niños”.

Para la mamá de Maite, Daniela Ortega, la pandemia retrasó en parte la interacción de poder jugar, compartir y desarrollar la personalidad de su hija, pues nota que a Maite le cuesta relacionarse con otros niños. “Ella habla de adentro con miedo”, ya que apenas ha retomado sus clases presenciales hace dos meses.

“En 2020 entró a una escuela de lenguaje y alcanzó a ir un mes hasta que partió la pandemia. Era su primera vez interactuando con los niños. Era importante que ella empezará a desenvolverse porque es hija única. Yo tuve que ser su profesora por así decirlo y tenía sus clases online. El año pasado tuvo que hacer todos sus trabajos por WhatsApp”, agrega a través de una videollamada.

Sin embargo, señala que desde que empezó a ir de forma presencial, Maite anda más contenta dado que demuestra más ganas para aprender.

Un riesgo persistente

Con respecto a la población en general, la pandemia ha desnudado que los síntomas de depresión han aumentado a causa de la mayor precariedad económica.

Según el estudio Termómetro de la Salud hecho por la Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad arrojó que 28.7 por ciento de las personas ha tenido síntomas de depresión. Al mismo tiempo, en cada hogar, hay cuidadores o padres solteros que deben lidiar con problemas económicos. No obstante, medidas como el Ingreso Familiar de Emergencia han podido ayudar a la economía de las familias.

Según Vania Martínez, quien es médica y directora del Núcleo Milenio Imhay, el diagnóstico es bastante claro, “Es mucho mayor el impacto que tiene la pandemia en la población más vulnerable porque tienen menor acceso a recursos económicos”, puntualiza. “De todo el presupuesto que tiene el Ministerio de Salud es menos del 2,5 por ciento para la salud mental. Sin embargo, nosotros sabemos que gran parte de lo que la gente se enferma son problemas de salud mental. Entonces un 2,5 por ciento es muy bajo. La Organización Mundial de la Salud recomienda un 6 por ciento”, explica Martínez.

Es decir, si no se toman medidas a tiempo para disminuir los “estresores” que causa la incertidumbre económica —como la pérdida de empleo — podría subir drásticamente los casos de suicidios pese a que se han mantenido bajos en 2020, esto podría significar una escalada en medio de los hogares que perciben menos de $500 mil. Martínez expresa que las políticas públicas pueden jugar un rol importante, puesto que “una política de deporte también puede influir en una mejor salud mental, al igual que una política cultural, etc. No tiene que ver con poner más psicólogos ni psiquiatras, sino que debemos preguntarnos cómo hacer que nuestra vida diaria sea más saludable”.

La luz al final del túnel

A pesar de todo lo ocurrido en estos casi dos años de pandemia, Vilche reflexiona que en estos tiempos de covid, la adversidad ha sacado lo mejor del ser humano. “Tenemos mucha segregación en este país… pero pese a este panorama, a muchas parejas y familias la pandemia los fortaleció más, hubo más calidad de vida”, afirma con mucho optimismo.

Fuente: Francisco Zúñiga, duplos.cl

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Entrevista a directora de Imhay en programa «Miss Virus & Mister Covid»: ¿La crisis nos hizo crecer en pandemia?

A continuación podrás ver la entrevista realizada a la directora de Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dra. Vania Martínez, quien conversó sobre distintos temas de salud mental y respondió a la pregunta central del programa «Miss Virus & Mister Covid»: ¿La crisis nos hizo crecer en pandemia?

Revisa el video 👇

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Columna de Ricardo Araya, investigador de Imhay: Un test de salud mental para los candidatos a Presidente

Ante las inminentes elecciones, los votantes podrían estar interesados en saber que piensan los candidatos sobre la salud mental, un tema del que se habla mucho hoy, pero en el que se avanza muy lentamente. 

He aquí la selección de preguntas a los presidenciables realizadas por el Dr. Ricardo Araya, psiquiatra de amplia trayectoria nacional e internacional, académico del King´s College London e investigador senior de Imhay.

Sra/Sr postulante a la presidencia de Chile:

Les escribe un chileno que ha trabajado 35 años investigando la salud mental y desarrollando exitosas intervenciones efectivas y de bajo costo para prevenir y tratar los trastornos mentales en Chile y en diferentes partes del mundo. Ante las inminentes elecciones, los votantes podrían estar interesados en saber que piensan los candidatos sobre la salud mental, un tema del que se habla mucho hoy, pero en el que se avanza muy lentamente.

He aquí mi selección de nueve preguntas para nuestro próximo gobernante.

Uno: No se si Ud. lo sabe, pero en Chile aproximadamente un 2% del presupuesto de salud va para salud mental. Este porcentaje no es diferente a lo que destinan otros países mas pobres en la región, como Honduras o Guatemala. Chile es un país de  altos ingresos según el Banco Mundial, dichos países invierten mas de cinco veces mas en salud mental. Lo que hace aun mas odioso este 2%, es que los trastornos mentales (TM) en Chile representan aproximadamente un 20% de toda la carga de enfermedad. Es decir, el problema es diez veces mas grande que lo que invertimos. ¿Me gustaría saber que porcentaje del presupuesto de salud le asignaría a la salud mental?

Dos: ¿Sabía Ud. que en Chile solo hay 53 psiquiatras que atienden por FONASA? La realidad es que la mayoría de los psiquiatras no atienden en el sector publico, pero mucho se puede hacer entrenando a otro personal de salud para que ayuden a las personas con TM, tal como lo hemos demostrado en muchos otros países del mundo. Por ejemplo, en Zimbabwe, tenemos un ejercito de ‘abuelas’ que hacen la primera atención de salud mental con resultados excelentes ¿Le parece que algo debiera hacerse para hacer mas atractiva la atención psiquiátrica para los prestadores en el sector publico? ¿O que debiéramos ser mas innovadores promoviendo otras alternativas factibles ante la falta de psiquiatras?

Tres: ¿Sabía Ud. que la ley chilena se refiere a las personas con TM como ‘dementes’? Denominaciones de esta naturaleza además de ser obsoletas, solo contribuyen a generar mas estigma. ¿Cree Ud. que debiéramos cambiar esta denominación además de revisar todo el lenguaje usado en la legislación chilena para hacerlo mas consistente con el conocimiento actual y menos estigmatizante?

Cuatro: ¿Sabía Ud. que los servicios para niños y adolescentes prácticamente no existen en el sector publico? La mayoría de los TM empiezan en la adolescencia y el retardar la ayuda solo contribuye a generar problemas crónicos que persisten en muchos casos de por vida. ¿Cree Ud. que esto requiere de un énfasis prioritario? ¿dónde pondría sus fichas?

Cinco: Aún hay mucha gente que cree que las personas con trastornos mentales severos son peligrosas. Esto llevo a que hace muchos atrás a que las personas con TM fueran ‘encerradas’ en asilos. ¿Sabía Ud. que las personas con TM son mas frecuentemente victimas que causantes de actos de violencia? ¿Le sorprendería saber que las estadísticas muestran que las personas con TM no son mas peligrosas que las personas supuestamente ‘normales’ y que en un 95% de los homicidios los cometen personas sin TM?

Seis: Ahora bien, vamos a lo personal. Hace poco uno de Uds., fue duramente interpelado porque había admitido públicamente que sufrió de un trastorno mental. ¿Ha sufrido Ud. de algún trastorno mental en algún momento de su vida? Le ayudo a clarificar esta pregunta: ¿ha visto a psiquiatra o psicólogo por algún problema suyo? ¿Ha tomado algún medicamento como tranquilizante o antidepresivo? No se preocupe mucho de revelar algo nuevo porque aproximadamente un tercio de los chilenos ha sufrido y reportado un TM pero la mayoría nunca ha tenido la oportunidad de ver un especialista o el dinero para comprar un medicamento. Entendemos que esto puede ser un tema privado, pero si le preguntáramos si sufre de hipertensión, ¿estaría Ud. mas llano a darnos una respuesta? Anímese y dígalo porque puede ser liberador además de honesto.

Siete: Mucha gente piensa que los trastornos mentales no tienen ni cura ni tratamiento. Claro que hay diferentes TM (depresiónesquizofrenia) como también hay diferentes enfermedades físicas (cáncer, hipertensión). Así que para hacérselo mas fácil le pregunto ¿cree Ud. que hay tratamientos efectivos para la depresión o los trastornos obsesivo-compulsivos?

Ocho: Mucha gente cree que las personas con TM no son tan productivas o requieren muchas licencias o no pueden asumir cargos con responsabilidades o no podrán soportar el estrés del trabajo. ¿Cree Ud. que estas actitudes constituyen signos de discriminación para con los que sufren TM? Y ya que estamos en esto, ¿cree Ud. que los empleadores chilenos en general dan apoyo a las personas para que no se enfermen de los nervios?

Nueve: Por ultimo, vamos a temas aun mas controvertidos. ¿Ha fumado marihuana alguna vez en su vida? ¿Cree Ud. que habría que legalizar el consumo de marihuana en Chile?

Lee la columna de opinión publicada en The Clinic

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Investigador Imhay, Dr. Pablo Gaspar, es elegido Vicepresidente para Latinoamérica de la Sociedad de Intervención Temprana en Salud Mental

Nuestro investigador principal y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dr. Pablo Gaspar, liderará en América Latina la Sociedad de Intervención Temprana en Salud Mental (IEPA, por sus siglas en inglés), importante red internacional integrada por profesionales, académicos e investigadores que trabajan en el estudio y tratamiento de las primeras fases de los trastornos de salud mental que abarca un enfoque transdiagnóstico.

La Sociedad de Intervención Temprana en Salud Mental es una red internacional integrada por profesionales, académicos e investigadores que trabajan en el estudio y tratamiento de las primeras fases de los trastornos de salud mental que abarca un enfoque transdiagnóstico

Con sus orígenes en la intervención temprana en psicosis, IEPA (Early Intervention in Mental Health) tiene como objetivo mejorar la conciencia de las fases tempranas de los trastornos de salud mental en general, sus causas, la prevención y el proceso de recuperación. Su misión es proporcionar una red para la comunicación y colaboración internacional.

A lo largo de su existencia, IEPA ha permitido iniciar un cambio en la salud mental de muchos jóvenes y adolescentes en diversas partes del mundo. Ésta es la primera vez que IEPA elige un representante para América Latina y a través de una votación electrónica en la que participaron sus miembros, el Dr. Pablo Gaspar ganó la elección, convirtiéndose en el primer vicepresidente de esta organización internacional para nuestra región.

Sobre su designación internacional, el académico e investigador señala que “esta vicepresidencia representa una gran oportunidad para que podamos compartir nuestros valores y riqueza sociocultural de nuestra región y también tener una voz que permita visibilizar nuestros desafíos en la salud mental en el contexto mundial”.

A lo largo de su carrera profesional, el Dr. Pablo Gaspar ha enfocado su trabajo de investigación en la prevención e intervención temprana de enfermedades psiquiátricas severas, incluyendo la psicosis. Durante ese tiempo, ha sido testigo de las desigualdades y estigmatización que sufren muchos adolescentes y jóvenes para acceder a los servicios de sistema de salud desde zonas rurales, indígenas y áreas empobrecidas en Chile.

Es por ello que, en este contexto, junto a un grupo de colegas, en el año 2015, fundó el primer programa de detección precoz e intervención temprana con el objetivo de otorgar cuidado especializado e integral a personas con estados mentales de riesgo (EMAR). “Desde el 2019, tomamos el enorme desafío de crear la red chilena de estados mentales de riesgo (Red-EMAR), en la cual, he tenido el honor de ser su primer presidente. Con esta red, hemos podido establecer redes de colaboración desde Arica a Chiloé y desde la academia a la atención pública”, comenta el nuevo vicepresidente de IEPA para Latinoamérica.

Actualmente, comenta el Dr. Gaspar, junto al apoyo de profesionales de la salud mental infanto-juvenil se encuentran empujando innovadores proyectos para que nuestro país incorpore nuevas tecnologías a la discusión de casos clínicos complejos, educación continua a profesionales y psicoeducación para personas con determinantes sociales de riesgo de estas enfermedades.

Por ello, según comenta: “Tener una voz desde Chile para Latinoamérica es un gran impulso para visibilizar nuestras actividades y desafíos. Espero que podamos trabajar en conjunto todos quienes estamos comprometidos en mejorar la salud mental de nuestros adolescentes y jóvenes”.

Dr. Pablo Gaspar

Es médico psiquiatra de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Obtuvo su Doctorado en Ciencias Médicas en la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica. Es académico de la Facultad de Medicina y jefe de la Unidad de Psicosis en la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Chile. Además es investigador del Núcleo Milenio Imhay, del Instituto de Neurociencia Biomédica (BNI) y director del Laboratorio de Psiquiatría Traslacional y Psicopatología de la Clínica Psiquiátrica UChile.

Sus áreas de investigación son: neurociencias cognitivas, enfermedades severas como esquizofrenia y otras psicosis, biomarcadores, neuroimágenes y disfunciones cognitivas y sensoriales en esquizofrenia.

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Entrevista a directora de Imhay: «La adolescencia tiene como etapa ir separándose de los padres y eso se ha visto afectado con la pandemia»

En el programa de radio «El Mostrador en la clave», la académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y directora de Imhay, Dra. Vania Martínez se refirió a las afecciones a la salud mental en niñas, niños y adolescentes producto de la pandemia.

«El hecho de que empiecen a retornar a los colegios puede ser un factor protector» en cuanto a salud mental de menores, Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente.

Y agregó que «gran parte de ellos (adolescentes) han dicho que se ha afectado su estado de ánimo con la pandemia. 3 de cada 4 de ellos».

Ve la entrevista completa en el siguiente link:

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Imhay participa en la redacción de documento que otorga propuestas desde las Cs. Sociales, Humanidades y Artes respecto a la situación de Chile en el contexto de la pandemia de COVID-19.

El documento es fruto del trabajo entre diversos investigadores, entre ellos, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, y centros de investigación de áreas de las Ciencias Sociales, Humanidades y Artes. Su objetivo es entregar recomendaciones para tomadoras y tomadores de decisión en el contexto socio-sanitario actual, derivado de la pandemia del Covid-19.

Las recomendaciones ofrecidas por el documento «Aporte de las Ciencias Sociales, Humanidades y Artes en el contexto socio-sanitario actual de Chile» están organizadas en cinco dimensiones: estado y sociedad, medios y tecnología, salud mental, prácticas culturales y territorio, cultura y subjetividades. Asimismo, el documento distingue entre recomendaciones de corto, mediano y largo plazo. Los/as autores/as esperan que estas recomendaciones contribuyan a las políticas públicas en materia social y cultural, no solo en el actual contexto de pandemia, sino también en un futuro de mediano y largo plazo.

Los momentos principales del proceso de redacción fueron los siguientes: En primer lugar, entre fines del 2020 e inicios del 2021, el comité redactor elaboró una versión inicial del documento “Resumen para tomadoras y tomadores de decisión”. En segundo lugar, a fines de enero de 2021, dicha versión fue enviada a presidentas y presidentes de sociedades científicas y asociaciones de investigadoras e investigadores de Chile correspondientes a las áreas de Ciencias Sociales, Artes y Humanidades, así como también a directoras y directores de centros y otras unidades de investigación en dichas áreas. Se envió el documento con la solicitud de socializarlo en las respectivas entidades y recoger observaciones, comentarios y nuevas recomendaciones que complementaran las ya existentes. Asimismo, el comité redactor mantuvo contacto con expertas y expertos en las áreas mencionadas, a fin de recoger opiniones fundadas que enriqueciesen el documento. En tercer lugar, una vez recogidos los aportes, se procedió a la redacción definitiva del documento, entre abril y junio del 2021.

Las recomendaciones ofrecidas en el presente documento están organizadas en cinco dimensiones: estado y sociedad, medios y tecnología, salud mental, prácticas culturales y territorio, cultura y subjetividades. Asimismo, el documento distingue entre recomendaciones de corto, mediano y largo plazo. Al presentar las recomendaciones para cada dimensión, se expone, a modo de introducción, una breve descripción del contexto. Cada una de las recomendaciones indicadas en el cuerpo del documento está detallada en la ficha correspondiente, al final del documento.

Descarga el documento AQUÍ

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Dra. Vania Martínez sobre el acceso a salud mental en Chile: “Tenemos una brecha importante”

En conversación con CNN Chile, la especialista manifestó que el gasto en salud mental en el país es aproximadamente un 2,4% del presupuesto total de salud, muy por debajo del 6% recomendado por la OMS. «No existe en la práctica la posibilidad de que toda la gente que tiene estos problemas reciba una cobertura adecuada”, indicó la directora de Imhay.

Hace algunos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentó el nuevo Atlas de Salud Mental, documento que dejó en evidencia un “decepcionante panorama de fracaso mundial” respecto a la atención de padecimientos como la depresión o la ansiedad.

La Dra. Vania Martínez explicó que, en Chile, las Garantías Explícitas en Salud (GES) cubren cuatro patologías de salud mental: la depresión y el trastorno bipolar en mayores de 15 años, y la esquizofrenia y los problemas de consumo de alcohol y drogas en menores de 20 años.

“Esos son temas bastante prevalentes, aunque estaríamos en deuda también con los trastornos de ansiedad (…). Sin embargo, aun así, no existe en la práctica la posibilidad de que toda la gente que tiene estos problemas de salud reciba una cobertura adecuada”, reconoció en entrevista con CNN Chile.

La directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes Imhay sostuvo que la pandemia complejizó aún más el acceso a prestaciones de salud. “Muchos profesionales han destinado horas de atención a otras labores (…) y también hemos visto un aumento de la demanda”.

En Chile, el gasto en salud mental es aproximadamente un 2,4% del presupuesto total de salud, muy por debajo del 6% recomendado por la OMS, afirmó Martínez. “Todavía tenemos una brecha importante que esperamos (…) poder visibilizar para que se pueda ir aumentando (el financiamiento)”.

Los más afectados durante la pandemia

Una encuesta realizada por Imhay junto a diferentes universidades reveló los efectos de la pandemia en los adolescentes. “Los resultados preliminares nos muestran que tres de cada cuatro jóvenes nos comentan que su salud mental se ha visto afectada”, detalló la Dra. Martínez.

Cerca de un 25% de las mujeres y un 15% de los hombres tienen depresión y trastornos de ansiedad (…) En el caso de los problemas de consumo perjudicial de alcohol y drogas, son los hombres los que tienen más problemas con alrededor de un 8% en comparación al 5% de las mujeres”.

Ve la entrevista en el siguiente link: