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Hacia una investigación inclusiva en salud mental: Equipo Imhay publica manual gratuito de «Habilidades Afirmativas para la Atención de Salud de Jóvenes LGBTQIA+

La falta de herramientas y habilidades que aún persisten en el ámbito de la atención de salud mental en grupos específicos, como jóvenes o población LGBTQ+, junto a la necesidad de generar evidencia nacional y aportar a reducir las inequidades que estos grupos enfrentan, han motivado el trabajo y la carrera científica que ha comenzado a cimentar el investigador joven de Imhay, Dr. Marcelo Crockett. Sus esfuerzos ya han dado resultados, ya que además de haber publicado numerosos artículos sobre el tema, recientemente lanzó un manual destinado a promover una atención de salud respetuosa, sensible y de calidad hacia las personas LGBTQ+.

El Dr. Marcelo Crockett, investigador joven de Imhay, ha enfocado su trabajo científico en en mirar los fenómenos desde una perspectiva de equidad y explorar los factores que inciden en que los resultados en salud mental no se presenten de igual forma en los diversos grupos poblacionales.

Cuando el psicólogo Marcelo Crockett estaba terminando su pregrado en la Universidad de Chile, aprovechó la práctica que realizó en un hospital para elaborar su memoria de pregrado que tituló “Imagen de sí mismos en niños/as con trastorno de déficit de atención e hiperactividad”. Este trabajo se centró en conocer cómo ellos/as se autopercibían, porque “la literatura indicaba que, en general, se describían de forma negativa. Entonces, yo quise darle una mirada desde lo cualitativo a este fenómeno y creo que ese primer acercamiento práctico de hacer investigación cambió mi forma de percibir la ciencia”, recuerda.

De hecho, Marcelo y su profesora Claudia Capella publicaron los resultados en una revista científica, porque esa primera investigación mostró que aquella percepción negativa provenía más bien del entorno educacional. Esta autopercepción se relacionaba con comentarios que escuchaban de “los profesores y los pares, quienes mencionaban que son desordenados, que no ponen atención, etc. Pero en otras áreas no se veían significados negativos, sino más bien un autoconcepto centrado en la acción, en hacer cosas, en moverse, en jugar, en hacer deporte. Fue bien interesante poder desglosar este autoconcepto y verlo desde una mirada distinta”, explica el profesional.

Su interés por la investigación le llevó a cursar un magíster en investigación en psicología aplicada a las ciencias de la salud de la Universidad Autónoma de Barcelona, España. Ahí tuvo la oportunidad de integrarse a un equipo que estaba realizando un estudio longitudinal con niños/as desde que tenían 3 años hasta la etapa escolar, para ver aspectos de salud mental y de desarrollo, tales como habilidades de regulación emocional, cognición social, prácticas parentales y otros.

El manual, desarrollado por Marcelo Crockett, junto a Belén Vargas, Francisco Castro y Valerie Walker, investigadores de postgrado del Núcleo Milenio Imhay, fue creado gracias al financiamiento otorgado por el Programa Estímulo para proyectos académicos de estudiantes de postgrado de la Universidad de Chile del Departamento de Postgrado y Postítulo de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.

“La mayoría de los problemas de salud mental parten en la adolescencia y en la adultez temprana, entonces es una oportunidad única e importante para incidir en que estos problemas no se transformen, por ejemplo, en trastornos de salud mental en etapas posteriores de la vida”, puntualiza.

De vuelta en Chile, decidió avanzar en su carrera y cursó el Doctorado en Salud Pública en la Universidad de Chile. La Dra. Graciela Rojas, investigadora senior del Núcleo Milenio Imhay, en su rol de tutora académica del Doctorado, lo orientó al contacto con la directora del Núcleo, Dra. Vania Martínez, quien lo invitó a integrarse al equipo de Imhay, primero en calidad de investigador doctoral y luego como investigador joven.

Discriminación y barreras

Como investigador, este joven psicólogo se ha interesado en mirar los fenómenos desde una perspectiva de equidad y explorar los factores que inciden en que los resultados en salud mental no se presenten de igual forma en los diversos grupos poblacionales.

Ese foco, sumado a su interés por la salud de niños/as y jóvenes, hizo que el tema de su tesis de doctorado fuese las “Inequidades en Salud Mental según Orientación Sexual e Identidad de Género, Barreras para la Búsqueda de Ayuda y Uso de Servicios en Estudiantes De Educación Superior Universitaria”. Diversos estudios han mostrado alta prevalencia de trastornos mentales en jóvenes que cursan estudios superiores y una gran proporción de ellos/as no accede a atención profesional, sin embargo, en Chile existe menos evidencia sobre qué es lo que ocurre con la población universitaria LGBTQ+ en estos temas.

La investigación del ahora Doctor Marcelo Crockett mostró que efectivamente hay más problemas de salud mental como depresión, ansiedad y trastorno de pánico en jóvenes LGTBQ+ en comparación con sus pares heterosexuales cisgénero; y también mayor co-ocurrencia de trastornos, como depresión y ansiedad generalizada en una misma persona. Además, la investigación del Dr. Crockett exploró cuantitativamente y cualitativamente las barreras que los/as estudiantes LGBTQ+ enfrentan para acceder a la atención de salud mental. Una barrera importante para este grupo fue el miedo a sufrir discriminación por parte de los/as profesionales de salud debido a su orientación sexual o identidad de género. Otras barreras reportadas fueron “el alto costo y la baja disponibilidad de profesionales especializados en temas LGBTQ+, hecho que hace que sea más difícil poder encontrar un/a profesional con conocimiento específico en el área. Y si uno/a lo/a encuentra, generalmente es más costoso”, agrega el investigador joven de Imhay.

Taller y guía orientadora para futuros profesionales

Motivado por estas barreras para acceder a la atención de salud mental, entre el 2023 y 2024 Marcelo Crockett, junto a Belén Vargas, Francisco Castro y Valerie Walker, investigadores de postgrado del Núcleo Milenio Imhay, diseñaron y dictaron el taller “Habilidades Afirmativas para la Atención de Salud de Jóvenes LGBTQIA+”, gracias al financiamiento otorgado por el Programa Estímulo para proyectos académicos de estudiantes de postgrado de la Universidad de Chile del Departamento de Postgrado y Postítulo de la Vicerrectoría de Asuntos Académicos.

El equipo de trabajo capacitó a más de una docena de estudiantes de las facultades de Medicina, Ciencias Sociales, Odontología y Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile. En las sesiones se les entregaron contenidos asociados a las habilidades afirmativas que “tienen que ver con la sensibilización sobre los problemas relacionados a la salud que enfrenta esta población y con aspectos que son clave como, por ejemplo, usar el nombre social y los pronombres elegidos de las personas, preguntarle a la otra persona cómo quiere que se le llame al inicio de la atención, entre otros aspectos”, dice el Dr. Crockett.

Esta experiencia fue recibida positivamente y sus contenidos, que también fueron revisados por expertos/as y académicas/os con experiencia en docencia y trabajo clínico con jóvenes LGBTQIA+, quedaron plasmados en un Manual para Facilitadores, el que cuenta con la descripción de los contenidos y actividades del taller para que otros/as profesionales o docentes puedan replicarlo, y de esta forma, contribuir a disminuir la brecha de formación en habilidades afirmativas en profesionales de salud.

“La idea es ponerlo a disposición del cuerpo académico, por ejemplo, para complementar los cursos de habilidades clínicas en carreras de la salud o de las ciencias sociales donde se vaya a interactuar con personas LGBTQ+”, indica el líder del proyecto.

El documento se puede descargar de manera gratuita en el siguiente enlace 

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¿Por qué todos están viendo Intensa-Mente 2? La Ansiedad por “una de las películas más conmovedoras del año”

La cinta de Pixar ya lleva en Chile más de un millón de espectadores en su primera semana y se ha convertido en la película animada más vista de la historia en el país. Las razones del suceso van desde la incorporación de nuevos personajes y una trama transversal, hasta la psicología con que aborda las emociones en la personalidad de Riley, su protagonista, hoy en la pubertad. Sobre este tema fueron entrevistados por La Tercera, diversos especialistas, entre ellos, la psiquiatra y directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

La película destaca por el carácter transversal de su público. Adultos, jóvenes, adolescentes y niños han sido encantados por el relato de las emociones.

Intensa-Mente 2 se convirtió en el estreno de película animada más exitoso en la historia de Chile. Durante su primer fin de semana en cartelera -llegó el pasado jueves 13-, la cinta de Pixar atrajo a casi 700.000 espectadores, trepando como el debut más próspero para una película de su género.

Además, Inside Out 2 —su nombre original— se posicionó como el segundo mejor estreno en taquilla de todos los tiempos en el país, solo superada por Avengers: Endgame en 2019. En apenas unos días, vendió más de 120.000 tickets durante el periodo de preventa. ¿Más cifras? Hasta este viernes 21, ya acumulaba 1.383.000 espectadores. Y con las vacaciones de invierno recién comenzando, el suceso sólo puede crecer. Por lo pronto, las funciones subtituladas también han sido un furor, por lo que también hay un público adulto interesado en la entrega.

Esta esperada secuela continúa con la historia de Riley, quien pasó de ser una niña a una adolescente de 13 años, por lo que vive los cambios propios de la pubertad; entre ellos, llegar a la secundaria, conocer nuevas personas y decidir por distintos grupos de amigas.

En medio de estos cambios psicológicos y físicos, nuevas emociones llegarán al cuartel de la mente de la Riley. Ansiedad, Vergüenza, Envidia y Aburrimiento (Ennui) son los personajes que se integran al equipo liderado por Alegría, y ya conformado por Tristeza, Furia, Miedo y Desagrado.

Para grandes y chicos

«Los adolescentes están un poco descuidados en el trabajo de las emociones, porque se da por hecho que tienen muchos cambios de humor o que así es la adolescencia», indica a La Tercera la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

Otro de los puntos que explica el éxito arrollador de Intensa-Mente 2 es el carácter transversal de su público. Adultos, jóvenes, adolescentes y niños han sido encantados por el relato de las emociones.

“Supone un regreso creativo triunfal para Pixar, sacando adelante lo que este estudio, en sus mejores momentos, ha hecho mejor que nadie: encontrar el dulce punto que fusiona la mirada de niños y adultos”, escribe Owen Gleiberman de Variety.

“La gracia de las películas de Pixar es que hacen una animación para toda la familia y que se puede leer en distintas capas. Niñas y niños más pequeños van a quedar fascinados con los colores, con el despliegue visual y momentos más básicos de la historia. Nosotros, como adultos, podemos ir descifrando las capas que son más complejas”, comenta Sol Márquez.

“Todos hemos vivido las experiencias de Riley. La magia de esta película es que nos muestra la complejidad de las situaciones que vivimos en la vida cotidiana”, comenta a Culto Karen Guerrero (@liilkaaren), creadora de contenido sobre cine en redes sociales.

“Por un lado, tiene personajes carismáticos, variados y entretenidos, con los que es fácil conectar y, como son coloridos y dinámicos, atraen mucho al público infantil. Pero además, los temas que aborda son delicados y complejos, lo que también se expresa en su argumento y sentido del humor, por lo que también conecta muy bien con el público adulto. Eso sí, es importante resaltar que esta secuela probablemente sea más apreciada por niños y niñas no tan pequeños, ya que tanto su protagonista Riley, como las temáticas que aborda, ya están directamente más ligadas con la adolescencia”, precisa Joel Poblete. Además, agrega que la cinta invita al diálogo y a la reflexión entre distintas generaciones.

Tal como señala Poblete, la protagonista del filme tiene 13 años de edad, es decir, vive los primeros años de la adolescencia. Una etapa en donde la educación sobre las emociones es débil, según Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.

“Esta película es atractiva para adolescentes que están recién partiendo, de 10 u 11 años, porque las emociones en el mundo adulto están bien habladas, y en los niños más pequeños también, porque se les está enseñando esto desde el jardín infantil. Pero los adolescentes están un poco descuidados en el trabajo de las emociones, porque se da por hecho que tienen muchos cambios de humor o que así es la adolescencia. Por eso mismo, no se ha profundizado en el trabajo con ellos”, explica en conversación con Culto Martínez, quien también es autora del libro Tu Mundo Emocional.

Lee la nota completa, publicada en La Tercera AQUÍ

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Autocuidado en la juventud como método de prevención del deterioro cognitivo en la vejez

La Dra. Maryam Farhang, psicóloga iraní e investigadora joven del Núcleo Milenio Imhay, estudia cómo mejorar la calidad de vida de personas mayores, pero su experiencia en metodologías cuantitativas y revisiones sistemáticas está enriqueciendo también proyectos relacionados con salud mental en adolescentes y jóvenes.

“Es fundamental enfocarnos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer desde edades tempranas, incluso en la juventud. Existe evidencia que sugiere que la depresión es uno de los factores de riesgo significativos para el deterioro cognitivo en la vejez», señala la investigadora joven de Imhay, Dra. Maryam Farhang.

Maryam Farhang, psicóloga de profesión, es una de las profesionales que está aportando con sus habilidades y competencias de investigación a los proyectos científicos que actualmente se desarrollan en el Núcleo Milenio Imhay. Titulada en la Universidad Islámica Azad de Naein, Irán, obtuvo un magíster en psicología en la Universidad de Pune, India, y luego, un doctorado en la Universidad de Kerala, también de ese país.

Su tesis de doctorado se centró en programas de prevención y promoción de salud mental en estudiantes de colegios. Además, durante su práctica clínica trabajó en centros de rehabilitación para niños/as con autismo. Sin embargo, le interesaba también el tema del envejecimiento y calidad de vida de las personas mayores. Por eso, cuando llegó a nuestro país en 2017, para desarrollar estudios postdoctorales, se enfocó en esta área porque, según cuenta: “entendí que es muy importante debido a que en Chile el envejecimiento de la población está aumentando y es necesario hacer investigación en ese contexto”.

Ya instalada en nuestro país, la Dra. Farhang colaboró con un equipo de la Universidad de Concepción que estaba diseñando una intervención psicosocial para prevenir depresión en adultos mayores; inició un proyecto postdoctoral en la Universidad Católica de Chile sobre el impacto de la intervenciones de mente y cuerpo como el tai chi, yoga, mindfulness y meditación en personas con deterioro cognitivo leve; y en 2019 se adjudicó un proyecto de Fondecyt de ANID titulado “El impacto de una intervención de yoga basada en el mindfulness versus una sesión psicoeducativa para personas con deterioro cognitivo leve”, el cual comenzó a desarrollarlo en el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, bajo la supervisión de la Dra. Graciela Rojas, investigadora senior de Imhay.

Prevención desde la juventud

Gracias a su vinculación con la Universidad de Chile y con las doctoras Graciela Rojas y Vania Martínez, la psicóloga iraní se incorporó y empezó a participar en proyectos de Imhay en el rol de investigadora joven. Por ejemplo, ha colaborado con el Dr. Álvaro Langer, director alterno de nuestro Núcleo, en sus intervenciones con ‘baños de bosque’ para reducir ansiedad en estudiantes universitarios/as de Valdivia, y en un artículo de investigación respecto de los beneficios de la práctica de mindfulness para quienes están en etapas tempranas de esquizofrenia.

“En la evidencia científica que yo revisé, practicar mindfulness tenía impacto en la reducción de síntomas de ansiedad y de depresión en adolescentes y adultos, y también un impacto positivo en el funcionamiento social. Entonces, ésta es una manera de mejorar la salud mental en general para las personas”, explica la investigadora.

Son justamente estas habilidades -las revisiones sistemáticas, los metaanálisis y las metodologías cuantitativas- las que caracterizan el trabajo científico de la Dra. Farhang. Eso, y su experiencia en intervenciones para prevención del deterioro en adultos/as mayores, que -según dice- deberían comenzar incluso desde la juventud.

“Es fundamental enfocarnos en la prevención de la enfermedad de Alzheimer desde edades tempranas, incluso en la juventud. Existe evidencia que sugiere que la depresión es uno de los factores de riesgo significativos para el deterioro cognitivo en la vejez. Por lo tanto, iniciar intervenciones preventivas desde la juventud es crucial. Esto permite que los jóvenes aprendan estrategias de autocuidado para preservar su salud mental y desarrollen habilidades que promuevan una mejor calidad de vida a lo largo del tiempo”.

De hecho, en la Universidad de Las Américas, donde es profesora asociada y académica investigadora, está trabajando en un proyecto de vinculación con el medio para desarrollar estrategias de fortalecimiento del autocuidado en estudiantes de las carreras de enfermería y educación parvularia.

Tecnología para estimular y apoyar

Actualmente y en su trabajo con personas mayores, la Dra. Maryam Farhang está desarrollando dos proyectos de investigación. El primero de ellos busca estimular y detener la progresión rápida del deterioro cognitivo leve hacia un Alzheimer, con tratamientos no farmacológicos.

“Estamos en el proceso de reclutamiento y vamos a implementar una intervención durante el mes de junio, donde a personas con discapacidad cognitiva leve se les va a aplicar estimulación magnética transcraneal, y luego se les expondrá a escenarios virtuales donde puedan realizar algunas tareas, como actividades cognitivas y diferentes movimientos”, explica la Dra. Farhang. “La evidencia muestra que la integración de estas tecnologías actualiza los métodos estándar para la rehabilitación del deterioro cognitivo leve para crear un enfoque novedoso que puede mejorar los mecanismos terapéuticos de manera complementaria y promover mejoras cognitivas”.

El segundo estudio, en tanto, desarrollado gracias al financiamiento de un proyecto Fondef-Idea de la Facultad de Salud y Ciencias Sociales de la UDLA, busca diseñar un sistema tecnológico para mejorar la autonomía de personas con demencia en actividades básicas de la vida diaria y así, poder disminuir la sobrecarga de sus cuidadores. La herramienta se llama Lectogram y permitirá reconocer imágenes de algunas tareas o acciones y dar instrucciones de audio para ejecutarlas.

“Las personas que normalmente tienen demencia, entran en la cocina y olvidan lo que tienen que hacer, por ejemplo. Pero este sistema, que es como un asistente virtual, puede recordarles y decirles si quieren tomar un té o un café, e indicarles los pasos para prepararlo; o cómo tomar sus medicamentos; o en el baño, cómo preparar la ducha o utilizar el cepillo de dientes. Son actividades básicas de la casa que normalmente los cuidadores principales se encargan de resolver”, comenta.

El objetivo final, según relata la investigadora, es que los/as cuidadores/as alivien su carga de trabajo, y que las personas con demencia puedan ejecutar tareas domésticas de manera independiente.

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Investigadora doctoral de Imhay presentó en evento organizado por la Organización Panamericana de la Salud y el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos

Belén Vargas, encargada del Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Ministerio de Salud e integrante del Núcleo Milenio Imhay, llegó hasta la ciudad de Washington para comentar cómo ha sido el proceso de implementación de la guía de recomendaciones para la prevención del suicidio en población adolescente en Chile.

El evento, organizado por la OPS en conjunto con el NIMH, reunió a expertos internacionales en los campos de la salud mental y la prevención del suicidio.

El suicidio es un importante problema de salud pública en la Región de las Américas. Si bien las tasas de mortalidad por suicidio han disminuido a nivel mundial un 36% (entre 2000 y 2019), estas tasas aumentaron en la Región de las Américas un 17% durante el mismo período. También se cree que la tasa general de suicidio en la Región está subestimada debido a la falta de seguimiento y notificación a nivel de población en muchos países.

Es en este contexto que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH, por sus siglas en inglés) organizaron el simposio “Uniendo políticas públicas e investigación para la prevención del suicidio en las Américas”, evento que fue la oportunidad para que los países de la Región y actores relevantes discutieran los avances y las brechas en la investigación del suicidio, las intervenciones basadas en evidencia y cómo fortalecer los vínculos entre la investigación y las políticas públicas para la prevención del suicidio.

En su intervención denominada “Guía de recomendaciones para la prevención del suicidio en establecimientos educaciones: proceso de implementación de una política intersectorial para la prevención del suicidio en población adolescente en Chile”, la psicóloga Belén Vargas, encargada nacional del Programa de Prevención del Suicidio del Departamento de Salud Mental del Ministerio de Salud y también investigadora doctoral del Núcleo Milenio Imhay, presentó el trabajo y estrategia desarrollada en nuestro país y que cuenta con un foco en la intersectorialidad, ya que su implementación es llevada a cabo por el Ministerio de salud en colaboración con el Ministerio de Educación.

La profesional comentó que esta estrategia se originó dada las cifras de mortalidad por suicidio registrada en Chile en población joven de 15 a 19 años, donde desde inicios del año 2000 se presentó una tendencia al alza de las muertes por suicidio en este grupo etario, llegando a una cifra de 12,7 muertes de personas jóvenes cada 100 mil habitantes.

Frente a esta realidad y que se convirtió en un llamado de atención para nuestro país, según recuerda la investigadora, a partir del 2008 se comenzaron a implementar iniciativas preventivas regionales y por primera vez, en el año 2011, se incorpora en la Estrategia Nacional de Salud una meta enfocada en la reducción de suicidios adolescentes. Finalmente, el 2013 se formaliza el Programa Nacional de Prevención del Suicidio que incluyó 6 componentes: vigilancia epidemiológica, formación de equipos de salud, sistema de ayuda en crisis, planes regionales intersectoriales, cobertura mediática responsable y prevención en establecimientos educacionales.

“Con los años vimos que trabajar con las comunidades educativas era un gran desafío y que, además, necesitaba una mirada que no fuera la clásica mirada sanitaria, sino que era necesario también establecer un acercamiento diferente, y el año 2015 se conformó un equipo para establecer orientaciones técnicas para que los equipos sanitarios pudiera trabajar en comunidades educativas”, comentó la psicóloga.

Tras esta coordinación, la profesional indicó que en el año 2019 se lanzó esta nueva estrategia. Al respecto la investigadora de Imhay señaló que: “Nosotros elaboramos una guía de recomendaciones para la prevención de la conducta suicida en establecimientos educacionales, que es un set de recomendaciones, es una integración de la síntesis de la evidencia científica, experiencias nacionales e internacionales que ya estaban en curso y además, muy importante, tomó en consideración las características del sistema educativo chileno que, la verdad, cuando nos comparamos con otras experiencias a nivel internacional, tenía particularidades muy propias y que nos exigía entonces desarrollar una estrategia que fuera pertinente,  apropiada y posible de implementar en la realidad chilena”.

De acuerdo a la profesional, este modelo de intervención propuesto considera a la escuela en su conjunto con intervenciones que apuntan tanto a los estudiantes, pero también al equipo educativo, a los profesores, al equipo administrativo y también a los padres y apoderados.

Además, indicó que “también propusimos la integración y la articulación de intervenciones tanto universales, selectivas e indicadas. A nivel de prevención universal, el componente que apunta para todas y todos es, en primer lugar, poder promover un clima escolar protector, también poder prevenir problemas en general de salud mental en las escuelas e instalar la educación y la sensibilización en la prevención de suicidio para toda la comunidad educativa”.

Entre los desafíos que aún quedan por sortear, Belén Vargas menciona la necesidad de evaluar los resultados de implementación e identificar las barreras y facilitadores de la instalación de las recomendaciones; evaluar la efectividad de las recomendaciones en la disminución de conductas suicidas y aumento de la búsqueda de ayuda; mantener la articulación intersectorial como parte de la política de Estado; incorporar la participación juvenil en la implementación y nuevos desarrollos; y fortalecer la estrategia a través de la actualización del Programa para la próxima década.

Ve la presentación de la investigadora doctoral de Imhay, Belén Vargas, en el siguiente video:

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12 recomendaciones para reducir la tasa de suicidios en Chile

En artículo publicado en el diario La Tercera, se informa del análisis y la presentación de 12 recomendaciones para actualizar el Programa Nacional de Prevención del Suicidio, proceso que estuvo liderado por el académico de la U. San Sebastián e investigador joven de Imhay, Dr. Álvaro Jiménez, y que contó con la participación de investigadores de la U. de Chile, del Instituto Milenio MIDAP, del Núcleo Milenio Imhay y del Departamento de Salud Mental del Minsal.

El Dr. Álvaro Jiménez, académico de la U. San Sebastián e investigador joven del Núcleo Milenio Imhay fue uno de los líderes en el desarrollo del documento que entrega recomendaciones para actualizar el Programa Nacional de Prevención del Suicidio.

¿Qué grupos de la población presentan las más altas tasas de suicido en Chile? De acuerdo con estadísticas oficiales, son los adultos mayores, en particular, hombres sobre los 80 años.

El suicidio tiene múltiples causas y no hay una sola explicación. Álvaro Jiménez, psicólogo y académico de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián (USS) e investigador joven del Núcleo Milenio Imhay, comenta que una gran parte de las muertes por suicidio están asociadas a cuadros de depresión y ocurren en los hogares, principalmente cuando las personas están solas.

En el país se han ido tomando medidas para hacer frente a esta situación. En octubre de 2013 se publicó el Programa Nacional de Prevención del Suicidio (PNPS), coordinado por el Departamento de Salud Mental de la Subsecretaría de Salud Pública del Ministerio de Salud (Minsal), y que se convirtió en un hito relevante al posicionar a Chile como uno de los pocos países en América Latina que cuenta con una estrategia nacional específica que apunta a la reducción de la mortalidad por suicidio.

El programa nacional fue una respuesta a un aumento significativo en las tasas de suicidio entre 2000 y 2010, alcanzando un peak en 2008 con casi 13 muertes por cada 100.000 habitantes. Luego, entre la década de 2010 y 2019, se observó una reducción significativa en las tasas de suicidio en Chile, e incluso una reducción mayor durante los primeros años de pandemia (2020 y 2021), según un estudio en el que participó Jiménez.

El académico USS, que ha dedicado gran parte de su carrera a estudiar el fenómeno, reconoce que una década de ejecución del programa era tiempo suficiente para hacer una evaluación, tanto de su impacto como de las principales barreras para su implementación.

“Cada cierto tiempo, el Ministerio de Salud fija metas sanitarias para la década; es decir, se establecen prioridades de las políticas y programas de salud. Durante los últimos años, la reducción de la mortalidad por suicidio en adolescentes fue una de ellas”, señala Álvaro Jiménez.

El docente, en conjunto a investigadores de la Universidad de Chile, del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), el Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) y de Departamento de Salud Mental del Minsal, iniciaron en 2023 un proceso participativo para identificar áreas de mejora del programa, el cual incluyó diálogos territoriales con más de 550 personas pertenecientes a más de 200 organizaciones en todo Chile. En las distintas mesas de conversación participaron profesionales de la atención primaria de salud, del Sistema de Atención Médica de Urgencias (SAMU), de hospitales, de escuelas y distintos sectores del Estado, así como representantes del mundo de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en prevención del suicidio.

Tras este trabajo, los investigadores realizaron una síntesis de la discusión, complementando con evidencia internacional y los antecedentes de distintos indicadores del programa que se fueron acumulando a lo largo de estos 10 años de implementación. Dicha evidencia se sintetizó en un “Policy Brief”, un documento para orientar el diseño de políticas públicas que fue presentado en abril al Ministerio de Salud como un hito intermedio del proceso de actualización del programa.

12 recomendaciones para reducir los suicidios en Chile
Los expertos plantean 12 recomendaciones que buscan actualizar el programa con un horizonte de una década.

1. Reforzar la colaboración intersectorial y adecuar la gobernanza del programa: adecuar la gobernanza del Programa Nacional de Prevención del Suicidio, estableciendo un organismo coordinador desde nivel central hasta regional; monitorear la implementación del programa y generar indicadores para evaluar la efectividad de sus componentes, además de fomentar la participación del sector privado y las organizaciones de la sociedad civil.

2. Mejorar la capacidad de recolección, monitoreo y acceso de los datos: fortalecer el sistema de vigilancia de la conducta suicida con el fin de mejorar la capacidad de recolección, monitoreo y análisis de datos sobre lesiones autoinfligidas intencionalmente y muertes por suicidio, identificar poblaciones en mayor riesgo y adaptar las intervenciones preventivas de manera eficaz.

3. Fortalecer las acciones de prevención en entornos comunitarios: desarrollar o adaptar estrategias para la capacitación de actores clave y gatekeepers (persona que no es profesional, pero que está capacitada para atender a una persona en crisis de salud mental) en distintos contextos institucionales y psicosociales, focalizando en entornos educativos y en contextos con alta incidencia de conductas suicidas. Por ejemplo, capacitar a personal que trabaja con grupos con alto riesgo psicosocial o incidencia de conductas suicidas, como los servicios de urgencia, policías, bomberos y personal de ambulancias, el personal de residencias para adolescentes y personas mayores, Gendarmería y Servicio de Justicia Juvenil.

4. Reducir el acceso a medios letales y monitorear puntos críticos con mayor incidencia de suicidios: los consejos van desde intervenir puntos críticos como lugares públicos, como el Metro de Santiago, el Morro de Arica o centros comerciales, para luego monitorear esos puntos de mayor incidencia de suicidio. Además, se debe restringir el acceso a medios letales como armas de fuego o sustancias tóxicas a las que algunos acceden de manera ilegal.

5. Cobertura mediática responsable: se apunta a mejorar la forma en que los medios de comunicación cubren los suicidios, evitando el sensacionalismo. “Cuando la prensa chilena cubre las muertes por suicidio, sobre todo cuando son personas famosas, vemos que no cumplen con los estándares internacionales de la OMS. Los incentivos están puestos en relatos del suicidio que generan más clicks”, sostiene Jiménez, argumentando que existe un efecto de contagio social de la conducta suicida.

6. Implementar campañas de sensibilización en medios de comunicación y redes sociales: diseñar campañas multiplataforma (radio, televisión, periódicos, redes sociales) en conjunto con usuarios, adaptando mensajes según género y edad, para sensibilizar sobre la prevención del suicidio, reducción del estigma, identificación de señales de alerta y promoción de la búsqueda de ayuda.

7. Fortalecer las líneas de ayuda en crisis: en 2016, el Ministerio de Salud creó la línea Salud Responde, una línea telefónica de ayuda para distintos problemas de salud que pueden presentar la población, como consulta de la localización de centros de salud, reconocimientos de síntomas de una enfermedad y, entre ellos, también cubre la contención a personas que podrían presentar una crisis suicida. Dicha herramienta se especializó como servicio particular a partir del 2023 con la línea de prevención del suicidio *4141. “No son muchos los países en el mundo que tienen una línea como ésta. Esta plataforma cuenta con profesionales entrenados en la detección del riesgo suicida, en la contención y en la derivación a servicios de salud”, detalla el investigador USS, subrayando que en promedio esta línea telefónica recibe más de mil llamadas mensualmente. En este caso, las recomendaciones tienen que ver con cómo fortalecer los sistemas de ayuda en crisis, lo que incluye también servicios de chat en línea para población juvenil.

8. Mejorar el sistema de continuidad de cuidados para personas en riesgo de suicidio: se refiere al flujo de atención a personas en riesgo de suicidio, entre el contacto con servicios de salud y el acceso a tratamiento y seguimiento, mediante una mejor coordinación y articulación entre la intervención en crisis, los servicios de urgencia, hospitalarios y ambulatorios, así como con las diversas organizaciones de la sociedad civil que participan en la prevención del suicidio. Por ejemplo, se plantea reforzar la obligatoriedad del sistema de notificación de intentos de suicidio para una identificación y acción temprana de seguimiento a las personas post alta.

9. Estrategias y acciones de postvención (después de la muerte por suicidio): implementar estrategias para apoyar a las personas, familias y comunidades afectadas por suicidios de un ser querido. Actualmente, el programa pone mayor énfasis en la prevención, pero no ha desarrollado lo suficiente estrategias de postvención, es decir, qué ocurre después de una muerte por suicidio. Jiménez manifiesta que “el impacto que tiene un suicidio en las personas, en las familias, en las comunidades e instituciones, como las escuelas, los lugares de trabajo, es significativo, con efectos sobre la salud mental a nivel individual y colectivo que pueden ser profundos y prolongados”. En Chile se requieren más espacios de contención y acompañamiento para las personas o comunidades expuestas a una muerte por suicidio. “Luego de una muerte por suicidio, aumenta el riesgo de nuevos comportamientos suicidas. En ese momento, es relevante identificar a personas que estén potencialmente en riesgo. La postvención es también una forma de prevención”, considera Jiménez.

10. Ajustar contenidos y focalizar acciones en grupos específicos: priorizar grupos de alto riesgo, como hombres en edad laboral, adultos mayores, y personas de la diversidad sexo-genérica. “El programa actual entiende el riesgo suicida de manera más o menos homogénea en la población. Sin embargo, sabemos que hay grupos que presentan mayor riesgo”, dice el experto USS frente a los grupos antes mencionados. El psicólogo también considera a dos poblaciones particularmente críticas: aquellas que están en situación carcelaria y los niños, niñas, adolescentes bajo cuidado del Estado, como aquellos en hogares de Mejor Niñez (ex Sename).

11. Aumentar el presupuesto del programa: el equipo a cargo del “Policy Brief” estimó que el programa necesita al menos siete veces más recursos para cumplir con sus objetivos. “Si no se tienen los recursos para ejecutar el programa de manera correcta, no se van a lograr todos los objetivos esperados, y es lo que probablemente está ocurriendo hoy con el programa”, señala Jiménez, dando cuenta que opera con escasos recursos humanos, particularmente en regiones.

12. Colaboración con la investigación en suicidalidad: el documento hace un llamado a integrar los hallazgos de investigaciones locales e internacionales en la política pública. En Chile existen distintos equipos de investigación que trabajan en torno a comportamientos suicidas y su prevención. El académico cree necesario establecer un diálogo más fluido entre el conocimiento producido por distintas universidades u organizaciones y el programa que hoy coordina el Ministerio de Salud.

Descarga el documento completo Recomendaciones para la Actualización del Programa Nacional de Prevención del Suicidio en este link.

Lee el artículo publicado en el diario La Tercera AQUÍ


Si tienes ideas suicidas o crees que estás enfrentando una crisis de salud mental, puedes pedir ayuda a profesionales especialmente capacitados en las siguientes líneas de asistencia gratuita:

-Llama a la Línea Prevención del Suicidio al *4141. Es completamente gratuita y se puede llamar desde celulares de lunes a domingo, las 24 horas del día.

-Chat para jóvenes “Hablemos de todo” del INJUV en hablemosdetodo.injuv.gob.cl

-Si te identificas con la comunidad LGBT+, Fundación Todo Mejora cuenta con canales de ayuda especializados en www.todomejora.org

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Brecha de género en salud mental: Mujeres chilenas enfrentan una mayor prevalencia de síntomas depresivos

En Chile, aunque las mujeres tienen una mayor esperanza de vida que los hombres, enfrentan una mayor prevalencia de síntomas depresivos a lo largo de su vida. Un estudio de la Universidad San Sebastián y otros centros de investigación, entre ellos, el Núcleo Milenio Imhay, revela cómo las desigualdades estructurales y sociales exacerban esta brecha en la salud mental, subrayando la necesidad de políticas públicas con enfoque de género para abordar esta disparidad.

En Chile, según la OCDE, la esperanza de vida al nacer es de 83 años para las mujeres, y 78 años para los hombres; no obstante, las condiciones en que se desarrollan sus vidas difieren en varios aspectos. Uno de ellos es la salud mental. Un reciente estudio publicado en la revista Global Mental Health (Cambridge, Inglaterra), revela que aunque las mujeres chilenas suelen vivir más, también es más probable que experimenten síntomas depresivos durante una mayor parte de su vida en comparación a los hombres.

El estudio, que analizó datos de las Encuestas Nacionales de Salud de 2003, 2010 y 2016, encontró que la brecha de género en la esperanza de vida libre de síntomas de depresión es considerable y persistente. Las mujeres chilenas, en todas las edades evaluadas, enfrentan una mayor prevalencia de síntomas depresivos, tendencia que se mantiene consistente a lo largo del tiempo, con una diferencia en la proporción de años de vida con síntomas depresivos que alcanza o supera los 10 puntos porcentuales en casi todos los grupos etarios y períodos estudiados.

La investigación fue realizada por investigadoras de la Universidad San Sebastián, Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (MICARE), Instituto Milenio para la Investigación en Depresión y Personalidad (MIDAP) y Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), a través de su investigadora joven, Francesca Borghero.

Ahondando en los datos, el equipo analizó además la interacción del género con otras dimensiones sociales que podrían exacerbar las diferencias. “Observamos que tener un menor nivel educativo y el desempleo aumentan la probabilidad de síntomas depresivos entre hombres y mujeres, pero el efecto era mayor y más persistente entre las mujeres”, comenta la Dra. Ximena Moreno, académica de la Facultad de Psicología y Humanidades USS y primera autora del artículo.

Lo anterior es una muestra de cómo las desigualdades estructurales impactan la salud mental de la población, de manera diferenciada. “Los resultados de nuestra investigación apoyan la importancia de adoptar un enfoque de género en las políticas públicas para abordar eficazmente la disparidad que experimentan las mujeres en la esperanza de vida libre de síntomas depresivos”, agrega la Dra. María José Monsalves, académica del Departamento Nacional de Salud Pública de la Facultad de Medicina y Ciencia USS.

En concreto, las autoras recomiendan actualizar las directrices del programa de Garantías Explícitas en Salud (GES) de Chile relacionado a salud mental, considerando la perspectiva de género para mejorar tanto el acceso, como la relevancia y la efectividad de los tratamientos para la depresión. “Las políticas públicas, por su parte, debieran tener el objetivo final de abordar la complejidad de dimensiones que se intersectan con el género y afectan la salud mental de las personas”, comenta la Dra. Paula Dagnino, académica de la Facultad de Psicología y Humanidades.

Impacto social y desafíos en salud mental

La Organización Mundial de la Salud señala que la depresión es la principal causa de años perdidos por discapacidad (AVAD) para las mujeres en Chile. Sin embargo, y aunque no figura entre las principales causas de AVAD para los hombres, la depresión sigue siendo el trastorno mental más común y tiene un impacto considerable en la calidad de vida de las personas afectadas.

Si bien tienen una mayor esperanza de vida, las mujeres en Chile tienen menor acceso a la educación y al empleo a tiempo completo, tienden a realizar trabajos de cuidado no remunerados y sufren mayor violencia de pareja: condiciones que no solo perjudican su bienestar, sino que también limitan su potencial de vida libre de enfermedades mentales. No obstante, la Dra. Ximena Moreno recalca que “a pesar de tener una mayor expectativa de vida libre de síntomas de depresión, los hombres son menos propensos a buscar consulta o tratamiento para sus síntomas, en parte debido a las normas culturales y la estigmatización asociada con admitir problemas de salud mental”.

Este es el primer estudio en Chile que aborda la brecha de género en la esperanza de vida libre de síntomas depresivos. Junto con la necesidad de ahondar en esta problemática, este trabajo resalta la necesidad de políticas públicas que consideren la intersección de género con otras dimensiones estructurales. En ese sentido, la Dra. María José Monsalves concluye también que “es crucial desarrollar enfoques de políticas de salud mental que aumenten el acceso a los tratamientos entre los hombres, para abordar eficazmente las necesidades de todas las personas”.

Fuente: María José Marconi J., Vicerrectoría de Investigación y Doctorados USS

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PorImhay

Investigadora del Núcleo Milenio Imhay participó en uno de los principales eventos internacionales de psiquiatría infantil y del adolescente

Durante 5 días, más de 2.000 profesionales provenientes de 80 países se reunieron en el 26º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines, evento que se realizó por primera vez en América Latina y que reunió a expertos de todo el mundo, entre ellos, a la investigadora joven de Imhay y directora del Psiquislab de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la Universidad de Chile, Dra. Rocío Mayol.

La Dra. Rocío Mayol, investigadora joven de Imhay, participó en el Simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”.

En la ciudad de Río de Janeiro, Brasil, se realizó el 26º Congreso Mundial de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines (IACAPAP, por sus siglas en inglés), lugar hasta donde llegaron expertos internacionales de diferentes áreas de la salud mental en la infancia y la adolescencia, quienes se reunieron para discutir descubrimientos, avances y nuevos caminos en este campo, buscando ampliar los límites del conocimiento actual.

El tema del congreso 2024 fue “Desarrollo infantil, desafíos para la salud mental y el futuro de las naciones”, instancia donde también se congregaron profesionales de campos complementarios, como la salud mental, educación, economía, justicia, políticos y miembros de la sociedad civil, para fortalecer sus conocimientos y conexiones que apoyen el entendimiento de que las naciones sólo prosperarán si sus niños y adolescentes pueden prosperar

Y hasta este importante congreso internacional llegó la Dra. Rocío Mayol, investigadora joven de Imhay y académica de la Universidad Alberto Hurtado y la U. de Chile, quien participó como conferencista en el simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”. En esta actividad científica se presentó una actualización de los conceptos de Estados Mentales de Alto Riesgo, estudios y trayectorias; se comentó la experiencia chilena en el desarrollo de una red nacional para su estudio y las particularidades de la multiculturalidad en un proyecto llevado a cabo en la zona de la Araucanía en el sur de Chile.

El tema presentado por la Dra. Mayol se denominó : “Evidencia y desafíos en la psicoterapia cognitivo conductual para Estados Mentales de Riesgo”.

En particular, la Dra. Mayol presentó el tema “Evidencia y desafíos en la psicoterapia cognitivo conductual para Estados Mentales de Riesgo”, donde expuso la evidencia científica que existe respecto a la efectividad de la terapia cognitivo-conductual en el abordaje de los estados mentales de riesgo. Además, se refirió a los desafíos que aún se deben sortear en América Latina, puesto que la implementación de este modelo no es muy utilizado, por lo que, a juicio de la investigadora «resulta necesario potenciarlo, con el objetivo de otorgar soluciones a la medida de las personas que consultan».

De acuerdo a la psicóloga,  en los modelos de intervención que existen para tratar los estados mentales de riesgo, la psicoterapia es fundamental. «Particularmente, la aplicación de la terapia cognitivo-conductual es crucial en el manejo de los estados mentales de riesgo, ya que ofrece herramientas efectivas para modificar patrones de pensamiento disfuncionales y conductas problemáticas, mejorando, de esta forma, la calidad de vida de las personas», puntualizada la profesional.

Respecto a su participación en la IACAPAP 2024, la Dra. Mayol comenta que fue una experiencia enriquecedora y gratificante. “El congreso no solo me brindó la oportunidad de presentar la evidencia científica disponible y los desafíos en la terapia cognitivo-conductual para estados mentales de riesgo, sino que también me permitió interactuar y colaborar con algunos de los líderes más influyentes en el campo de la salud mental infantil y adolescente”, señala.

Y agrega que “tener la oportunidad de recibir feedback sobre mi trabajo por parte de expertos internacionales fue algo que considero invaluable, ya que sus comentarios me ayudarán a perfeccionar mis métodos de trabajo y a considerar nuevas directrices para futuras investigaciones. Por tanto, considero, sin duda alguna, que fue una instancia que aportará a mi crecimiento profesional y al desarrollo de redes de colaboración que pueden tener un impacto duradero y a largo plazo”.

«El ambiente que se generó en el congreso fue altamente estimulante. El nivel de las presentaciones, expositores y asistentes, permitieron que se creara una atmósfera de intercambio de conocimientos y apoyo profesional que fue verdaderamente inspiradora», concluye la Dra. Rocío Mayol.

El simposio “Desde los EMARs a los CHARMS, una mirada preventiva a la patología psiquiátrica severa”, fue liderado por la Dra. Adriana Gutiérrez, académica de la Universidad de Santiago de Chile. También participaron como panelistas la Dra. Sandra Venegas, del Departamento de Salud Mental y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de la Frontera; y el Dr. Alejandro Maturana, académico del Departamento de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Universidad de Chile.

Sobre la IACAPAP

La International Association for Child and Adolescent Psychiatry and Allied Professions (IACAPAP) es una asociación sin fines de lucro reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como actor oficial no estatal en psiquiatría infantil y adolescente. Su misión es abogar por la promoción de la salud mental y el desarrollo de niños y adolescentes a través de la política, la práctica y la investigación.

Una de las principales actividades de IACAPAP ha sido la organización de congresos internacionales, encuentros que han permitido que profesionales y colegas se reúnan a aprender unos de otros y promover servicios y prácticas éticas de salud mental de niños y adolescentes.

La versión 2024 del Congreso de la Asociación Internacional de Psiquiatría Infantil y Adolescente y Profesiones Afines tuvo como foco promover el bienestar y el futuro de los niños y adolescentes en todo el mundo, a través de la generación de nuevas perspectivas, investigaciones de vanguardia y esfuerzos de colaboración para abordar los problemas de salud mental que enfrentan las generaciones jóvenes.

PorImhay

Mallas flexibles y carreras más cortas para una mejor salud mental en educación superior

El Consejo Asesor en Salud Mental para la Educación Superior convocado por los  Ministerios de Educación y Salud, emitió un informe donde se promueve el concepto de «currículums saludables» a través de medidas como fomentar los talleres de resolución de conflictos o generar convenios con centros de salud aledaños. Sobre este tema fue entrevistada por El Mercurio, la Dra. Vania Martínez, académica de la U. de Chile y directora de Imhay, quien también formó parte de esta instancia asesora.

«Es relevante pensar en cómo se incorpora la evidencia en estos procesos», advierte a El Mercurio, la psiquiatra y directora de Imhay, Dra. Vania Martínez.

A principios de abril, el suicidio de una joven universitaria reabrió el debate respecto a la necesidad de prestar más atención a la salud mental de los estudiantes. Años antes, la discusión había sido abordada mediante protestas de alumnos -entre las más recordadas está la de un grupo de estudiantes de Arquitectura, quienes reclamaron por su alta carga académica- y tras la pandemia, muchas investigaciones evidenciaron el frágil estado de algunos: datos de la U. de Chile señalan que hasta 50% de los universitarios tienen síntomas de ansiedad y depresión.

Ante este escenario, en 2023 se conformó el Consejo Asesor de Salud Mental para la Educación Superior, una iniciativa que reúne a representantes de los ministerios de Educación y Salud, así como a académicos, dirigentes estudiantiles y profesionales del tema, entre otros.

«El consejo surge de la constatación de que si bien existían diagnósticos y recomendaciones en esta materia, la política pública carecía de un trabajo sistemático y participativo, liderado desde el Gobierno y de manera intersectorial, que convocara a diversas voces en un abordaje integral del problema de la salud mental en las instituciones de educación superior. De esta manera, el consejo se constituyó como una instancia inédita que logró recoger y consensuar recomendaciones y orientaciones para abordar los problemas y trastornos de salud mental», explica el subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana. 

Estas recomendaciones fueron dadas a conocer hace unos días a través de un informe (disponible para descarga gratuita desde el sitio https:// shorturl. at/OJqPy) que acumula más de 30 propuestas divididas por objetivos estratégicos. Entre otras medidas, se sugiere «conducir cambios en los planes de estudio que propendan a la consolidación de currículums saludables».

Esto supone dejar de lado la rigidez que caracteriza a muchos planes de estudio, promoviendo «estrategias de flexibilización curricular» y la necesidad de evaluar la duración de los programas, los que suelen considerarse «demasiado extensos», según se lee en el documento.

Interconexiones

Otra estrategia pasa por incentivar «políticas, instrumentos y procesos que fomenten estilos de vida saludables y una buena convivencia al interior de las comunidades». Aquí se destaca la importancia de las intervenciones tempranas enfocadas en la promoción y prevención.

«Una cosa es llegar cuando el problema ya está instalado, pero otra es prevenir, y ahí las comunidades educativas son un buen espacio para poder hacer programas de promoción», dice la psiquiatra Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio Imhay e integrante del Consejo Asesor en Salud Mental.

Generar talleres de habilidades socioemocionales y resolución de conflictos, planear intervenciones relacionadas con el uso de drogas y alcohol, así como fortalecer programas para la prevención del suicidio, se nombran como propuestas.

Junto con ello, se hace un llamado a dotar «de mayores herramientas a las y los docentes en detección temprana de problemáticas de salud mental» y «desarrollar materiales informativos y campañas comunicacionales orientadas a derribar estigmas», según señala el informe.

Por último, el documento propone la construcción de un sistema de intervención interconectado, sugiriendo, por ejemplo, convenios «de colaboración entre instituciones de educación superior que cuenten con carreras como Trabajo Social, Psicología, Medicina y Psiquiatría», para que egresados e internos puedan realizar sus prácticas dentro de los mismos centros de formación técnica, institutos profesionales o universidades.

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PorImhay

Imhay patrocina seminario sobre uso de tecnologías y salud mental universitaria

El rápido aumento del acceso a Internet y conectividad digital, así como el amplio uso de teléfonos inteligentes en el mundo, ha facilitado el desarrollo de intervenciones de salud mental digital. Y si bien se ha avanzado en la generación de evidencia científica respecto a su efectividad, aún persisten barreras y desafíos para su implementación. Y lo planteles de educación superior no están ajenos a esta problemática.

Chile, aunque es un país considerado de ingresos medio-altos, enfrenta una alta incidencia de trastornos mentales y de desigualdades socioeconómicas y geográficas en el acceso a la atención médica. Si bien la pandemia de COVID-19 creó un entorno favorable para el desarrollo y expansión de soluciones tecnológicas e intervenciones remotas en salud mental, aún existen significativas barreras para su implementación.

Y lo planteles de educación superior no están exentos a esta problemática. Es sabido que con la pandemia aumentaron ciertas patologías de salud mental en la juventud, entre ellas, depresión y ansiedad. Es en este contexto que en este seminario se hablará respecto al problema que actualmente deben enfrentar las universidades en el abordaje de la salud mental de sus estudiantes y cuáles serían algunas de las estrategias útiles para ir en su ayuda.

Por otro lado, y a través de distintas voces, se darán a conocer algunas iniciativas e intervenciones digitales que buscan orientar y apoyar a jóvenes que presentan problemas de salud mental. También se dictará la conferencia «Riesgo suicida en estudiantes universitarios: ¿Cómo puede ayudar la tecnología digital?», que estará a cargo del Dr. Álvaro Jiménez,  académico de la Universidad San Sebastián e investigador del Núcleo Milenio Imhay y del Instituto Milenio Midap.

Esta actividad se enmarca dentro de la Red Internacional para el Fortalecimiento y Desarrollo de la Salud Mental Digital – FOVI220026, financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que busca fortalecer y desarrollar una red internacional en salud mental digital que aporte a la reducción de las brechas existentes en prevención, detección y tratamiento de los problemas de salud mental, considerando un enfoque transdisciplinario y la pertinencia contextual de las intervenciones.


Programa:

09.00 – 09.10: BIENVENIDA
Dra. Graciela Rojas, Red Internacional para el Frotalecimiento y Desarrollo de la Salud Mental Digital. FOVI220026

09.10 – 09.40: CONFERENCIA “¿EN QUÉ CONSISTE EL PROBLEMA Y CÓMO SE PUEDE ENFRENTAR?”
Scarlett Mac-Ginty, Ph.D (c) en el Servicio de Salud e Investigación Poblacional del Instituto de Psiquiatría, Psicología y Neurociencia del King´s College de Londres e investigadora joven de Imhay.

09.40 – 11.40: MESA REDONDA: DISTINTOS ABORDAJES NACIONALES
Coordina: Daniel Espinosa, investigador adjunto MIDAP

María Paola Marchant: “Bienestar y salud mental en estudiantes de educación superior: estrategias de enfrentamiento desde la IES”

Viviana Guajardo: “Alfabetización en salud mental digital en estudiantes universitarios”

Antonio Salinas: “AquíContigo: una iniciativa tecnológica de la Red de Salud Digital de las Universidades del Estado”

Vania Martínez: “Intervenciones digitales para depresión y ansiedad en estudiantes de educación superior”

11.40 – 12.00: PAUSA

12.00 – 12.30: CONFERENCIA “RIESGO SUICIDA EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS: ¿CÓMO PUEDE AYUDAR LA TECNOLOGÍA DIGITAL? 
Álvaro Jiménez, psicólogo, Doctor en Sociología, académico USS e investigador Núcleo Milenio Imhay e Instituto Milenio Midap.

12.30 – 13.00: TESTIMONIO DE ESTUDIANTES
César Quiroz y Alejandro Flores, grupo de ayuda universitaria “Manitos de Confianza”, Universidad de Chile.


Miércoles
12 de junio

9.00 a 13.00 hrs.

Salón Ignacio Domeyko
Casa Central
Universidad de Chile

PorImhay

Padres y establecimientos deben fomentar la alfabetización digital de los adolescentes para prevenir

Expertos, entre ellos, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez,  plantean que tener espacios para compartir con ellos, enseñándoles la empatía, pero también discutiendo los desafíos de las nuevas tecnologías emergentes y sus riesgos, son acciones clave.

Al trabajar en una buena ciudadanía digital, afirma la psiquiatra Vania Martínez, no solo hay que ver a posibles víctimas y victimarios: “También hay que trabajar sobre personas que actúan como espectadores pasivos, que pueden alertar e ir bloqueando ciertas situación».

El caso de las deepfakes -imágenes generadas con inteligencia artificial (IA) que imitan la apariencia de una persona- creadas por alumnos de un colegio de Santiago reaviva el debate sobre la relación de los adolescentes con la tecnología.

Para Daniel Halpern, académico y director de Tren Digital de la U. Católica, esto entra en la categoría del ciberbullying, “que se manifiesta en el mundo digital por varias razones: es fácil hacerlo, te da una sensación de anonimidad -los adolescentes suben el contenido y es difícil saber quién fue- y no hay reglas casi, no hay una normativa que muchas veces castigue estas acciones”.

“Hoy día, para el adolescente, su vida digital, la reputación digital, muchas veces es más importante que la presencial, que lo offline. Entonces, se sabe que es donde más daño les hace. Estas razones explican por qué se masifica tanto el fenómeno del ciberbullying”, agrega.

Estas acciones no son inocuas. Vania Martínez, psiquiatra infantil y del adolescente, académica de la U. de Chile y directora del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), nombra el riesgo suicida, patologías depresivas y trastornos de ansiedad como algunas consecuencias en la salud que pueden desarrollar las víctimas.

“Probablemente no afecte por igual a todas las personas. Pero como no sabemos a quién le va a afectar más o menos, es importante que se haga prevención. Y cuando hay víctimas, ofrecer ayuda y apoyo. También a los victimarios, porque (si son adolescentes) son personas en eta- pa de desarrollo que también requieren ayuda”, dice. Esto, señala, no quita que deberían ser responsables de sus actos.

Según Halpern, un problema es que si bien “los adolescentes son nativos digitales, ya que nacieron con la tecnología (…) esto solo es cultura digital, que es distinto a educación o alfabetización digital”.

Y explica: “Alfabetización digital es en- tender las consecuencias de mis acciones, cómo voy a impactar, cómo desarrollo empatía a través de pantalla (…). Tienen cultura digital, pero no necesariamente es lo mismo que tener alfabetización o educación digital”.

Es ahí donde entra el rol de los apoderados y colegios, quienes deben ayudar a los adolescentes a navegar en el mundo de la tecnología, aunque los entrevista- dos recalcan que debe ser un esfuerzo en conjunto. “Los adultos muchas veces vamos más atrasados en esto… Muchas veces les pedimos ayuda a los hijos (para temas tecnológicos)”, plantea Martínez. Por eso, dice, la labor de formar sobre un uso adecuado de las redes sociales no puede quedar solo en los apoderados.

“Hay que tener un acompañamiento, no solo de las familias, también de los colegios, y tener claridad respecto de ciertos valores y límites que se pueden transmitir desde la familia”, agrega. Según señala, los adolescentes viven una etapa que se llama “autonomía progresiva”, por lo que es clave apoyarlos en ese desafío.

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