En el marco de una nueva conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, el investigador de Imhay y académico de la Universidad San Sebastián, Dr. Álvaro Jiménez, fue invitado por Gendarmería de Chile a exponer sobre la relación entre masculinidad y riesgo suicida. En su presentación, abordó la paradoja de género en el suicidio, las barreras que enfrentan los hombres para pedir ayuda y el alto riesgo en contextos penitenciarios.

Dr. Álvaro Jiménez, académico de la Universidad San Sebastián e investigador de Imhay.
El suicidio continúa siendo un grave problema de salud pública en Chile y el mundo. Aunque las mujeres presentan mayores tasas de intentos, son los hombres quienes mueren más por esta causa. Este fenómeno, conocido como la paradoja de género, fue el eje de la presentación realizada por el investigador de Imhay, Dr. Álvaro Jiménez, a autoridades y personal de Gendarmería.
En su presentación, el especialista recalcó la necesidad de repensar la forma en que se aborda este tema desde una perspectiva cultural y social. De acuerdo con la evidencia expuesta, las normas tradicionales de la masculinidad —como la dificultad para expresar emociones, reconocer el sufrimiento o pedir ayuda— se convierten en factores de riesgo que aumentan la vulnerabilidad de los hombres. En este marco, dio a conocer modelos teóricos del suicidio, como la teoría interpersonal, que explica cómo la sensación de ser una carga, el aislamiento y la desconexión social pueden derivar en desesperanza y en ideación suicida.
El académico también abordó el fenómeno en contextos penitenciarios, donde el riesgo se incrementa significativamente. Según comentó, estudios recientes indican que la exposición a intentos o muertes por suicidio de otras personas privadas de libertad aumenta la probabilidad de que un interno replique esa conducta. A ello se suman las condiciones propias del encierro, como el aislamiento y la falta de redes de apoyo, lo que convierte a las cárceles en entornos críticos para la prevención.
Frente a este escenario, el Dr. Jiménez destacó la urgencia de implementar estrategias de intervención psicosocial sensibles al género, capaces de superar las barreras culturales que impiden a los hombres buscar ayuda. De esta forma, enfatizó en la necesidad de romper el silencio en torno a la masculinidad y el suicidio, generando conciencia pública, capacitando a profesionales de la salud mental y consolidando políticas públicas que contemplen las particularidades de los hombres, especialmente aquellos que viven en condiciones de vulnerabilidad como la privación de libertad.
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