Esta fundación dedicada a promover el bienestar de niños, niñas y adolescentes que sufren bullying y comportamiento suicida, debido a discriminación basada en orientación sexual, identidad y expresión de género, reconoció por octavo año consecutivo a los colaboradores que han aportado en su misión, dentro de ellos, a la psiquiatra infantil y del adolescente, quien fue galardonada en la categoría Academia.
Todo Mejora reconoció por octavo año consecutivo a los colaboradores que han aportado en su misión.
En los Premios Todo Mejora 2020, celebrado este año de manera online, la directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), Vania Martínez, fue reconocida por su constante colaboración en la formación del voluntariado de Hora Segura, y por su disponibilidad permanente a aportar en el mejoramiento de la labor de Todo Mejora, representando un ejemplo del tipo de alianza que se espera entre la sociedad civil y la academia.
En particular, la directora de Imhay, ha capacitado al equipo de voluntarios que trabajan en los canales de apoyo de la fundación, entregando herramientas basadas en la evidencia científica para la detección oportuna y abordaje inicial del riesgo suicida en jóvenes. Además, destaca el reciente trabajo interdisciplinario realizado en conjunto entre el Núcleo Milenio Imhay, el Instituto de la Comunicación e Imagen y Todo Mejora en la puesta en marcha de la campaña comunicacional #VamosJuntxs, destinada a prevenir el suicidio en jóvenes.
Esta iniciativa, que tuvo un alcance de más de un millón de personas, entregó orientaciones para identificar cuándo solicitar ayuda profesional y difundió recomendaciones para promover el bienestar emocional en el actual contexto de pandemia, dejando en evidencia que la unión de la sociedad civil, la investigación científica y la academia pueden abrir nuevos espacios de conversación, generando una alianza virtuosa para impulsar campañas que aporten a la salud mental de la población.
El Núcleo Milenio Imhay, el Instituto de la Comunicación e Imagen y Todo Mejora desarrollaron la campaña comunicacional #VamosJuntxs.
“Contribuir a un mejor bienestar de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que viven violencias de distinto tipo por su orientación sexual, identidad o expresión de género es una tarea en la que todos podemos jugar un rol. Por ello, agradezco enormemente el Premio en la categoría Academia que me ha otorgado Todo Mejora, lo recibo con orgullo y satisfacción por el reconocimiento al trabajo que hacemos día a día desde el Núcleo Milenio Imhay”, indicó la Dra. Vania Martínez tras recibir el premio.
Por su parte, Rocío Faúndez, directora social de la fundación Todo Mejora, destacó la unión y al trabajo intersectorial, lo que ha permitido amplificar los mensajes de esperanza para toda la infancia y juventud que sufre por discriminación y mal trato basado en su Orientación Sexual Identidad y Expresión de Género (OSIEG). “En estos momentos, en que voces anti derechos tratan de imponer sus dañinas ideas, es vital que nos mostremos, que seamos visibles, que conversemos, pues de esa manera podemos empoderar a la juventud, a quienes están permanentemente expuestos a mensajes de odio, que viven con familias que les rechazan, para quienes no cuentan con una red de apoyo presencial o no se atreven a pedir ayuda”, indicó.
Finalmente, la Dra. Martínez aprovechó el espacio para enviar un mensaje sobre la importancia de solicitar ayuda en materia de salud mental. “No quiero dejar de pasar la oportunidad para enviar un mensaje a adolescentes y jóvenes LGBTIQ+ que hoy están pasando por momentos difíciles, que están viviendo situaciones de discriminación o violencia, que se sienten en soledad. Pidan ayuda, hay gente preparada y dispuesta a acompañarles. VamosJuntxs a salir de esta”, finalizó la académica galardonada.
Si quieres conocer más sobre la campaña de prevención del suicidio en jóvenes #VamosJuntxs, visita: www.imhay.org.
Video de la premiación:
El evento se realizará el miércoles 25 de noviembre, entre las 09:30 y las 12:30 horas vía Zoom.
La Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID; la Embajada de Finlandia y la Academia de Finlandia AKA, invitan a usted al Seminario Internacional “Finlandia y Chile: Colaboración Chile Finlandia en Ciencias de la Educación: resultados de una colaboración exitosa”.
Este encuentro se realiza en el marco de la cooperación internacional ANID Chile-AKA Finlandia, y busca compartir los resultados de una larga colaboración en investigación conjunta en el ámbito de la educación.
El evento se realizará el miércoles 25 de noviembre, entre las 09:30 y las 12:30 horas vía Zoom, en el siguiente link: https://bit.ly/chilefinlandia
09.30 | Presentación del programa: Catalina Palma |
09.40 | Saludos de Directora Nacional de ANID Sra. Aisén Etcheverry (por confirmar) |
10:00 | Saludos de Embajadora de Finlandia en Chile, Sra. Eija Rotinen (por confirmar) |
10:10 | Ms. Emilia Ahvenjärvi, Counsellor, Education and Science Team Finland Knowledge |
10:15 | Presentación de los proyectos: I Roberto Araya, CIAE Universidad de Chile / Dr. Raija Hämäläinen, PhD. Joni Lämsä, Jyväskylän University II Mario Quintanilla/ Dr. Norbert Erdmann, y Mirjamaija Mikkilä-Erdmann, University of Turku III Beatrice Avalos/ Dr. Jari M. J. Lavonen, Universidad de Helsinki IV Jorge Gaete/ Dra. Christina Salmivalli, Universidad of Turku |
11:35 | Preguntas /comentarios de los asistentes |
12:00 | Conclusiones y perspectivas de la cooperación internacional en C&T+I en el área de Educación: Dr. Risto Vilkko, Programme Manager, AKA; Patricia Muñoz, Subdirectora REC de ANID |
12:30 | Palabras de cierre |
Fuente: Comunicaciones ANID
Fabián Duarte y Antonia Riveros, investigadores del Núcleo Milenio en Desarrollo Social (Desoc); y Álvaro Jiménez, investigador del Desoc e Imhay, comentan en el diario La Tercera, los últimos resultados de la encuesta Termómetro Social en materia de salud mental. De acuerdo a los autores, los datos del sondeo sugieren la necesidad de reforzar programas preventivos y de tratamiento en salud mental y enfatizar políticas sociales asociadas a las condiciones de vida de las personas. Sobre todo, estos resultados refuerzan la idea de focalizar esfuerzos en las mujeres.
Entre mayo y junio un 22% de los participantes (30,5% mujeres, 13,4% hombres) presentó síntomas ansiosos y depresivos moderados a severos; la cifra subió a 25% (33,3% mujeres, 16,1% hombres) entre septiembre y octubre.
Mientras las consecuencias sociales y económicas de la pandemia se profundizan, crece la preocupación por sus efectos en el bienestar y salud mental de la población. Estrés, ansiedad y tristeza son reacciones normales en un contexto de alta incertidumbre, más aún si también se ven afectados la salud, trabajo, ingresos, educación, movilidad, etc. En un escenario de probable aumento de la pobreza y exacerbación de las desigualdades es esperable que aumente la prevalencia de problemas de salud mental.
El Núcleo Milenio en Desarrollo Social y el Centro de Microdatos (Universidad de Chile), monitoreamos el estado de la salud mental de chilenas y chilenos mayores de 18 años a través de la encuesta Termómetro Social. Los resultados de mayo-junio evidenciaron que el Covid-19 representaba una amenaza para la economía doméstica (inseguridad laboral, probabilidad de reducción de ingresos y endeudamiento) y esa vulnerabilidad e incertidumbre económica demostró estar asociada con mayores niveles de síntomas ansiosos y depresivos en las personas. En septiembre-octubre, cuando un 77% de los encuestados llevaba más de cuatro meses confinado, predominaban la tristeza, preocupación y rabia.
¿Quiénes, por qué y cómo han visto más afectada su salud mental? ¿Cómo prevenir, mitigar o tratar esos problemas? Ser mujer y estar frente a la posibilidad de reducir sus ingresos se asocia a síntomas ansiosos y depresivos moderados a severos. La sensación de soledad y aislamiento, vivir en zonas más afectadas por la pandemia y cuarentena y antecedentes de problemas de salud mental, se relacionan con mayor malestar psicológico. Los datos también revelan un aumento de otros malestares psicológicos, como la dificultad para dormir.
En términos generales, entre mayo y junio un 22% de los participantes (30,5% mujeres, 13,4% hombres) presentó síntomas ansiosos y depresivos moderados a severos; la cifra subió a 25% (33,3% mujeres, 16,1% hombres) entre septiembre y octubre. Estos datos sugieren la necesidad de reforzar programas preventivos y de tratamiento en salud mental y enfatizar políticas sociales asociadas a las condiciones de vida de las personas. Sobre todo, estos resultados refuerzan la idea de focalizar esfuerzos en las mujeres.
El acceso a servicios de salud mental es limitado, la pandemia y el confinamiento solo han agravado este hecho. Se requieren mayores esfuerzos para proteger la salud mental, garantizar el acceso a apoyo psicosocial y mayor cobertura de tratamientos en el sistema público y privado de salud. En este contexto, Internet y las tecnologías digitales pueden ser herramientas útiles para prevenir y proporcionar tratamiento en pandemia. Esto, junto a medidas estructurales: apoyo gubernamental para proteger el empleo, redes de seguridad ante la pérdida de ingresos y programas para evitar el sobreendeudamiento.
Las consecuencias sociales y económicas de la pandemia parecen inevitables, pero aún hay tiempo para reducir la profundidad de esas consecuencias y su impacto en la salud mental.
Lee la publicación original AQUÍ
El Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC) junto al Núcleo Milenio para Mejorar la Salud de Jóvenes y Adolescentes (Imhay), organizaron el seminario «Efectos de la pandemia en la salud metal» para presentar los resultados referidos a este ámbito de la encuesta Termómetro Social, los cuales fueron analizados por el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, y la directora del Hospital Clínico del plantel, doctora Graciela Rojas.
En una nueva entrega de la encuesta Termómetro Social se analizaron los efectos de la pandemia en la salud mental de las personas.
La encuesta Termómetro Social (TS) es una encuesta longitudinal con representatividad a nivel nacional realizada a hombres y mujeres, mayores de 18 años, residentes en zonas urbanas y rurales de las 16 regiones del país. El módulo sobre salud mental se incorporó en las últimas dos versiones que se realizaron entre el 30 de mayo y el 10 de junio y entre el 15 de septiembre y el 9 de octubre, respectivamente.
En términos generales, los investigadores a cargo del estudio concluyeron que el mayor malestar psicológico se asocia significativamente al hecho de ser mujer y tener la expectativa de una reducción de ingresos, así como también al hecho de manifestar más sentimientos de soledad, percepción de aislamiento o vivir en zonas más afectadas por la pandemia y cuarentena. Al respecto el Rector Ennio Vivaldi sostuvo que “es muy valioso tener datos que puedan mostrar cómo se interrelacionan de manera directa la salud mental con problemas existentes en nuestra sociedad y que se han visto profundamente agudizados por la pandemia, como son los ingresos de los hogares o la situación de endeudamiento de muchas personas”.
De acuerdo a los resultados del TS, un 7,5 por ciento de las personas se siente insatisfecho con su vida y este nivel de insatisfacción es mayor a medida que disminuyen los ingresos. Por otra parte, se pidió a los encuestados comparar su estado de ánimo actual con el de las primeras semanas de la pandemia por COVID-19. En casi un tercio de los casos se observa una evaluación negativa, pues el 9,3 por ciento señaló que es “mucho peor” y el 22,6 por ciento “un poco peor”; en contraposición, el 45 por ciento hizo una evaluación positiva. Esta diferencia es más evidente en el caso de las mujeres, pues el 36,1 por ciento sostiene que su estado de ánimo es “mucho” o “un poco peor”, versus el 27,6 por ciento de los hombres.
La pandemia ha revelado que la sensación de soledad y aislamiento la manifiestan –con distinta frecuencia– el 42,5 por ciento de las personas entrevistadas. Adicionalmente, al consultar por la emoción predominante durante el último mes, la tristeza es la más mencionada, seguida por preocupación, incertidumbre, angustia, rabia, miedo, estrés, entre otras.
En este escenario, no es extraño que 28,6 por ciento de los participantes presente síntomas depresivos moderados a severos. Esta carga se distribuye desigualmente entre hombres y mujeres: 38 por ciento de las mujeres presenta sintomatología depresiva moderada a severa, en comparación al 18,6 por ciento de los hombres. Las mujeres con hijos menores de 10 años presentan mayor carga de síntomas depresivos moderados a severos que las mujeres sin hijos menores de 10 años.
En esta línea, la directora del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y también investigadora de los Núcleos Milenio DESOC e Imhay, Dra. Graciela Rojas, comentó que “los resultados de esta encuesta vienen a reafirmar el hecho de que las mujeres tenemos más problemas de salud mental que los hombres y que esto no es debido a factores biológicos, sino que tiene que ver con el género femenino y todos los roles que la mujer cumple en nuestra sociedad».
La pandemia, agregó, «lo ha dejado en evidencia», porque la mujer, «al ser el pilar de la familia, hoy día tiene que hacerse cargo del cuidado de los hijos y de los adultos mayores sin los apoyos sociales que, en otros países, las mujeres tienen, y donde la brecha entre hombres y mujeres es menos marcada que en Chile, ya que cuentan con un apoyo comunitario y social mucho mayor”.
Según los datos del TS, los síntomas ansiosos moderados a severos se expresan en el 20 por ciento de los entrevistados, siendo notoriamente más frecuente en mujeres (25,8 por ciento versus 13,8 por ciento). En tanto, la presencia de síntomas depresivos es mayor en los tramos de menores ingresos, aunque se distribuye homogéneamente en los distintos tramos etarios.
Por otra parte, esta encuesta revela que un 6,7 por ciento de las personas ha tenido ideas suicidas, al menos algunos días. Esta vivencia se observa con mayor frecuencia en personas de 18 a 35 años, también entre quienes perciben menores ingresos. En este sentido, es importante que estas ideas se vinculan con la inseguridad económica, pues aparecen en el 15,5 por ciento de quienes tienen están bastantes o muy sobrecargados de deudas y además un 20,3 por ciento espera una disminución de sus ingresos.
Esta encuesta muestra que las personas que tienen la expectativa de que los ingresos del hogar se reduzcan en los próximos tres meses, presentan mayor carga de síntomas ansiosos, depresivos e ideas suicidas. Asimismo, las personas que tienen la expectativa de que la deuda del hogar aumente en los próximos tres meses, y también aquellas que se sienten más sobrecargadas por deudas, presentan mayor carga de síntomas ansiosos, depresivos e ideas suicidas.
Los resultados del TS ponen sobre el tapete la relevancia de cuidar la salud mental, de hecho, en este caso, un cuarto de los entrevistados reconoció necesitar tratamiento, no obstante, sólo un 34,5 por ciento de ese grupo, ha podido acceder a él. En esa línea, el Rector Vivaldi señaló que “resultados como los del Termómetro Social dan cuenta de la necesidad de mejorar acceso a la salud mental a través de planes que provengan del Estado, mejorando los tratamientos y la permanencia de las personas en estos, para mejorar su bienestar y entregar mejores herramientas para sobrellevar momentos de gran dificultad e incertidumbre como los que hemos vivido durante este año».
Finalmente, la Dra. Rojas hizo referencia a las brechas que existen entre las necesidades de salud mental de la población y la oferta de servicios, e indicó que “no basta con ofertar más servicios de salud mental, sino que estos deben ser congruentes con las necesidades de la población y que tengan un enfoque de género. Además, es importante poner énfasis en la necesidad de desarrollar programas de tipo preventivos, es decir, no sólo ofrecer servicios a las personas que están enfermas o que tienen síntomas clínicamente significativos, sino también tener un enfoque comunitario para prevenir los problemas de salud mental”.
Te invitamos a ver el video donde presentamos los resultados del Termómetro Social en Salud Mental:
Al menos 50 instituciones vinculadas al área de las ciencias, el conocimiento y la innovación formarán parte de la “Fiesta de la Ciencia”, sitio web en el que podrán publicar sus contenidos y recursos digitales con el objetivo de acercar a la ciudadanía la labor científica que se desarrolla en Chile.
Por segundo año consecutivo, nuestro Núcleo Milenio Imhay dirá presente a través de diferentes actividades audiovisuales.
En el marco del Festival de la Ciencia FECI, organizado por la División Ciencia y Sociedad del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el Proyecto Asociativo Regional Explora Región Metropolitana Sur Oriente celebrará la catorceava versión de la “Fiesta de la Ciencia”, la que este año debido a la contingencia por la pandemia de la COVID-19, se trasladó al mundo digital mediante el sitio www.fiestadelaciencia.cl
Entre el 11 y 15 de noviembre más de 50 instituciones del quehacer científico, tecnológico, educativo y cultural, dispondrán en esta plataforma diversos recursos digitales con la finalidad de acercar el conocimiento a todo tipo de público. Series animadas, podcast, comics, experimentos, talleres, cápsulas audiovisuales, actividades en vivo y recursos digitales descargables son los formatos elegidos por las instituciones para acercar las ciencias y el conocimiento a la ciudadanía.
Imhay estará presente a través de una charla sobre cómo cuidar el bienestar emocional de adolescentes y jóvenes, gráficas con información psicoeducativa, un video sobre la importancia de reconocer nuestras redes de apoyo y un podcast sobre prevención del suicidio en jóvenes.
“A través de este sitio invitamos al público de todas las edades a acercarse al conocimiento científico y tecnológico de una forma distinta, pero con el mismo sello que ha caracterizado a este evento que lleva 14 años acercando la ciencia y la tecnología de una forma sencilla, cercana y lúdica”, destaca Carola Gutiérrez, directora del Proyecto Asociativo Regional Explora Región Metropolitana Sur Oriente.
Entre las actividades en vivo que serán parte de la Fiesta de la Ciencia se encuentran los recorridos virtuales por el Museo de Bomberos de Santiago y por los Observatorios Paranal y La Silla del European Southern Observatory (ESO).
También se presentará la charla “Helgustadir, la maravillosa saga vikinga”dictada por el Premio Nacional de Ciencias Exactas 2005 Rafael Benguria académico del Instituto de Física de la Pontificia Universidad Católica de Chile. En el mismo formato, el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay) tendrá su presentación sobre “Cómo cuidar nuestro bienestar emocional en tiempos de cuarentena”, en tanto el Instituto Milenio de Astrofísica MAS invitará a dos de sus investigadores a conversar sobre Eclipses en la actividad denominada «Bajo la sombra de la Luna: preparándonos para comprender y observar el eclipse solar 2020».
Además de ello, dentro del sitio web se podrán ver y escuchar cápsulas audiovisuales y podcast que abordan diversas temáticas de las ciencias relacionadas con la vida cotidiana.
Una de ellas es la obra de teatro “Random” dirigida por Francisco Krebs y protagonizada por Héctor Morales, Katty Kowaleczko, Tito Bustamante y Nicolás Pavez. La obra está ambientada en una base rusa abandonada en la Antártica y contó con la asesoría científica del director del Instituto Milenio de Astrofísica MAS, Andrés Jordán. Con motivo de reflexionar en torno a esta obra teatral, se realizará un diálogo junto a Francisco Krebs y Héctor Morales el día sábado a las 18:00 horas que será transmitida a través del sitio www.fiestadelaciencia.cl.
Para acceder a estos y otros recursos, te invitamos a visitar el sitio web www.fiestadelaciencia.cl y las redes sociales de Explora RM Sur Oriente Facebook, Instagram y Twitter, donde además podrás conocer toda la programación de charlas, talleres y actividades en vivo a través del Hashtag #ExploraLaCiencia y #FECI 2020.
En la siguiente carta al director del diario electrónico El Mostrador, miembros de la Red de Organizaciones para la Abogacía por la Salud Mental «Salud Mental es Salud» emplazan a las autoridades a aumentar el presupuesto en esta área, en concordancia al llamado realizado por la Organización Mundial de la Salud.
Señor Director:
A pocos días del llamado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a aumentar decididamente los recursos invertidos en Salud Mental considerando el contexto de la pandemia y sus futuras consecuencias en la economía, vemos con preocupación que nuestra clase política, no está incorporando con el compromiso necesario el mensaje de la OMS y de organizaciones académicas y científicas nacionales reunidas en la red “Salud Mental es Salud” mientras se debate la Ley de Presupuesto.
Lamentablemente, a pesar de una serie de esperanzadoras propuestas levantadas por la mesa SaludableMente, vemos que la partida presupuestaria para el 2021 no contempla ninguna asignación especial para reforzar la Salud Mental a nivel de la Atención Primaria, nivel crítico de atención, fundamental para cualquier respuesta del sistema de salud. Sería muy contradictorio que el gobierno genere una mesa presidencial dirigida a reforzar la salud mental, sin embargo, al asignar el presupuesto dejara completamente desprovista a la atención primaria de los recursos para hacerse cargo de las necesidades de la población a pesar de las recomendaciones de los expertos convocados.
Por este motivo, denunciamos las falencias y discriminaciones que nuestros pacientes sufren a diario y hacemos un llamado al gobierno y a todos los sectores políticos a aumentar decididamente el presupuesto destinado a Salud Mental en todos los niveles de atención y especialmente en la atención primaria. No podemos dejar desprovista a la atención primaria del necesario aumento de recursos para responder a la histórica brecha de atención en salud mental, para recuperar los tratamientos de salud mental interrumpidos durante la pandemia y para afrontar la gran carga de enfermedad que los trastornos de salud mental significaran en la post pandemia.
Invertir en programas preventivos y de tratamiento para problemas frecuentes de Salud Mental, incluidos los trastornos por consumo de sustancias, significarán una ganancia social y económica para el país, y disminuirán el sufrimiento y muerte de muchas personas en los años venideros.
Dr. Carlos Ibáñez Piña, Salud Mental es Salud, Universidad de Chile.
Dra. Vania Martínez Nahuel, Núcleo Milenio Imhay, Universidad de Chile.
Dra. Carolina González Reyes, Sociedad Chilena de Medicina Familiar SOCHIMEF, Universidad de los Andes.
Lee la publicación original en: AQUÍ
Durante 7 semanas, junto a la Fundación Todo Mejora y el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile estuvimos compartiendo diversos contenidos sobre salud mental y prevención del suicidio en jóvenes, llegando a más de un millón de personas con nuestro mensaje.
Te invitamos a ver un video resumen de lo que fue nuestra campaña y a seguir hablando de suicidio abiertamente, porque juntas y juntos podemos salvar vidas.
Si necesitas más información de #VamosJuntxs o deseas emplear nuestros contenidos, acude al siguiente link: www.imhay.org/vamosjuntxs . Aquí podrás encontrar material disponible para descargar.
En la actividad, que se transmitirá vía online, se presentarán los resultados de la última encuesta «Termómetro Social», la que evidencia de qué manera la pandemia por COVID-19 ha afectado la salud mental de la población chilena.
En el contexto de la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia, el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC) incorporó a su encuesta Termómetro Social, la salud mental como un ítem importante dentro del estudio.
En este seminario, el DESOC y el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Jóvenes y Adolescentes (Imhay) se reúnen para presentar los resultados más relevantes de la encuesta Termómetro Social en materia de salud mental, y abrir una conversación sobre el tema junto al Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, y la Directora del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, doctora Graciela Rojas.
DATOS DEL SEMINARIO:
FECHA: Jueves 12 de noviembre de 2020.
HORARIO: de 10:30 a 11:30 hrs.
MODALIDAD: Online (Vía webex y YouTube)
INSCRIPCIONES: AQUÍ
PROGRAMA:
10:30 – 10:35: Bienvenida
Fabián Duarte, Director del DESOC
10:36 – 10: 55: Presentación
Álvaro Jiménez, investigador DESOC /Imhay
10:56 – 11:05: Comentarios de los resultados
Ennio Vivaldi, rector Universidad de Chile
11:06 – 11:16: Propuestas y desafíos para la Salud Mental en Chile
Graciela Rojas, directora Hospital Clínico Universidad de Chile
11:17 – 11:30: Ronda de discusión
Esta semana se constituyó la Red de Organizaciones para la Abogacía por la Salud Mental «Salud Mental es Salud». La iniciativa exige a las autoridades aumentar a un 6 por ciento del presupuesto del Minsal la inversión en salud mental e igualar las coberturas de los tratamientos de salud mental con otras enfermedades físicas en los planes de Isapre. Asimismo, que este incremento considere el ámbito de los recursos humanos y campañas de prevención con un énfasis en la salud primaria.
«Después, en la pandemia, estamos constatando y alertando sobre el aumento en las patologías de salud mental, incluyendo el riesgo suicida», indica la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.
La Universidad de Chile, junto a otras 21 organizaciones académicas y científicas, se sumaron a la campaña «Salud Mental Es Salud». Entidades como la Academia Chilena de Medicina, la Universidad de Santiago, el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, entre otras, solicitan a las autoridades un fuerte aumento en la inversión total en salud mental en el presupuesto anual del Ministerio de Salud, para que llegue al 6 por ciento total, cifra recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Actualmente Chile destina solo un 2 por ciento de su presupuesto en salud a la salud mental. En este contexto, el psiquiatra y académico de la Universidad de Chile, Carlos Ibáñez, además coordinador de la red, afirma que “los indicadores de salud mental en Chile son preocupantes antes de la pandemia y se arrastra una deuda histórica en el financiamiento que hace imposible reducir la gran brecha que existe actualmente para atender a las necesidades de salud mental de la población. Con la crisis sanitaria aumentaron los problemas de salud mental y se ha interrumpido la atención habitual de personas que requieren tratamiento. Esto se agravará aún más con el desempleo y la crisis económica de los próximos años”.
Ante este escenario, la Red de Organizaciones para la Abogacía por la Salud Mental, emplaza a las autoridades a cumplir con dos puntos base: primero, el aumento del presupuesto en salud mental; y segundo, igualar las coberturas de los tratamientos de salud mental con las coberturas existentes para otras enfermedades físicas en todos los planes de salud del sistema privado (Isapres).
La psiquiatra, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (IMHAY), Vania Martínez, enfatizó en la urgencia de este aumento presupuestario. «Ya sabíamos que con el estallido social estaban aumentando los problemas de salud mental. Después, en la pandemia, estamos constatando y alertando sobre el aumento en las patologías de salud mental, incluyendo el riesgo suicida. Todos estos elementos nos hacen pensar que más que nunca es importante ahora tener una inversión mayor a la que tenemos actualmente, en cuanto a recursos financieros, pero también recursos humanos. Ese énfasis debiera estar dado en la atención primaria de salud”.
La Red de entidades académicas y científicas además solicita que la inversión que se realice en el sistema de atención primaria de salud, también incluya campañas de prevención y educación sobre enfermedades de salud mental, incluyendo los trastornos por consumo de sustancias, que, afirman, “significarán una ganancia social y económica para el país, y disminuirán el sufrimiento y muerte de muchas personas en los años venideros”.
Entre las organizaciones que adhieren de esta iniciativa se encuentran la Academia Chilena de Medicina, Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y Adolescencia de Chile (SOPNIA), Sociedad Chilena de Medicina Familiar (SOCHIMEF), Sociedad Chilena de Salud Mental (SChSM), Sociedad Chilena de Pediatría (SOCHIPE) Rama de adolescencia, Asociación Psicoanalítica Chilena (APCH), Sociedad Chilena de Trastornos Bipolares (SOCHITAB), Asociación Psicoanalítica de Santiago (APSAN), Sociedad Internacional de Profesionales del Uso de Sustancias (ISSUP) Capitulo chileno, Consorcio de Universidad Estatales (CUECH) [Red de Carreras de Psicología], Departamento de Psiquiatría de la USACH, Programas de Especialización de Psiquiatría Adultos y de Psiquiatría del niño y el adolescente de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Departamento de Psicología de la Universidad de la Frontera, Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (IMHAY), Instituto Milenio para la Investigación de la Depresión y Personalidad. (MIDAP), entre otras.
Fuente: Estefanía Labrín, Prensa U. de Chile
A pesar de las cifras negativas que dejó la pandemia en términos de bienestar emocional, actualmente no existe una normativa que garantice los derechos de las personas que presenten patologías de salud mental. Una legislación que la mayoría de los expertos consideran necesaria, aunque enfatizan en la necesidad de contar con recursos para mejorar el volumen y calidad de atenciones en el sector.
«Falta un debate para analizar si la ley es el camino más ventajoso o no. Sin duda, hay algo que hacer para que mejore el acceso y la calidad de la salud mental», señala la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.
El estado de la salud mental de los chilenos es crítico. Si antes la situación ya era compleja por los altos índices de depresión que se manifestaban en las encuestas, con la crisis sanitaria, el escenario se agudizó aún más. El estudio Termómetro de la Salud Mental en Chile, realizado por la ACHS y el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Universidad Católica, dio cuenta de ese fenómeno. De acuerdo al sondeo -publicado en agosto-, un 54,8% de las personas se sintió más agobiada de lo habitual, un 34,6% de los encuestados exhibió síntomas asociados a la presencia de problemas de salud mental y un 32% de las personas se declaró más deprimida que lo normal.
A pesar de aquello, nuestro país no cuenta con una Ley de Salud Mental que establezca un catálogo de derechos básicos para las personas que presenten este tipo de patologías. Hasta el momento, todo eso se encuentra regulado mediante normativas dispersas. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS), en su Plan de Acción de Salud Mental 2013-2020, estableció como meta que los países elaboraran o actualizaran sus legislaciones en el área, en Chile aún no se ha zanjado esa discusión. De hecho, somos parte del 40% de países del mundo que no tiene Ley de Salud Mental.
Lo que sí existe son programas que han permitido hacerle frente a esta problemática por parte de los diversos gobiernos. Así nació el Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025, que recoge los desafíos y estrategias del sector. Sin embargo, para el psiquiatra Gonzalo Cuadra, integrante de la comisión de salud mental del Colegio Médico, este tipo de intervenciones son aún insuficientes. “Hay una serie de cosas que son valorables y necesarias del plan, pero solo constituyen una hoja de ruta para mejorar salud mental de nuestra población. Que exista Ley de Salud Mental, en línea con recomendaciones internacionales de derechos humanos, es indispensable y tan importante como eso es que se lleve a la práctica esa legislación”, afirma.
Justamente, en el Plan Nacional, se establece como meta la creación de una normativa en 2020. Un objetivo que, hasta el momento, no se ha concretado, pese a que existe en el Congreso un proyecto de ley sobre la materia. La iniciativa, que ingresó en marzo de 2016 a la Cámara de Diputados/as, tiene que como objetivo resguardar los derechos básicos de las personas con patologías de salud mental. Una de sus autoras fue la diputada Marcela Hernando, que explica que la futura ley permitiría fijar estándares básicos para pacientes en situación de discapacidad psíquica. “Cuando se trata de personas que no son autovalentes, no se respeta ningún derecho. En algunas partes todavía se esteriliza a personas sin su consentimiento. Tener esta legislación permitiría reclamar este tipo de vulneraciones”, cuenta.
Lo mismo explica Matías González, psiquiatra de la Universidad Católica y autor del estudio Avanzando al desarrollo de una propuesta de Ley de Salud Mental en Chile: marco legislativo de promoción y protección de los grupos de mayor vulnerabilidad y riesgo. “Con la ley se podrían proteger los derechos humanos de los pacientes con problemas de salud mental más graves: aquellos con patologías más complejas y sobre los cuales podemos generar un olvido como sociedad porque, al estar impedidos de tomar decisiones, no tienen voz”, afirma. Así, por ejemplo, se podrían regular las internaciones psiquiátricas involuntarias para adecuarlas al estándar internacional y cumplir así con lo establecido por la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
La futura legislación también debería considerar una mirada amplia, con inclusión plena y enfoque de género. Esto, porque históricamente las mujeres han reportado mayores problemas en el ámbito de bienestar emocional. La misma encuesta de la ACH-UC lo revela: mientras un 56,7% de las mujeres reportó sentirse peor o mucho peor respecto a la situación pre-pandemia, solo el 42% de los hombres indicó lo mismo. “Es necesaria la perspectiva de género en la normativa, sobre todo considerando cómo las mujeres vivimos los problemas de salud mental y cómo nos afectan a nosotras. Todo eso se puede garantizar con personal especializado, con capacitaciones a los profesionales, y fortaleciendo el rol del Estado esta materia”, enfatiza la abogada de la UC y directora de Derecho Público de Asociación de Abogadas Feministas (Abofem), Florencia Pinto.
A pesar del consenso respecto a la necesidad de la ley, existen miradas más escépticas dentro del mundo de la psicología sobre la futura legislación. Desde el Núcleo Milenio Imhay, institución que reúne a investigadores de diversas universidades del país, explican que aún se debe analizar la normativa para determinar si se adecúa a las necesidades y al mejoramiento real de la salud mental de los chilenos/as. “Hay indicaciones del proyecto que son posibles de mejorar. Pero más allá de eso, falta un debate para analizar si la ley es el camino más ventajoso o no. Sin duda, hay algo que hacer para que mejore el acceso y la calidad de la salud mental. Tenemos que dar esa discusión, e independientemente de lo que pase, es importante que la normativa vaya asociada a recursos. No basta con una declaración de principios, sino que necesitamos que tenga una implementación”, reflexiona su directora, Vania Martínez.
Un grupo de profesionales y académicos de la Universidad de Chile en octubre lanzó una campaña denominada “Salud mental es salud”, donde justamente se hizo un llamado a las autoridades a aumentar los recursos destinados al área. Actualmente, Chile invierte apenas el 2% del presupuesto sanitario en salud mental, una cifra considerablemente más baja al 5% recomendado por la OMS. A pesar de aquello, la diputada Karol Cariola, integrante de la comisión de Salud de la Cámara de Diputados/as, explica que los recursos no están contemplados en la nueva normativa e indica que aumentarlos es indispensable para poder asegurar la universalidad de las prestaciones. “Tener acceso a un buen tratamiento termina siendo un privilegio de unos pocos. Necesitamos disponer de recursos que permitan implementar una política de salud mental efectiva para los chilenos y chilenas, sin discriminación”, afirma.
Reflejo de la falta de recursos es lo que ocurre en el sector público. De acuerdo a datos entregados por el Minsal al Congreso (19 de octubre 2020), en la actualidad existen 625.000 personas en tratamiento por trastornos de salud mental en la Atención Primaria de Salud, lo que corresponde a una cobertura del 22%. Además, la población recibe en promedio 4 prestaciones durante el año, algo que, según la psiquiatra Vania Martínez, es bajo para poder tratar enfermedades complejas. “Por ejemplo, en el caso de la depresión, la indicación es que las personas reciban terapia con frecuencia semanal y de alrededor de 12 sesiones. Eso no se cumple. Hay una brecha entre lo que señala la evidencia y lo que se hace”, dice.
Para que la futura ley cuente con un presupuesto más robusto, de acuerdo a los expertos/as, es necesario que se termine con la estigmatización que existe hacia la salud mental para así derribar una falsa creencia: que este tema no tiene impacto en la economía de los países.
El estudio Ampliación del tratamiento de la depresión y la ansiedad: un análisis del retorno de la inversión global demostró que el tratamiento efectivo de los trastornos mentales “comunes” -como la ansiedad y la depresión- conduce a grandes ganancias en la productividad económica de los Estados. Así lo explica también la psicóloga de la Universidad Católica, Mariane Krause: “Los problemas de salud mental inciden fuertemente en el bolsillo de los países y eso está estudiado. El costo que implica tener una tasa importante de problemas como, por ejemplo, la depresión; es alto. Es un buen argumento para decir que la salud mental es importante no solo desde el punto de vista ético, sino también económico”, dice.
La inversión, sin embargo, no se debe centrar únicamente en tratamientos y atención primaria. Tan importante como eso es la prevención y promoción de la salud mental para bajar la tasa de incidencia de estas problemáticas. “Uno de los principales déficit que tiene este sistema de salud es que no le da prioridad a los procesos preventivos. La salud mental tiene un aspecto preventivo fundamental y que tiene que ver con entregar herramientas, con entregar condiciones a los ciudadanos, para enfrentar de mejor manera procesos difíciles a lo largo de la vida”, afirma la diputada Karol Cariola.
Pero el psiquiatra Gonzalo Cuadra, representante Colegio Médico, va más allá y apunta un mejoramiento integral de las políticas públicas, en todo ámbito, para cuidar la salud mental de la población. “El área asistencial es la punta de pirámide del conjunto de intervenciones que se requieren para velar por el bienestar de las personas. Por eso, otras políticas públicas son tanto o más importantes para proteger la salud mental como las que hay hasta el minuto”, indica. Lo mismo explica la psicóloga Mariane Krause: “La promoción va más allá de una ley específica o de un ministerio. Es transversal, de manera que requiere de dictámenes del gobierno central. Hay muchas cosas que inciden en la salud mental, por lo tanto en cada repartición pública se tiene que promover el bienestar de las personas”, dice.
Así, el tema de la salud mental podría tener, incluso, una bajada en el debate de la nueva Constitución. “La salud mental hay que consagrarla en la nueva carta fundamental. Ha sido una de las grandes demandas del pueblo movilizado, se ha hablado muchísimo del tema y si no nos hacemos cargo, estaríamos haciendo una Constitución que tiene problemas. Al estar en el texto constitucional pasa a ser una realidad, de la cual nadie podría hacer oídos sordos”, finaliza la abogada Florencia Pinto.
Lee el artículo en su versión original en: https://www.latercera.com/paula/necesita-chile-una-ley-de-salud-mental/
DIRECCIÓN
Profesor Alberto Zañartu n°1030
Independencia, Santiago de Chile
Núcleo para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes.
Imhay 2025