Columna de opinión: ¿Yo elijo mi PC?

PorImhay

Columna de opinión: ¿Yo elijo mi PC?

En el diario El Mercurio de Antofagasta, la investigadora principal del Núcleo Milenio Imhay y académica de la Universidad de Los Andes, Dra. Isabel Pavez, comenta algunos de los resultados de su investigación que busca conocer cómo es la relación de estudiantes de zonas rurales con el mundo digital.

Dra. Isabel Pavez, académica del Centro de estudios de la Comunicación de la Universidad de los Andes e investigadora principal del Núcleo Milenio Imhay.

Los estudiantes rurales se encuentran invisibilizados en la discusión pública. Se habla de los escolares y los efectos de la pandemia o de los cierres de colegios y paros de profesores. Sin embargo, la discusión deja de lado matices relevantes más allá de lo socioeconómico. La ruralidad es uno de ellos.

Las diferencias no están solo dadas por las diversidades territoriales, sino también por las consecuencias sobre comunidades vulnerables que lidian con desafíos educacionales y emocionales desde 2020. Durante la pandemia, muchos docentes rurales fueron casa por casa, repartiendo cajas de alimentos y guías de trabajo, tratando de aclarar dudas y contener a sus alumnos.

Así cobró protagonismo una política pública de larga data: las Becas TIC, también llamadas Yo Elijo Mi PC. Se trata de computadores que incluyen 12 meses de internet gratuito que el Ministerio de Educación entrega a niños de séptimo básico de colegios públicos. En el papel, parece una política necesaria en un país en el que el acceso a dispositivos es prácticamente universal, pero donde una señal de internet estable no lo es, y las habilidades digitales escasean.

Una de las grandes interrogantes es qué ocurre una vez que los menores reciben el laptop, muchas veces el primero del hogar. Otra es cómo influye el contexto educacional y familiar en el uso del aparato, considerando que en promedio los niños en Chile obtienen su primer celular a los 12 años.

Los resultados de una reciente investigación con escolares rurales (Fondecyt N.11200039) muestran que el computador entregado tiene poco uso educacional y mucho uso recreacional. Los niños triplican a las niñas en acceso a videojuegos y redes sociales, tendencia que se invierte en la utilización para fines educacionales.

La mayoría de los participantes declaró que nadie les enseñó a usar el computador que recibieron o que el internet gratuito está licitado con compañías carentes de cobertura en sus comunidades. Tampoco los llevan al colegio: en algunos los prohíben y en otros corren el riesgo de ser robados. En algunos casos, los computadores son vendidos en ferias libres, para allegar un ingreso o porque no se les ve utilidad, ya que el celular cubre las que consideran sus necesidades comunicativas y recreativas. Las educacionales no son tema. Tampoco lo son para sus docentes, colegios y currículos.

¿Qué hacer? El desarrollo de contenidos educativos específicos es una opción para incentivar el uso de tecnologías entre los estudiantes. Pero lo más importante es no olvidar que ellos siguen siendo niños -no expertos digitales- que necesitan desarrollar habilidades y criterios para sacar mayor provecho a una herramienta que les permite ser parte de un mundo digitalizado. En otras palabras, elegir educar, elegir aprender y para eso, elegir su PC.

About the author

Imhay administrator