En un nuevo capítulo del programa “Hablemos de Chile”, producido por Media UC y emitido en canal 13c, la conversación se centró en cómo abordar la ansiedad. Para ello, la periodista Lucía López conversó con los investigadores del Núcleo Milenio Imhay, Dra. Vania Martínez y Dr. Jorge Gaete.
¿Qué es la ansiedad?
Para la Dra. Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y directora de Imhay: «es en forma natural o normal, una emoción que todos tenemos frente a ciertas situaciones y que nos ayudan a prepararnos para enfrentar eso. Por ejemplo, si tengo una entrevista de trabajo, tengo una prueba importante o tengo una carrera, es probable que yo sienta ansiedad. ´Siento nervios dice la gente o me siento con nerviosismo o los nervios de punta´, y eso (una ansiedad normal) me va a ayudar a prepararme para eso».
Durante el programa, la investigadora señaló que actualmente la gente está tomando más conciencia de los problemas de salud mental. «Además, hemos visto que está aumentando la ansiedad problemática en ciertos grupos especialmente de adolescentes y jóvenes. En Chile, nosotros no tenemos estudios tan continuos en el tiempo que nos indiquen lo que está ocurriendo. Sin embargo, nosotros en el Núcleo Milenio Imhay hemos hecho investigación en estudiantes en la universidad y hemos visto cómo a partir de la pandemia efectivamente hay altos síntomas de ansiedad. Lo vimos desde 2020 al 2023; en el 2024 tenemos datos preliminares y esto se ha estancado y probablemente estamos volviendo a niveles anteriores que teníamos la pandemia, pero en el mundo se ha descrito que el grupo de adolescentes y jóvenes es un grupo que particularmente está afectado por síntomas de ansiedad».
¿Cómo identificar la ansiedad problemática?
El Dr. Jorge Gaete, psiquiatra, académico de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes e investigador principal de Imhay, señaló que «hay algunas condiciones que nos ayudan a poder diferenciar, por ejemplo, si aparecen estos síntomas de ansiedad en un momento en el cual no hay un estímulo amenazante o aparecen de la nada, por ejemplo. Uno podría decir que algo está sucediendo ahí, que nuestro sistema de respuesta está activado cuando no debiera estar, porque la ansiedad es una respuesta importante para prepararnos frente a una situación amenazante».
«Cuando los síntomas de ansiedad frente a una amenaza se extienden más allá de la presencia de ese estímulo, a nosotros también nos llama la atención. ¿Por qué tanto tiempo se siente ansiosa cuando ya pasó este evento en particular? También, cuando la intensidad es muy alta, a veces la ansiedad de alguna forma nos afecta, de tal forma que nos impide hacer algo, nos impide hacer aquello que estábamos haciendo, es porque la ansiedad es muy alta», agregó.
Revisa el capítulo completo a continuación:
En Chile, aunque las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres, enfrentan una mayor prevalencia de síntomas depresivos a lo largo de su vida. Un estudio de la Universidad San Sebastián y otros centros de investigación, entre ellos, el Núcleo Milenio Imhay, revela cómo las desigualdades estructurales y sociales exacerban esta brecha en la salud mental, subrayando la necesidad de políticas públicas con enfoque de género para abordar esta disparidad.
En Chile, según la OCDE, la esperanza de vida al nacer es de 83 años para las mujeres, y 78 años para los hombres; no obstante, las condiciones en que se desarrollan sus vidas difieren en varios aspectos. Uno de ellos es la salud mental. Un reciente estudio publicado en la revista Global Mental Health (Cambridge, Inglaterra), revela que aunque las mujeres chilenas suelen vivir más, también es más probable que experimenten síntomas depresivos durante una mayor parte de su vida en comparación a los hombres.
El estudio, que analizó datos de las Encuestas Nacionales de Salud de 2003, 2010 y 2016, encontró que la brecha de género en la esperanza de vida libre de síntomas de depresión es considerable y persistente. Las mujeres chilenas, en todas las edades evaluadas, enfrentan una mayor prevalencia de síntomas depresivos, tendencia que se mantiene consistente a lo largo del tiempo, con una diferencia en la proporción de años de vida con síntomas depresivos que alcanza o supera los 10 puntos porcentuales en casi todos los grupos etarios y períodos estudiados.
La investigación fue realizada por investigadoras de la Universidad San Sebastián, Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (MICARE), Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) y Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), a través de su investigadora joven, Francesca Borghero.
Ahondando en los datos, el equipo analizó además la interacción del género con otras dimensiones sociales que podrían exacerbar las diferencias. “Observamos que tener un menor nivel educativo y el desempleo aumentan la probabilidad de síntomas depresivos entre hombres y mujeres, pero el efecto era mayor y más persistente entre las mujeres”, comenta la Dra. Ximena Moreno, académica de la Facultad de Psicología y Humanidades USS y primera autora del artículo.
Lo anterior es una muestra de cómo las desigualdades estructurales impactan la salud mental de la población, de manera diferenciada. “Los resultados de nuestra investigación apoyan la importancia de adoptar un enfoque de género en las políticas públicas para abordar eficazmente la disparidad que experimentan las mujeres en la esperanza de vida libre de síntomas depresivos”, agrega la Dra. María José Monsalves, académica del Departamento Nacional de Salud Pública de la Facultad de Medicina y Ciencia USS.
En concreto, las autoras recomiendan actualizar las directrices del programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) de Chile relacionado a salud mental, considerando la perspectiva de género para mejorar tanto el acceso, como la relevancia y la efectividad de los tratamientos para la depresión. “Las políticas públicas, por su parte, debieran tener el objetivo final de abordar la complejidad de dimensiones que se intersectan con el género y afectan la salud mental de las personas”, comenta la Dra. Paula Dagnino, académica de la Facultad de Psicología y Humanidades.
Impacto social y desafíos en salud mental
La Organización Mundial de la Salud señala que la depresión es la principal causa de años perdidos por discapacidad (AVAD) para las mujeres en Chile. Sin embargo, y aunque no figura entre las principales causas de AVAD para los hombres, la depresión sigue siendo el trastorno mental más común y tiene un impacto considerable en la calidad de vida de las personas afectadas.
Si bien tienen una mayor esperanza de vida, las mujeres en Chile tienen menor acceso a la educación y al empleo a tiempo completo, tienden a realizar trabajos de cuidado no remunerados y sufren mayor violencia de pareja: condiciones que no solo perjudican su bienestar, sino que también limitan su potencial de vida libre de enfermedades mentales. No obstante, la Dra. Ximena Moreno recalca que “a pesar de tener una mayor expectativa de vida libre de síntomas de depresión, los hombres son menos propensos a buscar consulta o tratamiento para sus síntomas, en parte debido a las normas culturales y la estigmatización asociada con admitir problemas de salud mental”.
Este es el primer estudio en Chile que aborda la brecha de género en la esperanza de vida libre de síntomas depresivos. Junto con la necesidad de ahondar en esta problemática, este trabajo resalta la necesidad de políticas públicas que consideren la intersección de género con otras dimensiones estructurales. En ese sentido, la Dra. María José Monsalves concluye también que “es crucial desarrollar enfoques de políticas de salud mental que aumenten el acceso a los tratamientos entre los hombres, para abordar eficazmente las necesidades de todas las personas”.
Fuente: María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS
Ve la nota publicada por El Mercurio, AQUÍ
Con la participación de estudiantes, docentes y colaboradores de Duoc UC, el evento reunió a expertos, entre ellos, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, quien dictó la charla «Abordaje del riesgo suicida en estudiantes de educación superior».
El instituto profesional Duoc UC realizó la 2da versión del Seminario de Bienestar y Salud Mental, organizado por la Dirección de Desarrollo Estudiantil y la Unidad de Apoyo y Bienestar Estudiantil de Duoc UC. La actividad, que se realiza cada año en el marco de la semana del bienestar, tiene por objetivo entregar estrategias de promoción y prevención en temáticas de salud mental, nutrición y prevención del consumo de drogas y alcohol.
Este año participaron tres expertos, entre ellos, la Dra. Vania Martínez, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay; Cristóbal Hernández y Marianne Cottin, quienes abordaron temas relevantes como abordaje del riesgo suicida en estudiantes de educación superior, el impacto del uso de internet en la salud mental, y estrategias sobre cómo maximizar el bienestar mediante hábitos saludables, respectivamente.
La Dra. Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, indicó que “esta semana dedicada al bienestar es muy importante, estas actividades sirven para que la comunidad en su conjunto reflexione, considerando el bienestar de los integrantes de cada estamento (…) Que haya un sentido de comunidad y pertenencia es uno de los factores de protección más importantes para prevenir el suicidio en jóvenes y adolescentes”.
En cada edición de este evento se invitan a exponentes que están a la vanguardia en temáticas de bienestar y salud mental, con el objetivo de reflexionar en torno a estas áreas que se han convertido en ejes centrales de nuestro plan de desarrollo actual como institución
Por su parte Alejandra Silva, Directora General de Desarrollo Estudiantil y Educación Continua de Duoc UC, expresó que “la salud mental es un pilar para la progresión estudiantil, ya que si los estudiantes no están bien es difícil que puedan responder. Entonces, es importante que como comunidad nos preocupemos de cuidarnos a nosotros mismos y, especialmente a nuestros estudiantes, preocuparnos de que ellos tengan todas las condiciones necesarias para poder aprender de la mejor forma posible”.
Fuente: Comunicaciones Duoc UC.
Ve la presentación de la directora de Imhay, a continuación:
Durante 5 días, más de 2.000 profesionales provenientes de 80 países se reunieron en el 26º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines, evento que se realizó por primera vez en América Latina y que reunió a expertos de todo el mundo, entre ellos, a la investigadora joven de Imhay y directora del Psiquislab de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile, Dra. Rocío Mayol.
La Dra. Rocío Mayol, investigadora joven de Imhay, participó en el Simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”.
En la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, se realizó el 26º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines (IACAPAP, por sus siglas en inglés), lugar hasta donde llegaron expertos internacionales de diferentes áreas de la salud mental en la infancia y la adolescencia, quienes se reunieron para discutir descubrimientos, avances y nuevos caminos en este campo, buscando ampliar los límites del conocimiento actual.
El tema del congreso 2024 fue “Desarrollo infantil, desafíos para la salud mental y el futuro de las naciones”, instancia donde también se congregaron profesionales de campos complementarios, como la salud mental, educación, economía, justicia, políticos y miembros de la sociedad civil, para fortalecer sus conocimientos y conexiones que apoyen el entendimiento de que las naciones sólo prosperarán si sus niños y adolescentes pueden prosperar
Y hasta este importante congreso internacional llegó la Dra. Rocío Mayol, investigadora joven de Imhay y académica de la Universidad Alberto Hurtado y la U. de Chile, quien participó como conferencista en el simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”. En esta actividad científica se presentó una actualización de los conceptos de Estados Mentales de Alto Riesgo, estudios y trayectorias; se comentó la experiencia chilena en el desarrollo de una red nacional para su estudio y las particularidades de la multiculturalidad en un proyecto llevado a cabo en la zona de la Araucanía en el sur de Chile.
El tema presentado por la Dra. Mayol se denominó : “Evidencia y desafíos en la psicoterapia cognitivo conductual para Estados Mentales de Riesgo”.
En particular, la Dra. Mayol presentó el tema “Evidencia y desafíos en la psicoterapia cognitivo conductual para Estados Mentales de Riesgo”, donde expuso la evidencia científica que existe respecto a la efectividad de la terapia cognitivo-conductual en el abordaje de los estados mentales de riesgo. Además, se refirió a los desafíos que aún se deben sortear en América Latina, puesto que la implementación de este modelo no es muy utilizado, por lo que, a juicio de la investigadora «resulta necesario potenciarlo, con el objetivo de otorgar soluciones a la medida de las personas que consultan».
De acuerdo a la psicóloga, en los modelos de intervención que existen para tratar los estados mentales de riesgo, la psicoterapia es fundamental. «Particularmente, la aplicación de la terapia cognitivo-conductual es crucial en el manejo de los estados mentales de riesgo, ya que ofrece herramientas efectivas para modificar patrones de pensamiento disfuncionales y conductas problemáticas, mejorando, de esta forma, la calidad de vida de las personas», puntualizada la profesional.
Respecto a su participación en la IACAPAP 2024, la Dra. Mayol comenta que fue una experiencia enriquecedora y gratificante. “El congreso no solo me brindó la oportunidad de presentar la evidencia científica disponible y los desafíos en la terapia cognitivo-conductual para estados mentales de riesgo, sino que también me permitió interactuar y colaborar con algunos de los líderes más influyentes en el campo de la salud mental infantil y adolescente”, señala.
Y agrega que “tener la oportunidad de recibir feedback sobre mi trabajo por parte de expertos internacionales fue algo que considero invaluable, ya que sus comentarios me ayudarán a perfeccionar mis métodos de trabajo y a considerar nuevas directrices para futuras investigaciones. Por tanto, considero, sin duda alguna, que fue una instancia que aportará a mi crecimiento profesional y al desarrollo de redes de colaboración que pueden tener un impacto duradero y a largo plazo”.
«El ambiente que se generó en el congreso fue altamente estimulante. El nivel de las presentaciones, expositores y asistentes, permitieron que se creara una atmósfera de intercambio de conocimientos y apoyo profesional que fue verdaderamente inspiradora», concluye la Dra. Rocío Mayol.
El simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”, fue liderado por la Dra. Adriana Gutiérrez, académica de la Universidad de Santiago de Chile. También participaron como panelistas la Dra. Sandra Venegas, del Departamento de Salud Mental y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Frontera; y el Dr. Alejandro Maturana, académico del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Universidad de Chile.
Sobre la IACAPAP
La International Association for Child and Adolescent Psychiatry and Allied Professions (IACAPAP) es una asociación sin fines de lucro reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como actor oficial no estatal en psiquiatría infantil y adolescente. Su misión es abogar por la promoción de la salud mental y el desarrollo de niños y adolescentes a través de la política, la práctica y la investigación.
Una de las principales actividades de IACAPAP ha sido la organización de congresos internacionales, encuentros que han permitido que profesionales y colegas se reúnan a aprender unos de otros y promover servicios y prácticas éticas de salud mental de niños y adolescentes.
La versión 2024 del Congreso de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines tuvo como foco promover el bienestar y el futuro de los niños y adolescentes en todo el mundo, a través de la generación de nuevas perspectivas, investigaciones de vanguardia y esfuerzos de colaboración para abordar los problemas de salud mental que enfrentan las generaciones jóvenes.
El Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior convocado por los Ministerios de Educación y Salud, emitió un informe donde se promueve el concepto de «currículums saludables» a través de medidas como fomentar los talleres de resolución de conflictos o generar convenios con centros de salud aledaños. Sobre este tema fue entrevistada por El Mercurio, la Dra. Vania Martínez, académica de la U. de Chile y directora de Imhay, quien también formó parte de esta instancia asesora.
«Es relevante pensar en cómo se incorpora la evidencia en estos procesos», advierte a El Mercurio, la psiquiatra y directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.
A principios de abril, el suicidio de una joven universitaria reabrió el debate respecto a la necesidad de prestar más atención a la salud mental de los estudiantes. Años antes, la discusión había sido abordada mediante protestas de alumnos -entre las más recordadas está la de un grupo de estudiantes de Arquitectura, quienes reclamaron por su alta carga académica- y tras la pandemia, muchas investigaciones evidenciaron el frágil estado de algunos: datos de la U. de Chile señalan que hasta 50% de los universitarios tienen síntomas de ansiedad y depresión.
Ante este escenario, en 2023 se conformó el Consejo Asesor de Salud Mental para la Educación Superior, una iniciativa que reúne a representantes de los ministerios de Educación y Salud, así como a académicos, dirigentes estudiantiles y profesionales del tema, entre otros.
«El consejo surge de la constatación de que si bien existían diagnósticos y recomendaciones en esta materia, la política pública carecía de un trabajo sistemático y participativo, liderado desde el Gobierno y de manera intersectorial, que convocara a diversas voces en un abordaje integral del problema de la salud mental en las instituciones de educación superior. De esta manera, el consejo se constituyó como una instancia inédita que logró recoger y consensuar recomendaciones y orientaciones para abordar los problemas y trastornos de salud mental», explica el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana.
Estas recomendaciones fueron dadas a conocer hace unos días a través de un informe (disponible para descarga gratuita desde el sitio https:// shorturl. at/OJqPy) que acumula más de 30 propuestas divididas por objetivos estratégicos. Entre otras medidas, se sugiere «conducir cambios en los planes de estudio que propendan a la consolidación de currículums saludables».
Esto supone dejar de lado la rigidez que caracteriza a muchos planes de estudio, promoviendo «estrategias de flexibilización curricular» y la necesidad de evaluar la duración de los programas, los que suelen considerarse «demasiado extensos», según se lee en el documento.
Interconexiones
Otra estrategia pasa por incentivar «políticas, instrumentos y procesos que fomenten estilos de vida saludables y una buena convivencia al interior de las comunidades». Aquí se destaca la importancia de las intervenciones tempranas enfocadas en la promoción y prevención.
«Una cosa es llegar cuando el problema ya está instalado, pero otra es prevenir, y ahí las comunidades educativas son un buen espacio para poder hacer programas de promoción», dice la psiquiatra Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio Imhay e integrante del Consejo Asesor en Salud Mental.
Generar talleres de habilidades socioemocionales y resolución de conflictos, planear intervenciones relacionadas con el uso de drogas y alcohol, así como fortalecer programas para la prevención del suicidio, se nombran como propuestas.
Junto con ello, se hace un llamado a dotar «de mayores herramientas a las y los docentes en detección temprana de problemáticas de salud mental» y «desarrollar materiales informativos y campañas comunicacionales orientadas a derribar estigmas», según señala el informe.
Por último, el documento propone la construcción de un sistema de intervención interconectado, sugiriendo, por ejemplo, convenios «de colaboración entre instituciones de educación superior que cuenten con carreras como Trabajo Social, Psicología, Medicina y Psiquiatría», para que egresados e internos puedan realizar sus prácticas dentro de los mismos centros de formación técnica, institutos profesionales o universidades.
Lee el artículo completo de El Mercurio, a continuación:
El rápido aumento del acceso a Internet y conectividad digital, así como el amplio uso de teléfonos inteligentes en el mundo, ha facilitado el desarrollo de intervenciones de salud mental digital. Y si bien se ha avanzado en la generación de evidencia científica respecto a su efectividad, aún persisten barreras y desafíos para su implementación. Y lo planteles de educación superior no están ajenos a esta problemática.
Chile, aunque es un país considerado de ingresos medio-altos, enfrenta una alta incidencia de trastornos mentales y de desigualdades socioeconómicas y geográficas en el acceso a la atención médica. Si bien la pandemia de COVID-19 creó un entorno favorable para el desarrollo y expansión de soluciones tecnológicas e intervenciones remotas en salud mental, aún existen significativas barreras para su implementación.
Y lo planteles de educación superior no están exentos a esta problemática. Es sabido que con la pandemia aumentaron ciertas patologías de salud mental en la juventud, entre ellas, depresión y ansiedad. Es en este contexto que en este seminario se hablará respecto al problema que actualmente deben enfrentar las universidades en el abordaje de la salud mental de sus estudiantes y cuáles serían algunas de las estrategias útiles para ir en su ayuda.
Por otro lado, y a través de distintas voces, se darán a conocer algunas iniciativas e intervenciones digitales que buscan orientar y apoyar a jóvenes que presentan problemas de salud mental. También se dictará la conferencia «Riesgo suicida en estudiantes universitarios: ¿Cómo puede ayudar la tecnología digital?», que estará a cargo del Dr. Álvaro Jiménez, académico de la Universidad San Sebastián e investigador del Núcleo Milenio Imhay y del Instituto Milenio Midap.
Esta actividad se enmarca dentro de la Red Internacional para el Fortalecimiento y Desarrollo de la Salud Mental Digital – FOVI220026, financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que busca fortalecer y desarrollar una red internacional en salud mental digital que aporte a la reducción de las brechas existentes en prevención, detección y tratamiento de los problemas de salud mental, considerando un enfoque transdisciplinario y la pertinencia contextual de las intervenciones.
09.00 – 09.10: BIENVENIDA
Dra. Graciela Rojas, Red Internacional para el Frotalecimiento y Desarrollo de la Salud Mental Digital. FOVI220026
09.10 – 09.40: CONFERENCIA “¿EN QUÉ CONSISTE EL PROBLEMA Y CÓMO SE PUEDE ENFRENTAR?”
Scarlett Mac-Ginty, Ph.D (c) en el Servicio de Salud e Investigación Poblacional del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King´s College de Londres e investigadora joven de Imhay.
09.40 – 11.40: MESA REDONDA: DISTINTOS ABORDAJES NACIONALES
Coordina: Daniel Espinosa, investigador adjunto MIDAP
María Paola Marchant: “Bienestar y salud mental en estudiantes de educación superior: estrategias de enfrentamiento desde la IES”
Viviana Guajardo: “Alfabetización en salud mental digital en estudiantes universitarios”
Antonio Salinas: “AquíContigo: una iniciativa tecnológica de la Red de Salud Digital de las Universidades del Estado”
Vania Martínez: “Intervenciones digitales para depresión y ansiedad en estudiantes de educación superior”
11.40 – 12.00: PAUSA
12.00 – 12.30: CONFERENCIA “RIESGO SUICIDA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS: ¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA TECNOLOGÍA DIGITAL?
Álvaro Jiménez, psicólogo, Doctor en Sociología, académico USS e investigador Núcleo Milenio Imhay e Instituto Milenio Midap.
12.30 – 13.00: TESTIMONIO DE ESTUDIANTES
César Quiroz y Alejandro Flores, grupo de ayuda universitaria “Manitos de Confianza”, Universidad de Chile.
Expertos, entre ellos, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, plantean que tener espacios para compartir con ellos, enseñándoles la empatía, pero también discutiendo los desafíos de las nuevas tecnologías emergentes y sus riesgos, son acciones clave.
Al trabajar en una buena ciudadanía digital, afirma la psiquiatra Vania Martínez, no solo hay que ver a posibles víctimas y victimarios: “También hay que trabajar sobre personas que actúan como espectadores pasivos, que pueden alertar e ir bloqueando ciertas situación».
El caso de las deepfakes -imágenes generadas con inteligencia artificial (IA) que imitan la apariencia de una persona- creadas por alumnos de un colegio de Santiago reaviva el debate sobre la relación de los adolescentes con la tecnología.
Para Daniel Halpern, académico y director de Tren Digital de la U. Católica, esto entra en la categoría del ciberbullying, “que se manifiesta en el mundo digital por varias razones: es fácil hacerlo, te da una sensación de anonimidad -los adolescentes suben el contenido y es difícil saber quién fue- y no hay reglas casi, no hay una normativa que muchas veces castigue estas acciones”.
“Hoy día, para el adolescente, su vida digital, la reputación digital, muchas veces es más importante que la presencial, que lo offline. Entonces, se sabe que es donde más daño les hace. Estas razones explican por qué se masifica tanto el fenómeno del ciberbullying”, agrega.
Estas acciones no son inocuas. Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), nombra el riesgo suicida, patologías depresivas y trastornos de ansiedad como algunas consecuencias en la salud que pueden desarrollar las víctimas.
“Probablemente no afecte por igual a todas las personas. Pero como no sabemos a quién le va a afectar más o menos, es importante que se haga prevención. Y cuando hay víctimas, ofrecer ayuda y apoyo. También a los victimarios, porque (si son adolescentes) son personas en eta- pa de desarrollo que también requieren ayuda”, dice. Esto, señala, no quita que deberían ser responsables de sus actos.
Según Halpern, un problema es que si bien “los adolescentes son nativos digitales, ya que nacieron con la tecnología (…) esto solo es cultura digital, que es distinto a educación o alfabetización digital”.
Y explica: “Alfabetización digital es en- tender las consecuencias de mis acciones, cómo voy a impactar, cómo desarrollo empatía a través de pantalla (…). Tienen cultura digital, pero no necesariamente es lo mismo que tener alfabetización o educación digital”.
Es ahí donde entra el rol de los apoderados y colegios, quienes deben ayudar a los adolescentes a navegar en el mundo de la tecnología, aunque los entrevista- dos recalcan que debe ser un esfuerzo en conjunto. “Los adultos muchas veces vamos más atrasados en esto… Muchas veces les pedimos ayuda a los hijos (para temas tecnológicos)”, plantea Martínez. Por eso, dice, la labor de formar sobre un uso adecuado de las redes sociales no puede quedar solo en los apoderados.
“Hay que tener un acompañamiento, no solo de las familias, también de los colegios, y tener claridad respecto de ciertos valores y límites que se pueden transmitir desde la familia”, agrega. Según señala, los adolescentes viven una etapa que se llama “autonomía progresiva”, por lo que es clave apoyarlos en ese desafío.
Lee el artículo de El Mercurio, a continuación:
Por:
Scarlett Mac-Ginty Fontecilla, magíster en Salud Pública y PhD(c) en Servicios de Salud e Investigación Poblacional
Vania Martínez Nahuel, psiquiatra infantil y del adolescente.
Ambas autoras son investigadoras del Núcleo Milenio Imhay.
Scarlett Mac-Ginty y Vania Martínez, investigadoras del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, Imhay.
La educación superior no solo es fundamental para la formación de capital humano avanzado, sino que también sirve como una plataforma crucial para la movilidad social. Por otro lado, se ha estudiado que un mayor nivel educacional se relaciona con una mejor salud mental. Sin embargo, mientras se está cursando estudios de educación superior, los problemas de salud mental son frecuentes.
Un estudio publicado el año 2018 de la iniciativa de la OMS “World Mental Health International College Student” (WMH-ICS), liderada por la Universidad de Harvard, encontró que aproximadamente un tercio del estudiantado de educación superior tenía al menos un trastorno de salud mental.
Chile es parte de esta iniciativa desde el año 2019 a través del Núcleo Milenio Imhay. El estudio ha sido llevado a cabo en cinco universidades en cuatro regiones del país. Los resultados han indicado que particularmente a partir de la pandemia, las prevalencias de depresión son aún más altas que en otros países de la iniciativa. Adicionalmente, se ha encontrado que estudiantes mujeres, de la población LGBTQ+, que proviene de colegios públicos y de primera generación (cuyos padres/madres no han asistido a la educación superior), tienen mayores niveles de problemas de salud mental como ansiedad y depresión.
En los últimos años en Chile, la salud mental del estudiantado de educación superior ha sido visibilizada como una preocupación no solo desde los y las estudiantes, sino también desde sus familias y entorno, sus docentes, y distintas autoridades universitarias y nacionales.
Es así como en nuestro país se han constituido varias comisiones y mesas de trabajo para abordar el problema. Aunque estas iniciativas son valorables, gran parte de ellas quedan solo en la etapa de diagnóstico al no tener el respaldo de las autoridades, al ser realizadas desde solo un sector o estamento, sin mayor participación en la generación o socialización de las propuestas, o por no tener los recursos humanos y materiales para avanzar en implementarlas.
Es destacable la iniciativa de la Subsecretaría de Educación Superior del Ministerio de Educación que, en conjunto con la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud, convocó y condujo el trabajo de un Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior. Este Consejo fue ampliamente participativo, integrando evidencia científica internacional y nacional con la experiencia de actores y actrices clave, para llegar a una propuesta de 33 recomendaciones divididas en cuatro ejes de acción: (1) trayectorias académicas y procesos formativos, (2) promoción y prevención, (3) atención focalizada, y (4) atención especializada.
Algunas de estas recomendaciones por ejemplo relativas al seguimiento de las trayectorias educativas de los estudiantes, la identificación de problemas de salud mental, y la evaluación de la carga académica, ya han sido implementadas o se está avanzando en ello en gran parte de las instituciones de educación superior. Sin embargo, como señala el informe, existe aún una gran brecha entre el subsistema universitario y centros de formación técnica e institutos profesionales, lo cual es crítico ya que en estos últimos es donde acuden estudiantes con mayores factores de riesgo y que podrían tener más necesidades de salud mental.
Para lograr un sistema educativo equitativo, es fundamental brindar apoyo y asesoría técnica a las instituciones que más lo necesitan. Esto implica cerrar la brecha entre los subsistemas universitarios y técnico-profesionales, garantizando que todos los estudiantes tengan acceso a los recursos y servicios necesarios para cuidar su salud mental. Además, la implementación de las recomendaciones de promoción, prevención y atención requiere una inversión significativa de recursos económicos, lo que demanda un compromiso real por parte de las autoridades e instituciones para llevar a cabo estos cambios.
La asignación de recursos adecuados es esencial para implementar varias de las recomendaciones clave del informe, como habilitar espacios de recreación, implementar programas de prevención del consumo de alcohol y drogas, prevenir el suicidio, y brindar apoyo y contención en crisis de salud mental. Asimismo, no podemos olvidar la importancia de la evaluación constante y la investigación científica en la mejora continua de los programas e intervenciones. El uso de tecnologías puede facilitar este proceso, permitiendo un seguimiento más efectivo y una toma de decisiones basada en evidencia. Además, establecer redes de colaboración es fundamental para maximizar el impacto de las iniciativas exitosas, adaptándolas a las realidades locales.
El diagnóstico está hecho y las recomendaciones para enfrentarlo ya están propuestas. Ha llegado la hora de que pasemos a la acción.
La psicóloga Susana Campos, investigadora joven de Imhay, participa en un equipo que está próximo a publicar resultados de intervenciones digitales en jóvenes y adultos de la Región del Maule, iniciativa sustentada en estudios científicos y experiencias concretas en estas poblaciones.
La investigadora joven de Imhay, Susana Campos forma parte de un equipo de investigación de la Universidad de Talca que se encuentra investigando aplicaciones digitales para buscar soluciones a la brecha de acceso a salud mental que aún existen en la Región del Maule.
Este año deberían presentarse los primeros resultados de una valiosa experiencia que investigadores/as del Núcleo Milenio Imhay y de la Universidad de Talca ensayaron en la Región del Maule. Se trata de una aplicación para celulares que permite a los/as usuarios manejar de manera autónoma sus síntomas ansiosos y depresivos. El proyecto, liderado por la Dra. Nadia Ramos del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Talca, forma parte de los esfuerzos por aliviar las brechas en atención de salud mental que hay en esa zona del país, caracterizada por su alta ruralidad. Según estadísticas oficiales, en el Maule el 33,6 por ciento de la población vive en los campos, costa y precordillera, muy por encima del promedio nacional, que es de 12 por ciento. Más allá de los problemas de comunicación, dispersión y difícil acceso a servicios, la región enfrenta situaciones específicas en cuanto a salud mental.
En la década pasada, un equipo encabezado por el investigador principal de Imhay, Dr. Daniel Núñez, realizó un tamizaje en 1.600 estudiantes de la Región del Maule para detectar tempranamente psicopatologías. Y descubrió altos índices de sintomatología psiquiátrica subclínica, notablemente ansiedad, la cual se encontraba muy por sobre la prevalencia que describe la literatura a nivel global.
“Cuando comenzamos con la aplicación de este proyecto, todavía no había ocurrido el llamado estallido social ni tampoco estábamos en pandemia. Era un periodo más o menos tranquilo de la vida, pero los índices ya eran preocupantes”, recuerda la psicóloga Susana Campos, integrante del equipo, investigadora joven de Imhay y Magíster en Salud Mental Infantil y Juvenil. “Estamos trabajando en una publicación al respecto y dentro de nuestras conclusiones está que no logramos explicarnos muy bien a qué se debían, por ejemplo, los elevados índices de sintomatología postraumática en un período más o menos tranquilo para los/as estudiantes”.
“Con la pandemia me di cuenta de la importancia de lo digital para todos/as nosotros/as, lo mucho que ayuda a que los/as jóvenes se relacionen y se adhieran más rápido a los tratamientos”, explica la investigadora joven de Imhay.
Si bien no se ha establecido causalidad para estos índices de trastornos en la salud mental, sí se sabe que vivir en sectores rurales afecta el acceso a la salud y particularmente a servicios especializados en salud mental, no sólo para adolescentes sino también para adultos.
Por esta razón, el equipo de investigación de la Universidad de Talca está poniendo énfasis en buscar soluciones a esta brecha. Y las herramientas digitales parecen ser una alternativa promisoria.
“Con la pandemia me di cuenta de la importancia de lo digital para todos/as nosotros/as, lo mucho que ayuda a que los/as jóvenes se relacionen y se adhieran más rápido a los tratamientos”, explica la joven psicóloga, miembro del Centro de Psicología Aplicada de la Facultad de Psicología de la UTalca. “Son personas que nacieron casi con un celular en la mano, son tremendamente digitales, y es súper fascinante ver cómo enganchan con eso con más facilidad que con un/a profesional de la salud, entonces eso me gustó y motivó a explorar esta opción de lo digital en salud mental”.
Aportar la visión de las regiones
Susana Campos descubrió su vocación de investigadora en la universidad. Los/as académicos/as con quienes tuvo clases inspiraban mucho y enfatizaban el tema de crear conocimiento, cuenta la psicóloga.
“De hecho, el doctor Daniel Núñez fue mi guía de tesis en pregrado, y entonces con él me quedé con la idea de seguir investigando. Después, gracias a él también comencé a ser parte de Imhay y aún continúo en esta senda de generar conocimiento científico”.
La joven psicóloga decidió cursar un magíster en Escocia, en la Universidad de Edimburgo, y centró su tesis en la relación entre parentalidad percibida y los niveles de ansiedad clínica en adolescentes de 13 a 17 años. Para eso utilizó datos de jóvenes de Chile, Escocia, Inglaterra y Vietnam. “En este trabajo, las conclusiones más interesantes obedecen a la hipótesis que nosotros ya estábamos manejando, que los/as chicos/as que percibían o percibieron a sus padres como más empáticos, más cálidos, más abiertos y genuinos durante el proceso de crianza, eran chicos/as que tendían a mostrar menores niveles de ansiedad”, explica Susana Campos. “Y, por el contrario, quienes percibían que sus padres fueron mucho más autoritarios, tendían a estar un poquito más ansiosos. Sin embargo, por lejos, los/as chicos/as que eran más ansiosos/as eran aquellos que percibieron a sus padres como tremendamente flexibles y permisivos. Es decir, los que no recibieron tanta estructura”.
De regreso en Chile, los primeros trabajos de esta psicóloga se relacionaron con prevención del suicidio y con suicidalidad en Jóvenes, y ahí conoció las iniciativas para desarrollar herramientas digitales de intervención, como el programa Cuida tu Ánimo de la Dra. Vania Martínez, directora de Imhay.
“Creo que lo que me animó netamente a participar era la idea de poder trabajar con ellos/as en red, porque precisamente creo que investigadores/as de otras regiones de Chile tienen una perspectiva súper diferente de cómo se vive el tema de la salud mental en personas jóvenes, entonces eso me atrajo bastante”, destaca la investigadora joven de Imhay.
Considerando las brechas en atención de salud mental en la Región del Maule y los problemas específicos que hay allá, especialmente en gente joven, “es súper apropiado el tratar de ligar a estas personas con acceso remoto, para que no tengan que hacer todo el trayecto al Cesfam más cercano una vez cada dos semanas para ver psicólogos/as”, indica la profesional.
Por esa razón, el equipo del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Talca emprendió en 2021 un nuevo proyecto para crear una aplicación para celulares dirigida a adultos y jóvenes, con el objetivo de que puedan manejar de forma autónoma su sintomatología ansiosa y depresiva.
Se trata de la iniciativa Cuidándome, a cargo de la docente Dra. Nadia Ramos, que obtuvo financiamiento del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional. Es una App que entrega a los/ usuarios/as psicoeducación general sobre salud mental, permite evaluar el malestar a través de cuestionarios y les otorga herramientas prácticas y ejercicios.
Luego de la fase de desarrollo, la plataforma se probó en una muestra de personas de entre 18 y 60 años -con participación mayoritaria de jóvenes entre 18 y 24 años- durante 30 días en un grupo, y 60 días en otro.
“Ese proceso también ha sido sumamente interesante porque hay pocas aplicaciones desarrolladas para contextos latinos, hispanoparlantes, que atiendan un poco el tema de salud mental y que estén basados en evidencia”, destaca la investigadora joven de Imhay. “Si bien hay muchas aplicaciones, fácilmente veinte mil, más o menos un 10 por ciento de ellas están realmente basadas en estrategias y técnicas que cuentan con evidencia científica”.
Actualmente, el grupo a cargo de la investigación se encuentra recopilando los datos y analizándolos, y a mediados de este año esperan publicar los resultados de esta experiencia.
El documento “Recomendaciones y orientaciones del consejo asesor en salud mental para la Educación superior” es una propuesta elaborada por el Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior, convocado por los Ministerios de Educación y Salud, instancia donde participó como experta la Dra. Vania Martínez, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.
En la casa central de la Universidad de Chile se realizó el lanzamiento de este documento que contiene 33 recomendaciones que se dividen en 4 ejes de acción: 1) trayectorias académicas y procesos formativos, (2) promoción y prevención, (3) atención focalizada, y (4) atención especializada.
Las problemáticas asociadas a la salud mental de las personas y, en particular, de la población joven, han adquirido una mayor visibilidad en la agenda y debate público, siendo la pandemia por Covid-19 uno de sus principales factores. En este contexto, en los últimos años se ha identificado un número importante de estudiantes en instituciones de educación superior que presentan problemas y trastornos de salud mental, incluyendo riesgo suicida, situación que se ha hecho cada vez más evidente posterior a la pandemia.
Frente a esta realidad, el Ministerio de Educación, a través de la Subsecretaría de Educación Superior, y en colaboración con la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud, convocaron a un grupo de personas provenientes de la academia, investigación, organizaciones estudiantiles y de la sociedad civil para conformar el Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior, que tuvo por misión elaborar orientaciones y recomendaciones en materia de salud mental y bienestar para el sistema de educación superior chileno.
En el lanzamiento del documento participó el Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana, quien señaló que “el informe del Consejo marca el inicio de una nueva etapa donde el bienestar socioemocional de las personas se instala al centro de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las instituciones de educación superior”.
La autoridad mencionó en su intervención algunos resultados obtenidos por el Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes, a través de su Encuesta Longitudinal en Salud Mental (ELSAM) aplicada el año 2021 a estudiantes universitarios, donde se reporta que un 53 por ciento de los hombres y un 69 por ciento de las mujeres percibieron su salud mental como mala o regular. Casi la mitad de las mujeres y un tercio de los hombres presentaron sintomatología depresiva moderada o grave dentro de los últimos 30 días de la aplicación de la encuesta.
Víctor Orellana, Subsecretario de Educación Superior, valoró el trabajo desarrollado por el Consejo Asesor ya que «marca el inicio de una nueva etapa donde el bienestar socioemocional de las personas se instala al centro de los procesos de enseñanza y aprendizaje de las instituciones de educación superior».
“Este fenómeno, por supuesto, no tiene su origen en la educación superior. Se trata de un fenómeno social complejo, de larga data y que luego de la pandemia ha irrumpido con más fuerza en los actuales debates de la sociedad. Qué duda cabe que garantizar condiciones de bienestar físico y mental para todos y todas quienes participan del sistema de educación superior, responde a una necesidad real que ha sido visibilizada por el liderazgo del movimiento estudiantil”, indicó el subsecretario.
Por su parte, la Dra. Vania Martínez, académica de la Universidad de Chile, directora del Núcleo Milenio Imhay e integrante del Consejo Asesor, indicó en su intervención que: “en varias oportunidades nos ha tocado, como Núcleo Milenio Imhay, conversar acerca de esta temática, contarles de nuestros resultados a distintas instancias y vemos con buenos ojos cómo este tema se habla y se visibiliza. Este Consejo Asesor, en lo particular, tiene la ventaja de que ha sido convocado desde las principales autoridades, tanto del Ministerio de Salud como del Ministerio de Educación, y que ha sido con la participación de distintas personas y grupos de investigación que ya tenemos un diagnóstico y propuestas que son bastante consensuadas. Ahora lo que nos falta es pasar a la acción”.
Y agregó respecto al documento que “hay algunas propuestas que se pueden hacer con pocos recursos y que, quizás, ya están siendo implementadas en las instituciones de educación superior. Pero hay otras que sí requieren recursos humanos y materiales. Así que necesitamos que, desde los distintos sectores, tengamos una mayor inversión en aspectos que contribuyan a un mejor bienestar de la comunidad”.
Estrategias para proteger la salud mental del estudiantado
La directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, integró el Consejo Asesor que estuvo compuesto por representantes de la academia, la investigación, de organizaciones estudiantiles y de la sociedad civil.
Tras reunirse entre los meses de octubre y diciembre del 2023, los integrantes del Consejo Asesor desarrollaron un informe que servirá como insumo para la formulación de políticas públicas y la orientación de las instituciones de educación superior. Este documento contiene 33 recomendaciones que se dividen en 4 ejes de acción: (1) trayectorias académicas y procesos formativos, (2) promoción y prevención, (3) atención focalizada, y (4) atención especializada.
El análisis que realizó el consejo se traduce en un diagnóstico para cada eje de análisis, objetivos estratégicos emergentes por cada uno, principales nudos críticos y recomendaciones y orientaciones para el sistema de educación superior.
“El foco, en estos momentos, está en el estudiantado, pero sabemos que son parte de una comunidad. Si académicos, docentes, funcionarios no están bien en su salud mental, también va a repercutir en los estudiantes. Así que también tenemos que avanzar a vernos como una comunidad y a poder todos aportar a una mejor salud mental”, finalizó la directora de Imhay.
Descarga el documento «Recomendaciones y orientaciones del consejo asesor en salud mental para la Educación superior” AQUÍ
Ve el video del lanzamiento del informe, a continuación
DIRECCIÓN
Profesor Alberto Zañartu n°1030
Independencia, Santiago de Chile
Núcleo para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes.
Imhay 2025