[PRENSA] Siete recomendaciones para comunicarse de forma efectiva con los hijos adolescentes

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[PRENSA] Siete recomendaciones para comunicarse de forma efectiva con los hijos adolescentes

Es una de las edades más complejas debido a distintos procesos del desarrollo. Sin embargo, los especialistas dicen que mantener una buena conversación con los jóvenes es clave para su confianza y autoestima. Para conocer cuáles son las claves de una buena comunicación entre padres e hijos, fue entrevistado por El Mercurio el Dr. Jorge Gaete, investigador principal de Imhay.

Hablar con los hijos durante el período de la adolescencia podría parecer un desafío, pero es clave para su bienestar, y el de toda la familia, ya que de lo contrario se pueden generar roces familiares, dicen los expertos.

Jorge Gaete, psiquiatra, académico de la U. de los Andes e investigador del Núcleo Milenio Imhay, agrega que poder tener conversaciones de temas tanto cotidianos como relevantes con los hijos de esta edad “permite mantener el nivel de influencia de los padres durante la adolescencia y abordar nuevas dificultades en el desarrollo que aparecen en esta época, como la sintomatología emocional y conductas de riesgo”, entre otros.

1.- Tener tiempo
“Hay que tener tiempo o hacerse el tiempo para que los adolescentes puedan saber que sus padres van a estar disponibles para ellos cuando lo necesiten”, señala Gaete. Esto implica actividades como comer o salir a ver una película juntos.

Además, agrega que si bien puede haber dificultades propias de la época, un estudio reciente en el que participó reveló que los adolescentes “se quejan que a medida que ellos crecen los padres empiezan a tener menos disponibilidad para ellos, para conversar y entregarles ayuda”.

2.- Observar
Los progenitores también tienen que estar atentos a cambios en sus hijos. Deben ser capaces de “reconocer sus necesidades y las dificultades que tengan al observar cambios de humor o en su conducta. Por ejemplo, si se han ido retrayendo”, acota Gaete. “Si yo no los observo ni los conozco, no puedo estar sintonizado con las necesidades que tienen y estar atento para poder ofrecer ayuda también”, precisa.

3.- Confianza

Estas acciones previas permiten generar una base de confianza de forma implícita, pero también “hay que demostrar que uno confía en ellos explícitamente, depositándoles ciertas responsabilidades, por ejemplo, encargándoles alguna tarea cotidiana que puedan realizar, como arreglar la puerta de la cocina”, añade. “Eso también va construyendo confianza”, lo que facilita comunicarse con ellos, indica.

4.- Escucha activa
Si un padre inicia una conversación, “se debe partir preguntando en vez de afirmando; preguntar, por ejemplo, qué piensan ellos de determinada situación o cómo se sienten al respecto”, señala Duarte.

Al escuchar sus respuestas, se debe empatizar. “No juzgarlos; valorar y validar las emociones, y tratar de entender los problemas por los cuales están pasando. Hacerles ver que pueden entender lo difícil que puede ser y lo tristes que se pueden sentir”, puntualiza Gaete.

5.- Diálogo y no monólogo
Otra estrategia es asegurarse de que “la conversación sea un diálogo y no un monólogo, ni del adolescente hacia el adulto, ni del adulto hacia el adolescente”, enfatiza Gaete.

En esa vía, dice Duarte, “cuando hablamos, hay que ser directos y concisos, no repetir la idea una y mil veces”. También, indica Salas, se deben “reforzar los aspectos positivos antes de centrarnos en lo que se podría mejorar”.

6.- Soluciones en conjunto
Asimismo, “si hay que tomar decisiones respecto de algún tema importante, se debería construir un acuerdo que, dentro de lo posible, respete ambas posturas”, apunta Duarte.

Primero, “se debería dar la oportunidad al adolescente de generar sus propias soluciones, por ejemplo, al preguntarle, ¿cómo podría llegar más temprano?, de ahí se puede conversar para llegar a un desenlace en el que se puedan satisfacer tanto las necesidades de los jóvenes, por ejemplo, de pasarlo bien en la fiesta, y las preocupaciones de los padres, como el que llegue a la casa sin inconvenientes”, ejemplifica Gaete.

7.- Límites claros
No obstante, también hay que “ser claros cuando las situaciones sobrepasan los límites y actuar de acuerdo a lo establecido, por ejemplo, en los reglamentos de convivencia escolar”, agrega Salas.

Duarte concuerda: “Se deben poner reglas y límites claros. Si bien los adolescentes necesitan espacio para aprender y cometer sus propios errores, es importante que esto ocurra en un ambiente cuidado y que tengan cierta estructura clara sobre dónde y cómo pueden moverse”.

Lee la entrevista completa AQUÍ

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[PRENSA] Chile, el ejemplo regional que encara sin complejos su crisis de salud mental

Un presidente que habla abiertamente sobre su trastorno obsesivo compulsivo (TOC), el mayor programa de prevención de suicidio de Latinoamérica o el protocolo inédito de un conocido mal: Chile toma la delantera regional y encara sin complejos y de manera transversal su crisis de salud mental.

Se estima que uno de cada cuatro chilenos sufre problemas de salud mental, entre ellos el mandatario Gabriel Boric, quien padece TOC desde la adolescencia y en 2018 sorprendió anunciando que se tenía que ingresar dos semanas para tratárselo.

El exlíder estudiantil ha hecho de la lucha contra el estigma una de sus banderas, aprobando leyes como la que garantiza la inclusión de personas con trastorno del espectro autista (TEA), y ha prometido «la mayor inversión en 30 años» en salud mental.

«Durante demasiado tiempo ha sido un tema tabú que ha contribuido a la discriminación y el aislamiento», dijo recientemente en un foro de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Momento único de conciencia

Chile, según la OMS, es uno de los países de la región donde la prevalencia de enfermedades mentales es más alta, una situación que se ha acrecentado con la pandemia, especialmente entre los jóvenes. De acuerdo al Ministerio de Salud, solo una quinta parte tiene acceso a un tratamiento periódico.

Para Isabel Puga, presidenta del Colegio de Psicólogos, Chile tiene unas «peculiaridades» que lo distinguen de la región y aumentan el «riesgo» de la población a sufrir trastornos, como su idiosincrasia o su modelo socioeconómico.

«No somos tan buenos para las fiestas, somos más bien introvertidos (…) Nadie conversa con nadie en un ascensor o en el metro. Siempre estamos muy serios», afirmó a EFE.

A eso, apuntó, se suman las numerosas catástrofes ambientales vividas a lo largo de la historia y el modelo neoliberal instalado durante la dictadura (1973-1990), que fomentó la «individualidad» y la «sensación de soledad».

Pese a ello, para Vania Martínez, académica de la Universidad de Chile y directora de Núcleo Milenio Imhay, Chile «está en un momento único de toma de conciencia transversal», lo que explica el aluvión de iniciativas en pro de la salud mental.

«Ha habido un gran cambio y no es solo a raíz de la pandemia. Ya en el estallido social de 2019 se instaló la idea de cuidar la salud mental», indicó a EFE.

Un sondeo de octubre de Ipsos colocó a Chile entre los países más preocupados del mundo por este tema, solo después de Suecia.

«La gente está mucho más abierta e incluso se presume de ir al psicólogo y hacer terapia, algo impensable hace años», agregó Puga.

Presupuesto insuficiente

Si bien Boric «ha puesto aún más sobre el tapete el tema», desde el Colegio de Psicólogos recuerdan que Chile ya rompió barreras regionales en el 2000, cuando el Gobierno del socialdemócrata Ricardo Lagos implantó el Plan Nacional de Salud Mental y Psiquiatría.

Puga, quien participó en su confección, relató que el plan tuvo influencias de Canadá y Reino Unido y que, en general, ha sido respetado por casi todos los Gobiernos posteriores: «El modelo actual es bastante bueno, solo tiene un pero: el presupuesto», advirtió.

De toda la partida de salud en Chile, el 2,4 % se destina actualmente a salud mental, una cifra inferior a la mediana mundial (2,8 %) y al gasto en los países de ingresos altos (5,1 %), según la OMS.

«Si nos comparamos con otros países de la región, efectivamente hemos hecho avances. Tenemos patologías garantizadas en el sistema público, psicólogos en atención primaria y en escuelas, pero es insuficiente», enumeró Martínez.

Ve la nota original publicada en el diario español La Vanguardia AQUÍ

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Inscríbete en el webinar: “¿Cómo está la salud mental en nuestras comunidades estudiantiles universitarias?”

Para reflexionar acerca de esta pregunta la Comisión de Convivencia Universitaria y Salud Mental del Consejo de Rectores, junto al Núcleo Milenio Imhay  invitan a un webinar donde se presentarán los resultados 2020 a 2022 del Estudio Longitudinal de Salud Mental Universitaria (ELSAM).

En la actividad, que se realizará en formato online el próximo miércoles 28 de junio desde las 15 horas, expondrá la directora de Imhay, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y encargada del estudio, Dra. Vania Martínez.

El webinar será  moderado por Patricia Astroza, Coordinadora del Departamento de Bienestar Estudiantil de la Universidad de La Serena y comentará Bertha Escobar, Decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica de Temuco.

 

MIÉRCOLES
28 DE JUNIO

15.00 HRS.

ONLINE
VÍA ZOOM

PARA ASISTIR AL SEMINARIO 

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[PRENSA] Dra. Graciela Rojas: “La depresión no siempre debiese ser atendida por psiquiatras”

En el diario La Segunda, la exdirectora del Hospital Clínico de la U. de Chile e investigadora senior del Núcleo Milenio Imhay, que acaba de lanzar un libro sobre la depresión, sostiene que “los médicos generales en los consultorios debieran estar capacitados para tratar farmacológicamente las depresiones leves”.

Fue el animador Jean Philippe Cretton quien entregó su testimonio en el lanzamiento y agradeció el libro de los especialistas de psiquiatría y psicología de la Universidad de Chile: «La depresión: ¿Enfermedad o sufrimiento vital?» (Editorial Universitaria, 2023).

“Queremos transmitir a la población distintos aspectos de esta enfermedad tan frecuente, pero también tan compleja y estigmatizada como es la depresión. Es un libro que pretende contribuir a que el camino para llegar al tratamiento efectivo sea expedito”, dijo entonces la editora Graciela Rojas, psiquiatra, académica del Hospital Clínico de la U. de Chile e investigadora senior del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay). 

“Una de las barreras que existen para que la gente consulte y se trate es la falta de reconocimiento por parte de la persona que sufre y de su entorno familiar, laboral y social, respecto a la sintomatología y a todo lo que significa tener una depresión”.

Según el reciente informe del Termómetro de Salud Mental en Chile ACHSUC, un 17,5% de las personas encuestadas exhibieron síntomas asociados a salud mental, un aumento de dos puntos comparado al año anterior, principalmente impulsada por un deterioro en mujeres.

¿La depresión es una enfermedad o un sufrimiento vital?
Todas las personas sufrimos eventos que pueden ser muy catastróficos, como puede llegar a ser la muerte de un hijo, por ejemplo. Es natural que la persona se sienta desanimada, angustiada, pero esos sentimientos debieran ser concordantes con la magnitud del evento y, transitorios, en la medida que pasa el tiempo. Son cifras arbitrarias, pero se espera que una persona se demore un año aproximadamente en elaborar un duelo. Cuando la persona cae enferma, por esa razón o, aparentemente sin razón, hablamos ya de una enfermedad que debe ser diagnosticada y tratada. Se requiere de la presencia de síntomas emocionales, cognitivos, físicos y esta discapacidad que es el no poder seguir con tus actividades habituales.

El libro habla de la depresión en los distintos ciclos de vida, comenzando por los niños. Hoy resulta fácil observar que los psiquiatras infantoadolescentes están totalmente sobrepasados. Al parecer, cada vez aparecen trastornos severos en niños más pequeños.
—Desde hace unos 30 años se reconoce que los niños también sufren de depresión. Antes de eso, se definía que la depresión debutaba en la adolescencia, por los cambios hormonales. En los niños se da, generalmente, en relación a una dinámica familiar patológica, en la cual puede haber maltrato, violencia, descuido, negligencia, etc. Los niños manifiestan las alertas a través del juego, se retraen, se aíslan; aparece el desánimo, irritabilidad y rabia. Ha habido muchas crisis entre adolescentes y preadolescentes después de la pandemia, con intentos de suicidio, y otras autoagresiones o con episodios depresivos que les impiden llevar una vida normal. Yo creo que la sociedad chilena no estaba preparada para una crisis de esta magnitud. Hemos visto también un nuevo fenómeno relacionado con la violencia entre pares a nivel escolar. Los niños no están viviendo un ambiente sano.

¿Qué es lo que se puede hacer de manera inmediata?
La capacidad formadora ha aumentado mucho los últimos años, pero necesitamos más psiquiatras y también una mejor distribución de esos recursos, porque si tú vives en Las Condes, Providencia, Vitacura, vas a tener relativamente fácil acceso a un psiquiatra. Otro problema es cuánto te cuesta. En otros lugares de Santiago, o en regiones, ese acceso no es tal. Hay que resaltar la importancia de la psicoterapia, sobre todo en las depresiones más leves que no necesariamente requieren fármacos. En el caso de los niños, generalmente implica una intervención sistémica a nivel de la familia. En general en Chile, en comparación con Argentina, hemos sido mucho más reacios a ese tipo de intervenciones. Eso ha ido cambiando en los últimos años, pero la población chilena tiende más a los fármacos que a la psicoterapia.

Lee la entrevista completa AQUÍ

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[PRENSA] ¿Tendrán los niños del futuro más amigos creados por la inteligencia artificial que humanos?

Los especialistas dicen que es probable, pero advierten que esto podría pasar sobre todo en la población infanto-juvenil que carece de apoyo y vínculos. Los riesgos son el aislamiento y el atrofiamiento de las habilidades sociales. Sobre este tema fue entrevistada la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

“Una cosa que alguien me dijo recientemente y que se me quedó grabada es que están bastante seguros de que sus hijos van a tener más amigos IA (inteligencia artificial) que amigos humanos”, dijo recientemente Sam Altman, cofundador y CEO de OpenAI, durante una entrevista. “Y no sé cuáles van a ser las consecuencias”.

Sus palabras no parecen estar lejos de la realidad. La app de mensajería estadounidense Snapchat ya tiene “My AI”, un chatbot impulsado por la tecnología GPT de OpenAI. Esta función fue lanzada en febrero para los suscriptores de pago de Snapchat+. Pero en abril, la empresa anunció que quedaría disponible a la audiencia global de Snapchat de forma gratuita.

“A la persona se le puede empezar a olvidar que esto es un chatbot y comenzar a tener la idea de que está hablando con su mejor amigo o que está hablando con una celebridad como Lionel Messi”, si, por ejemplo, se decide a caracterizarlo de esa forma, explica Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.

Según ella, “los niños —aunque no deberían tener acceso a este tipo de tecnología— y adolescentes, aún en etapa de desarrollo, y sobre todo aquellos que tienden a ser introvertidos o con menos habilidades sociales, podrían ser más vulnerables frente a ello”.

Esto, especialmente considerando que en Chile y en el mundo, adolescentes “se relacionan con personas en línea, que identifican como amigos pero que no conocen en la vida real y, en algunos casos, no les han visto la cara”, agrega. De ahí, Martínez opina, “el paso a que el amigo sea un chatbot, es poco”.

Además, “probablemente puede ser más amable para algunos relacionarse con chatbots, que ofrecen varias opciones y no te enjuician, que con una persona que te puede criticar o puede incluso no contestarte”, añade.

Lee el artículo completo AQUÍ

 

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[PRENSA] Análisis de la salud mental en Chile en el marco de la última cuenta pública presidencial

Invitada a Emol TV, la académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay, Dra. Vania Martínez, conversó respecto a los anuncios y reflexiones en el ámbito de la salud mental que hizo el Presidente Gabriel Boric en su última cuenta pública.

De acuerdo a la Dra. Martínez, cuando se habla de salud mental también se debe hablar de un bienestar integral. “Siempre en nuestra mente está la necesidad de la atención, de los tratamientos, más psicólogos, más psiquiatras, pero, en realidad, la salud mental es mucho más allá que eso. En la cuenta pública también hay anuncios que tienen que ver con seguridad, con deportes, con ciencia y todos esos elementos apuntan a un mejor bienestar y mejor salud mental de la población. Pero, sin duda, que el sector salud requiere mayor inversión”, indicó.

En nuestro país, se invierte en salud mental alrededor de un 2,4 por ciento de todo el presupuesto de salud y lo prometido por el gobierno es llegar a un 5-6 por ciento al final de su período. “Entonces, se requiere para el próximo año un decidido aumento para que así no vayamos quedando al debe”, indica la directora de Imhay.

Respecto al anuncio realizado por el Presidente en cuanto a construcción de nuevos Centro de Salud Mental  (Cosam), la especialista indicó que: “si bien es importante la construcción de estos centros de salud, también necesitamos reforzar la atención primaria y que haya, no sólo mayor acceso, sino que los tratamientos sean de calidad. Hemos visto cómo, muchas veces, la atención que se hace ahí es breve y muy esporádica”.

Y agregó que “no se puede hablar de psicoterapia si es que voy a un psicólogo una vez al mes. Eso en ninguna parte del mundo ha demostrado que tenga un impacto en una mejor salud mental. Por lo tanto, ahí es donde necesitamos poner hartos refuerzos para la atención. Y para qué hablar de prevención y promoción, donde actividades con la comunidad y con el intersector como educación son importantes. Allí tienen un gran rol las comunidades educativas para favorecer una promoción del bienestar y prevención de problemas de salud mental”.

Ve la entrevista en el siguiente link:

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Investigadoras de FEN Uchile y del Núcleo Milenio Imhay entregan recomendaciones al G20 para el acceso digital universal de la atención médica inclusiva

El documento, dirigido a los gobernantes y presidentes de bancos centrales que conforman el Grupo de los Veinte,  otorga una hoja de ruta y un conjunto de políticas que buscan integrar las capacidades e infraestructura de atención médica digital, para un acceso asequible, inclusivo, equitativo y universal.

Alicia Núñez y Vania Martínez, investigadoras de Imhay que formaron parte del equipo que que entrega un conjunto de políticas que buscan integrar las capacidades e infraestructura de atención médica digital

A pesar de los avances que el mundo ha conseguido en temas de conectividad y comunicación, acceder a servicios de salud aún representa un desafío para algunos grupos de la población, como los ancianos, personas pobres o que viven en zonas rurales. Las plataformas de salud digital, que vieron ampliado su uso con la pandemia por Covid-19, han permitido que los proveedores de salud proporcionen atención y tratamientos, facilitando cada vez más su acceso a la población.

Hoy, el acceso digital universal a la atención médica inclusiva es parte de la visión del G20 para lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (buena salud y bienestar), pero presenta desafíos al no existir un marco unificado o esfuerzo concertado que entregue una hoja de ruta a los países para lograrlo.

La académica del Departamento de Control de Gestión y Sistemas de Información de la FEN U. de Chile e investigadora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), Alicia Núñez; la directora de Imhay, Vania Martínez; el académico del Department of Information and Decision Sciences, University of Illinois at Chicago, Arkalgud Ramaprasad; y SD Sreeganga, estudiante de Ph.D., en O.P. Jindal Global University, elaboraron el documento denominado Pathways to Universal Digital Access to Inclusive Healthcare in the G20, que entrega un conjunto de políticas que buscan integrar las capacidades e infraestructura de atención médica digital, para un acceso asequible, equitativo y universal. Estas se basan en un marco ontológico de acceso digital universal a la atención médica inclusiva, que permita formalizar y transferir conocimientos; generar retroalimentación y aprendizajes de su implementación para los países dentro y fuera del G20; y mapear el estado de necesidad y práctica del acceso digital.

La académica Alicia Núñez sostiene que este trabajo surgió a partir de “que la atención médica digital está sucediendo hoy en día y está cambiando la forma en que se realizaban las atenciones de salud. Por lo tanto, es necesario integrarlas en la vida diaria y aprender de los esfuerzos de desarrollo e integración que han realizado diversos países”.

Añadió que es importante “contar con una hoja de ruta o guía que nos permita lograr que este tipo de atenciones digitales sean equitativas, para así lograr un acceso universal. En este resumen de recomendaciones de políticas de salud proporcionamos un marco claro, conciso y completo para promover un acceso digital universal a una atención médica inclusiva digital”.

Recomendaciones

Las recomendaciones entregadas por los autores al G20 se ordenan de acuerdo con el marco ontológico y están alineadas con investigaciones, políticas, y recomendaciones de la OMS, las agencias de la ONU, experiencias del equipo de trabajo y otros organismos. Su priorización se establece en base a las necesidades de cada país.

Salud digital: Las prioridades políticas de salud digital deben estar alineadas, adaptadas y moldear las preferencias de salud de cada país. El acceso digital debe diferenciar e integrar los requerimientos de la salud física, mental y atención médica holística; y soportar los requisitos de las diferentes etapas de atención, que incluye los avances en el conocimiento médico, la demografía, los requerimientos de la población y las políticas de salud, desde la preconcepción hasta la muerte.

La atención médica digital debe estar integrada, centrada en las personas, ser interoperable y con alta fidelidad. También, debería ayudar a generar datos para determinar las intervenciones más efectivas y eficientes; terminar con el trabajo pesado y repetitivo, eliminar el papeleo, ayudar a tomar mejores decisiones, entre otros. La gobernanza de la salud digital debe estar alineada con la estructura de gobernanza de salud del país y sus requisitos legales.

Acceso a la atención médica digital: El acceso digital es necesario, pero no suficiente para una asistencia de salud eficaz y eficiente. Debe ir de la mano con el acceso físico (en persona), y equilibrarse en función de los requisitos de atención médica, el personal y la población.

El acceso digital debe abordar los nuevos desafíos de comunicación, cumplimiento, adherencia, motivación y comportamiento; asimismo, deben transformar la escala y el alcance de la atención médica, aprovechando la digitalización, y no solo satisfacer los requisitos actuales y automatizar la entrega de servicios de salud actual. Debe ser equitativo y reducir las disparidades en la atención médica.

Personal que entrega atención médica digital: El acceso digital debe estar disponible para todos los proveedores de atención médica en función de su labor, requisitos y la necesidad que satisfacen. Deben ayudar a automatizar, informar, y transformar su papel en la prestación de atención médica.

El acceso digital para la atención médica de una persona debe ser transferible entre proveedores; ofrecer programas específicos de enfermedades y atención centrada en el paciente; ser confiable, privado, confidencial y seguro; respaldar e integrar las funciones de atención médica especializada de los proveedores; y estar incluido en el plan de estudios, su formación y competencias.

-Población receptora de asistencia médica digital: El acceso digital debe estar disponible para toda la población en función de sus requerimientos, necesidades, ubicación y recursos y ser mapeados en detalle.

Las personas deben ser socias en el diseño, desarrollo y entrega del acceso digital a la salud. Sus sensibilidades culturales deben ser parte del proceso.

Los datos agregados deben ponerse a disposición de los investigadores y los encargados de formular políticas, para evaluar la eficacia de los programas y las intervenciones.

-Fuerzas que mueven la salud digital: Las políticas de acceso digital a la salud deben establecer normas, ayudar a superar las barreras de acceso y los impulsores, como la educación, los incentivos y la flexibilidad operativa. Las políticas de gobernanza, legales y regulatorias deben establecer normas para el acceso digital a la atención médica. La ética de la prestación y recepción de asistencia sanitaria digital debe normalizarse y desplegar recursos para cumplir las normas de gobernanza, legales, reglamentarias y éticas, incluso a costa de introducir  barreras  o disminuir los impulsores de salud.

Se deben implementar recursos para superar las barreras al acceso digital a la atención médica, como la calidad de la conexión, las actualizaciones frecuentes de los sistemas operativos y las plataformas, y la fatiga del personal.

-Recursos digitales: Los recursos tecnológicos y financieros son necesarios, pero no suficientes. Los recursos tecnológicos deben ser accesibles para el personal y la población; estar disponibles en todas las etapas y enfoques de la atención de la salud, y cumplir con los requisitos de calidad de los usuarios. Los recursos financieros sustentan la disponibilidad, accesibilidad y calidad de todos los recursos y del sistema. También, deben garantizar su continuidad en todas las ubicaciones y tiempo, las dos ventajas claves del acceso digital sobre el acceso físico.

Los recursos humanos deben diseñar, desarrollar y operar el sistema de manera efectiva y eficiente; y soportar las funciones de la tecnología para el personal y la población. Los recursos informativos deben informar y transformar el acceso digital universal a la atención médica universal. La información debe incluir la población, el personal; y proporcionar soporte para transacciones, decisiones, interpretación y desarrollo del conocimiento.

Los recursos espaciales deben estar disponibles y accesibles, para el personal y los destinatarios, y así mantener la confidencialidad, privacidad y seguridad de su interacción. Los recursos de infraestructura son recursos físicos no tecnológicos, como edificios, plomería, administración y otros, que apoyan al personal y población. Los recursos temporales ayudan a igualar la disponibilidad y accesibilidad del personal sanitario y destinatarios. También, aseguran la provisión de servicios de atención médica de emergencia episódicos, y los servicios continuos.

-Acceso digital universal a la atención médica inclusiva: El éxito en proporcionar acceso digital universal a la atención médica inclusiva dependerá de su gobernanza a nivel local, nacional y global. Además de formular políticas, la gobernanza debe incluir la misión de generar conocimiento y aplicarlo a través de la investigación formal y la evaluación de políticas y prácticas. Debe estar alineado e integrado con la misión de salud digital del país y utilizar el ecosistema creado por dicha misión de manera efectiva. Cada país, debe desarrollar un sistema de aprendizaje continuo con retroalimentación.

Fuente: Comunicaciones FEN

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Imhay invita a conferencia online sobre salud mental de la juventud en la postpandemia

¿Cuáles fueron los impactos directos que provocó la pandemia en el bienestar de los adolescentes y jóvenes? ¿Qué lecciones nos dejó el haber vivido esta crisis de salud mundial? ¿Qué estrategias se pueden implementar para contribuir a una mejor salud emocional de la juventud ya pasada la pandemia? Éstas son algunas de las interrogantes que se abordarán en esta actividad online y gratuita.

La pandemia por Covid-19 provocó un alto impacto en la vida de las personas, siendo la salud mental una de las áreas de la salud que más se vio afectada. En este contexto, la juventud fue el grupo que se vio mayormente resentido en el ámbito psicológico y es que las medidas sanitarias implementadas, tales como el confinamiento prolongado y las extensas cuarentenas provocaron un aumento en sus niveles de estrés, ansiedad y síntomas depresivos.

En esta conferencia se revisarán algunos de los principales efectos de la pandemia sobre la salud mental de la juventud. Además, se abordarán aquellos factores asociados con el aumento de problemas psicológicos y entregarán algunas estrategias efectivas de afrontamiento.

De esta manera, la actividad online buscará generar una conversación sobre la prevención de los problemas de salud mental y la promoción del bienestar en el contexto postpandémico.

LUNES
19 DE JUNIO

17.00 HRS.
CHILE

ONLINE
VÍA ZOOM

PRESENTA:

Álvaro Langer director alterno de Imhay

 



Dr. Álvaro I. Langer

Director alterno de Imhay
Profesor asociado de la Facultad de Psicología y Humanidades
Universidad San Sebastián, sede Valdivia

PARA ASISTIR AL SEMINARIO 

PorImhay

Conductas autolesivas no suicidas en hombres jóvenes: expresión de un sufrimiento oculto

Estigmas asociados a ‘lo masculino’ y falta de contención adecuada los predisponen a regular sus emociones mediante autolesiones.

Valeria Brito obtuvo el grado de Magíster en Clínica Infanto Juvenil de la Universidad de Chile con la tesis titulada: “Narrativas de malestar masculinas de conductas autolesivas no suicidas en jóvenes universitarios”, la que fue guiada por la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

La literatura científica reconoce que por cada cuatro mujeres que presentan autolesiones no suicidas, hay tres varones que siguen la misma conducta, motivados por las mismas razones: no poder regular adecuadamente sus emociones displacenteras. Y, sin embargo, las investigaciones se han centrado tradicionalmente en el campo femenino.

“Eso se explica por varias razones, por ejemplo, influyen las barreras que tienen los hombres para consultar en salud mental”, explica la psicóloga e investigadora de postgrado de Imhay, Valeria Brito. “Las mujeres presentan menos barreras para consultar, son quienes más asisten a los servicios de salud, y la mayoría de los estudios se hacen con muestras clínicas. Entonces, como los hombres consultan menos, se sabe menos sobre ellos”.

Por esta razón, la profesional abordó el tema de las autolesiones en varones jóvenes para su tesis de Magíster en Psicología Clínica de la Universidad de Chile, que aprobó exitosamente bajo la tutoría de la directora del Núcleo Milenio Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Dra. Vania Martínez.

Con la ayuda del también investigador de Imhay, Dr. Álvaro Jiménez, y basándose en datos del Estudio Longitudinal de Salud Mental en Estudiantes Universitarios (ELSAM) aplicado a estudiantes de educación universitaria de primer año -uno de cuyos ítems se refiere específicamente a conductas autolesivas no suicidas- Valeria Brito contactó a un grupo de once varones que cumplían con los requisitos de su investigación: tener entre 18 y 19 años, haber presentado autolesiones en el último año, e identidad de género masculina “porque nosotros lo que queríamos era estudiar justamente masculinidades, conocer cómo estas autolesiones ocurrían en la población masculina”, dice la psicóloga.

Masculinidad y represión de emociones

Históricamente los hombres han cargado con un mandato de masculinidad que les lleva a reprimir su sentir. Entonces, ante la presencia de emociones displacenteras, la autolesión cumple un rol regulador, comenta la psicóloga.

El enfoque de la investigación de Valeria Brito fue de tipo cualitativo, con un análisis narrativo, ya que se basó en los relatos que los once jóvenes fueron entregándole. De dichas entrevistas, la psicóloga comenta que pudo identificar que algunos de los factores de riesgo de presentar autolesiones provienen de “experiencias tempranas muy complejas, relacionadas con el haber sido víctimas de abuso sexual, maltrato o acoso escolar. Éstas van gatillando un malestar en la persona y condicionan el momento que están viviendo. De esta manera, se manifiestan, por ejemplo, en una autoestima baja; también una autoexigencia académica que les produce alto nivel de estrés y ansiedad; mucho rechazo con su propio cuerpo y experiencias previas de conducta suicida”.

Son esas tensiones, sensaciones displacenteras y acumulación de malestar las que sitúan al joven en un escenario donde se ve sin herramientas para regular sus emociones. “Y aquí entramos en el tema de la masculinidad”, explica la investigadora.

“En la literatura se habla de que los hombres cargan con un mandato de masculinidad que les indica que tienen que reprimir sus emociones desde muy pequeños. Entonces, ante estas emociones displacenteras, están desprovistos de herramientas de regulación emocional, y ahí aparece la autolesión cumpliendo un rol regulador. O sea, ante esta acumulación de tensión por estas circunstancias de vida que están experimentando, encuentran en la autolesión una descarga, mayor calma y tranquilidad. Sin embargo, su efecto es de muy corto plazo y muchas veces está acompañado de mucha culpa”, añade Valeria.

De la investigación se desprende que, a diferencia de las mujeres -que generalmente recurren a autolesionarse con cortes superficiales en la piel-, los varones se provocan quemaduras, heridas, golpean objetos o a sí mismos. “Es una forma desadaptativa de regulación emocional, porque se provocan daño físico y psicológico”, indica Valeria Brito.

Según indica la psicóloga, las mujeres tendrían una mayor capacidad para hablar de lo que les pasa y así regular sus emociones. Sin embargo, los hombres que participaron del estudio indicaron que a ellos no se les permitiría verbalizar lo que les sucede “porque el día en que vayan a hablar con sus papás los van a juzgar, van a pasar vergüenza, los amigos jamás van a aceptar que se hable de emociones. Y ahí está el por qué estudiamos masculinidades: porque vemos diferencias de género”, relata Valeria.

Barreras para el apoyo profesional

De los once participantes en el estudio, cinco habían recibido algún tipo de atención profesional en salud mental, que reconocían como un factor importante para que disminuyeran sus conductas autolesivas. Pero los otros siete, no.

“Eso ya es un indicador importante, porque hablamos de casos que presentan una conducta desadaptativa grave en su integridad física y psicológica. Están sufriendo situaciones de gran riesgo y no han pedido ayuda profesional por el estigma y las barreras asociadas a la vergüenza que significa en los hombres los temas de salud mental”, plantea la investigadora.

Y agrega que “tenemos que promover una disminución en este estigma. En la medida en que los hombres puedan hablar más acerca de su salud mental y de sus emociones, van a tener una mayor predisposición a acceder a atención en salud mental y a recibir ayuda. Ellos viven muy solos sus problemas de salud mental, y lo que tenemos que buscar es todo lo contrario: que puedan apoyarse en las estrategias que se sabe que funcionan y a cargo de profesionales”.

Todo un desafío, dice la psicóloga, porque implica promover redes de apoyo, de amistades y generar espacios donde las personas puedan verbalizar sus emociones. Y por otro lado, generar cambios institucionales, tanto en los servicios de salud -para aprender a pesquisar las autolesiones en varones y derivar adecuadamente-, como en las instituciones de educación, para comprender que dentro del estudiantado masculino también hay conductas autolesivas no suicidas que expresan un sufrimiento oculto.

¿Dónde pedir ayuda?
Pueden contactarse al fono Salud Responde: 600 360 7777 o a Prevención del Suicidio: *4141.

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[PRENSA] Las apps para rastrear la actividad de los hijos tienen beneficios, pero también riesgos

Consultados por el diario El Mercurio, especialistas, entre ellas, la investigadora de Imhay, Dra. Carolina Iturra, señalan que si se opta por utilizarlas, es crucial primero hablar el tema, sobre todo con los adolescentes y los jóvenes veinteañeros, ya que de otra forma se puede minar su autonomía, clave en esas edades.

El atractivo de usar este tipo de aplicaciones, tanto con niños, adolescentes y hasta en jóvenes comenzado sus veinte, recae en que, actualmente, «cómo se comporta la sociedad en el mundo genera que los padres sean más temerosos respecto a la seguridad de sus hijos», dice Carolina Iturra, psicóloga, académica de la U. de Talca e investigadora del Núcleo Milenio Imhay.

Sin embargo, su uso no está exento de riesgos, sobre todo en adolescentes. «Podría ser complejo, porque no dejarían que los hijos fueran capaces de resolver situaciones por sí solos y afectaría la construcción de la identidad. En la adolescencia, los jóvenes están construyendo su identidad, ejerciendo un control sobre ellos mismos y generando un sentido de autoeficacia», indica Iturra.

Así es que utilizar estas aplicaciones «podría implicar que todos estos elementos no se desarrollen apropiadamente, lo que afectaría su bienestar y salud mental», acota.

Por ello, el primer paso, antes de usar estas apps es establecer normas a través del diálogo, como acordar que los hijos llamen cuando lleguen a un lugar o que conversen sobre el contenido web al que acceden.

Si aún así se piensa que es necesario «usar estas aplicaciones, es relevante que exista una conversación y un porqué, que vaya más allá de tratar de manejar la propia ansiedad como padre o el control excesivo», precisa la investigadora de Imhay.

Si los padres de jóvenes en edad universitaria las utilizan con ellos, agrega Iturra, «siempre deberían los jóvenes estar de acuerdo con su uso; de lo contrario, podría hacerlos sentir que no son capaces de regularse a sí mismos y tener efectos en su capacidad de autonomía e independencia».

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