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Adultez emergente: La paradoja de ser personas jóvenes y sanas, pero con necesidades de salud mental

Es una nueva etapa de la vida que agrupa a personas entre los 18 y 29 años, y que se sitúa entre la adolescencia y la adultez. Se trata de un término que tiene su origen en países desarrollados, siendo su característica distintiva la construcción de la identidad y toma de decisiones en distintos ámbitos: personal, familiar y profesional. A pesar de ofrecer diversas oportunidades, esta etapa también presenta desafíos significativos en cuanto al bienestar emocional. “En Chile, los/as adultos/as emergentes todavía no se ven como una población de riesgo por el sistema de salud público o privado”, señala al respecto la investigadora joven de Imhay, Ana Barrera.

La Dra. Ana Barrera Herrera, académica de la Universidad Católica de Temuco e investigadora joven de Imhay, dedica su trabajo de investigación a identificar aquellos factores que afectan y protegen el estado de salud mental de las personas que componen el grupo etario conocido como «adultez emergente».

Cuando trabajaba en atención clínica de estudiantes universitarios/as, siempre le faltaba disponibilidad de horas para atender a los/as jóvenes, recuerda la psicóloga Ana Barrera. “Empecé a preguntarme qué estaba pasando con los/as estudiantes que presentaban tantos problemas psicológicos. ¿Cuál era su origen? ¿Será que ya venían con dificultades emocionales antes de entrar a la universidad o esto era provocado por su estadía en los centros educativos? Eso me motivó a querer saber más de la etapa de vida en la cual se encontraban los/as jóvenes y a comenzar a realizar estudios de postgrado”.

La profesional hizo un magíster y luego cursó el Doctorado en Psicología en la Universidad de La Frontera. Se dedicó a investigar específicamente la adultez emergente, un concepto acuñado en Estados Unidos para clasificar a jóvenes de entre 18 y 29 años que transitan entre la adolescencia y la adultez, y que comienzan a realizar una serie de cambios en sus vidas: ingresan a la educación superior, cambian de amistades, se van de sus casas, entre otros. En el caso de Chile, señala la profesional, este grupo tiene características especiales, según descubrió en el Estudio Nacional de Prevalencia de Trastornos de Salud Mental y Hábitos de salud, y su relación con dimensiones de la Adultez Emergente en Jóvenes Universitarios Chilenos’, proyecto PAI de inserción a la academia, del que Ana Barrera fue investigadora responsable.

“Nos dimos cuenta de que el componente familiar era altamente valorado en esta etapa, sobre todo para la construcción de la identidad porque -a diferencia de los/as jóvenes estadounidenses, por ejemplo- los/as jóvenes chilenos todavía están con la familia de origen, muchos/as viven y dependen financiera y emocionalmente de ella”, explica la investigadora de Imhay. “También ellos/as valoran de forma muy cercana la presencia de los amigos/as, el apoyo social de su círculo más cercano, que a veces también consideran como la ‘familia escogida’. Y lo otro que es particular en la adultez emergente chilena, es que es un tiempo para divertirse, pero también un tiempo de reflexión, por ejemplo, para repensar en las ideas y valores que forman parte de la construcción de la identidad”. 

La adultez emergente es un concepto relativamente nuevo, acuñado en Estados Unidos, para clasificar a jóvenes de entre 18 y 29 años que transitan entre la adolescencia y la adultez.

En la actualidad la Dra. Ana Barrera es Profesora Asociada y directora del Laboratorio de Adultez Emergente y Salud Mental de la Universidad Católica de Temuco, y desde 2019 forma parte del Núcleo Milenio Imhay como investigadora joven en la línea de Sensibilización y Promoción.

¿Qué es lo último que ha estado viendo en sus investigaciones?

̶ Estoy trabajando con un concepto que se llama “Desarrollo Positivo”, que es un enfoque que viene desde la psicología positiva, y que apunta a los recursos y potencialidades que tienen los/as jóvenes en esta etapa de vida. Por ejemplo, estos recursos les permiten afrontar diversos desafíos propios de la etapa, pero también prevenir conductas de riesgo.

Se trata de un concepto que habitualmente se ha estudiado solo en adolescentes, pero yo recogí un modelo para adultez emergente que se desarrolló en Australia. Y en mi último proyecto (FONDECYT de Iniciación N° 11200984 ‘Desarrollo positivo, salud mental y variables psicosociales involucradas: Hacia un modelo comprensivo en universitarios chilenos’) adaptamos el modelo, partiendo por los instrumentos que estaban en inglés, los que después ajustamos para que quedaran de forma pertinente para nuestra realidad local. Actualmente estoy estudiando cómo el desarrollo positivo se asocia con variables de salud mental, regulación emocional y apoyo social. Entonces, estoy trabajando siempre en salud mental, pero desde una arista más positiva, no centrada en la patología.

Los/as adultos/as emergentes de ahora ¿son distintos a los/as de décadas pasadas?

̶ Décadas atrás, generalmente los/as jóvenes, si salían de la educación media, tendían a trabajar. No todos tenían la oportunidad de estudiar como ahora donde existe una amplia variedad de apoyos, gratuidad, etc. Entonces, se pasaba directamente desde la adolescencia a la adultez. No había un espacio ‘de ensayo’ donde la juventud pudiera probar distintas decisiones. Por tanto, esta etapa viene dada por factores culturales como un mayor acceso a estudios superiores, pero también por el posicionamiento de la mujer en la educación superior y en el trabajo, por ejemplo.

También las metas de la juventud han ido cambiando a través del tiempo. Antes, quizás, unos de sus propósitos de vida era conformar una familia a los veintitantos años o tener hijos/as más pronto que tarde. Sin embargo, hoy en día todos esos compromisos se asocian a la adultez. Ahora, casarse, convivir, tener hijos, son decisiones que se han pospuesto hacia los 30 años o más, o directamente no forman parte de sus objetivos.

Los/as jóvenes hoy en día están más centrados en tener su título académico, en explorar sus opciones, disfrutar, o bien darse un espacio para ver lo que quieren antes de comprometerse con otras personas y tener otras responsabilidades.

¿Y cómo impacta eso en la salud mental?

̶ Yo diría que siempre ha habido problemas de salud mental, independiente de la etapa en la que estén las personas. Si bien la adultez emergente es una periodo exigente y demandante, sobre todo desde el punto de vista académico, la existencia de problemas de salud mental no tiene que ver necesariamente con esta etapa. De hecho, muchos de esos problemas se arrastran desde la adolescencia o tienen que ver con problemas familiares o con eventos vitales como, por ejemplo, tener una pérdida de una relación de pareja, no adaptarse al entorno universitario, quizás elegir una carrera que no satisface las expectativas iniciales, entre otros factores.

La diversidad de causas que pueden afectar la salud mental de la juventud es muy variada, pero también es importante recordar que es una etapa de posibilidades.

¿Y qué pasa con aquellos/as jóvenes que no están en una universidad?

̶ En algún momento nosotros hicimos una investigación -que fue parte de una tesis de pregrado- y quisimos abordar la sintomatología de salud mental de estos/as jóvenes que están fuera del entorno educativo y nos encontramos con una similar presencia de problemas de ansiedad, depresión y estrés. Entonces, aún cuando ellos/as no estén en el entorno universitario, igualmente están afrontando diversas situaciones, por ejemplo, bajas remuneraciones, dificultades para compatibilizar estudio y trabajo, quizás ya tienen hijos, están con dificultades para pagar un arriendo, o les faltan recursos y oportunidades para postular a una casa propia. Entonces yo creo que esta etapa es igualmente desafiante, independientemente de si estudias o trabajas.

¿Qué diagnóstico haces de las políticas públicas en salud mental que afectan a este grupo de la comunidad? ¿Dónde están las principales necesidades?

̶ El problema generalizado es que no tenemos una salud mental o una ley de salud mental que dé prioridad, por ejemplo, a la prevención o a la promoción antes de que aparezcan los problemas emocionales. Otro de los focos problemáticos es que, en Chile, los/as adultos/as emergentes todavía no son vistos como una población de riesgo por el sistema de salud público o privado. Si bien quienes estamos trabajando en investigación sí lo tenemos clarísimo -y también las universidades en los últimos años- todavía no hay una concientización en los servicios de salud, en el Ministerio de Salud y, por lo tanto, tampoco la nueva ley que se está trabajando recoge que los/as jóvenes tienen necesidades particulares.

Hoy en día, por ejemplo, desde la teoría se indica que los/as jóvenes son una población sana, que no tiene problemas cardiovasculares, enfermedades crónicas, y mucho de eso hace que no lleguen a los servicios de salud. Pero en términos de salud mental sí hay una cifra roja que la mayoría de las universidades está afrontando y que, en el fondo, trabajan prácticamente solas porque si bien pueden derivar, no necesariamente hay cupos ni especialistas que cubran estas necesidades en los servicios de salud o una vinculación permanente y establecida con los servicios de salud públicos o privados.

Entonces, dentro de las políticas públicas yo creo que es importante incluir a la juventud como población de riesgo, pero también como un grupo que tiene necesidades y que requiere atenciones de salud más allá de las proporcionadas por la universidad. Se necesita  acercarla a los centros de salud para primeramente potenciar su autocuidado, favorecer ambientes más cercanos para ellos y que, de alguna forma, pidan ayuda preventivamente porque en la actualidad lo que hacen es pedir ayuda cuando el trastorno ya está instalado.

Si llegamos a tiempo, si instalamos una cultura de promoción de la salud, y si incluimos políticas nacionales que los/as incluyan, podemos prevenir problemas de salud más graves y propiciar una etapa de vida plena, considerando sus fortalezas y su voz cuando hablamos de salud.

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Núcleo Milenio Imhay lanza curso online para fortalecer la prevención del suicido en jóvenes de Latinoamérica

A diferencia de lo que ocurre a nivel mundial, la Región de Las Américas no logra descender las tasas de suicidio, situándose como la cuarta causa de muerte entre personas de 15 a 29 años.

La Dra. Vania Martínez y el Dr. Álvaro Jiménez son los instructores del curso online “Abordaje del riesgo suicida en adolescentes y jóvenes” que ya está disponible en la plataforma de educación virtual Coursera.

El Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), lanzó el curso online “Abordaje del riesgo suicida en adolescentes y jóvenes, iniciativa que busca entregar herramientas, desarrollar habilidades e implementar estrategias para un abordaje oportuno y adecuado del riesgo suicida en Latinoamérica.

“Durante la pandemia vimos que uno de los grupos más afectados en términos de salud mental fue el de adolescentes y jóvenes, quienes presentaron mayor sintomatología depresiva y ansiosa, lo que puede relacionarse a un mayor riesgo suicida. Entonces, creo que estamos a tiempo de poder actuar oportunamente y prevenir para que estos problemas no se profundicen. Por tanto, este curso, que otorga herramientas de detección y de abordaje inicial a la audiencia en general, puede ser un importante aporte en ese sentido”, sostuvo la Dra. Vania Martínez, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay.

El curso online se desarrolla gracias al financiamiento de la Iniciativa Científica Milenio de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), y está dirigido a población latinoamericana que esté en contacto estrecho con adolescentes y jóvenes, tales como encargados de grupos deportivos, scouts, artísticos, etc. También los conocimientos que se entregarán a través de la plataforma pueden ser de interés para personas que en el  futuro ejercerán un rol profesional con este grupo de la población (ej. estudiantes de carreras de la salud, de psicología, de trabajo social, de educación, etc.), a quienes ejercen el rol o ejercerán un rol en la comunicación sobre suicidio (ej. periodistas, estudiantes de periodismo, comunicadores/as sociales), y a personal de primera línea en la atención de personas afectadas por esta temática, (ej. policías, bomberos/as, rescatistas, gendarmes, etc.).

“El suicidio debe ser considerado como multifactorial, ya que existen muchos elementos que pueden estar influyendo. Por ejemplo, a nivel socioeconómico, la pobreza se relaciona con mayor suicidio; a nivel de vínculos, aquellas sociedades que son más individualistas, en las que hay menos red de apoyo, es otro factor de riesgo. Entonces, para pensar cómo abordarlo y para intervenir también hay que considerar distintas áreas, no puede solo ser el sector salud o salud mental. Por eso la invitación es a que desde diversas disciplinas y roles podamos participar del curso”, complementa la Dra. Martínez.

El suicidio se puede prevenir

Este curso online desarrollado por el Núcleo Milenio Imhay busca entregar herramientas, desarrollar habilidades e implementar estrategias para un abordaje oportuno y adecuado del riesgo suicida en adolescentes y jóvenes.

Según estadísticas de la Organización Panamericana de la Salud, el suicidio es la cuarta causa de muerte entre personas de 15 a 29 años. Las Américas es el único lugar del mundo donde la mortalidad por suicidio ha ido en aumento desde el año 2000. Sin embargo, esto no ocurre por igual en todos los países. En Chile, hubo una disminución de la mortalidad por suicidio en la década anterior y, a partir de la pandemia, existe registro de una disminución aún más importante de las muertes por suicidio durante el confinamiento. No obstante, se estima que post confinamiento, aunque todavía no son datos validados, se estaría volviendo a las tasas anteriores.

En este contexto, hay que tener claridad que el suicidio se puede prevenir y para ello es importante contar con mayores conocimientos y adquirir herramientas para un abordaje oportuno y seguro.

“El curso, aunque es inicial, es bastante completo, con una metodología muy amigable, cercana y accesible a gran parte de nuestra población en Chile y Latinoamérica. Se realiza principalmente con videos y puede adaptarse a los tiempos de cada participante. Con estas facilidades y la experiencia que tenemos como Núcleo Milenio Imhay, esperamos que se tome conciencia acerca del rol que cada uno o cada una tiene en esta temática, desde los espacios laborales, de amistad, de familia y desde la comunicación. En este sentido, quiero destacar que incluimos herramientas sobre cómo informar responsablemente en medios de comunicación formales y redes sociales, con el objetivo de hablar del tema de forma segura, que no estigmatice y que no promueva las conductas suicidas imitativas”, puntualiza la Dra. Martínez.

El curso consta de cuatro módulos: Prevención del Suicidio en Adolescentes y Jóvenes: Tarea de Todos y Todas; Detección y Evaluación de la Gravedad del Riesgo Suicida en Adolescentes y Jóvenes; Abordaje Inicial del Riesgo Suicida en Adolescentes y Jóvenes; y Postvención y Duelo por Suicidio de Adolescente o Joven.

Actuar a tiempo y saber cómo hacerlo

Quienes participen de la iniciativa podrán reconocer la relevancia de abordar el riesgo suicida en adolescentes y jóvenes y el rol que tenemos todos y todas en su prevención considerando directrices de la Organización Mundial de la Salud, el cuestionamiento a los mitos y creencias erróneas, y el uso de una comunicación segura y responsable.

También podrán reconocer los factores asociados al riesgo suicida y aplicar herramientas para la detección y evaluación de su gravedad con el propósito de favorecer el acceso a los apoyos que se requieren, describiendo conductas y procedimientos iniciales a seguir frente a adolescentes y jóvenes con riesgo suicida para disminuir el riesgo de manera oportuna, y describir el actuar más adecuado en el caso de una muerte por suicidio de una persona adolescente o joven, para apoyar a las personas cercanas que han sufrido la pérdida, promover la recuperación saludable de la comunidad afectada y reducir el riesgo de comportamiento suicida imitativo.

El curso “Abordaje del riesgo suicida en adolescentes y jóvenes”, ya está disponible en la plataforma de educación virtual Coursera y es accesible no solo a población chilena, sino que a todas aquellas personas de América Latina interesadas en capacitarse en la temática.

Para inscribirse, se puede acceder a través del siguiente link

NOTA: Si tú, un familiar o un ser querido tiene conductas o pensamientos suicidas, no dudes en pedir ayuda profesional. A continuación, dejamos algunas líneas de contacto de personas y profesionales que pueden ayudarte.

Línea para la prevención del suicidio: *4141, disponible de lunes a domingo, las 24 horas del día.

Fono Salud Responde: 600.360.7777, opción 2.
Lunes a viernes, de 08:30 a 20:00 hrs.

Chat Hablemos de Todo del Injuv: https://hablemosdetodo.injuv.gob.cl/
Lunes a viernes: De 10:00 a 21:00 hrs.
Sábados: De 11:00 a 17:00 hrs.

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Aplicaciones digitales: el desafío de mejorar el alcance de las intervenciones en pacientes jóvenes

Daniela Lira, psicóloga e investigadora doctoral del Núcleo Milenio Imhay encabeza el desarrollo de una aplicación para dispositivos móviles que busca conseguir una mayor adherencia a los tratamientos a través del co-diseño de la App con los mismos usuarios. Esta iniciativa, parte central de su trabajo de tesis de doctorado, la realiza también en el marco de la red nacional e internacional de salud digital de las que Imhay es integrante.

La investigadora doctoral de Imhay, Daniela Lira está realizando su tesis doctoral sobre cómo utilizar las aplicaciones para computadores o celulares para potenciar estrategias de prevención de la depresión y la ansiedad en la población universitaria.

Uno de los proyectos simbólicos del Núcleo Milenio Imhay ha sido el programa Cuida tu Ánimo, una estrategia digital de intervención para para prevenir e intervenir oportunamente la depresión y el riesgo suicida en adolescentes y jóvenes. Basándose en sus resultados positivos, los/as investigadores/as que componen el equipo de trabajo, decidieron ampliar la experiencia y probarla en jóvenes universitarios/as, con las adaptaciones y cambios pertinentes a este grupo de la población.

El proyecto forma parte de la tesis que está desarrollando la psicóloga Daniela Lira, estudiante del Doctorado en Psicoterapia que dictan en conjunto la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica. Es investigadora doctoral de Imhay desde 2020, cuando entró a una práctica en investigación con la Dra. Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio, “para conocer cómo se trabaja aquí…y nunca más me fui”, comenta Daniela.

La profesional se interesó en realizar investigación desde su época de estudiante de pregrado, especialmente en temas de ansiedad y depresión. Después de egresar como psicóloga, se especializó en terapia cognitivo-conductual, y en su práctica privada se relacionó con pacientes en edad universitaria. Pero todo cambió cuando comenzó a cursar el doctorado y se vinculó a Imhay.

“Siempre mi mirada había sido desde la investigación más experimental o en la clínica como tratamiento terapéutico”, recuerda la investigadora. “Pero con el doctorado se me abrió toda una ventana de oportunidades que yo no había explorado antes y que tenía que ver con el ámbito de la promoción y prevención en salud mental, sobre todo en población joven, que era también con lo que yo me estaba encontrando a nivel más clínico”, agrega.

Esa reorientación en su interés científico le acercó a una de las áreas de trabajo de Imhay, que apunta a generar estrategias y herramientas para la detección e intervención temprana de psicopatologías.

Daniela Lira centró su tesis doctoral en cómo utilizar tecnologías digitales de uso personal, como las aplicaciones para computadores o celulares, para potenciar estrategias de prevención de la depresión y la ansiedad. Para explorar soluciones, el equipo de Imhay donde participa la doctorante se basó en la aplicación digital para adolescentes y jóvenes del Programa Cuida tu Ánimo, y elaboró una adaptación para jóvenes en etapa universitaria. Ésta la realizó en conjunto con psicólogos/as, una periodista, un diseñador gráfico, una start-up encargada de desarrollar la aplicación, y los/as mismos/as jóvenes usuarios/as a quienes invitaron a participar en el diseño de la App.

Este trabajo que se encuentra realizando la psicóloga forma parte de la World Mental Health International College Student Initiative (WMH-ICS), iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, liderada por la Universidad de Harvard, y también de la Red para el desarrollo de la Salud Mental Digital, de Chile. Ambas instancias colaborativas realizan investigaciones interdisciplinarias para la implementación de soluciones tecnológicas en la prevención, detección y tratamiento de los trastornos mentales en población universitaria.

“Tuvimos estudiantes probando la aplicación, y después, además de los instrumentos que les pasamos a nivel de test o escala psicométrica, también les realizamos entrevistas para profundizar en algunos resultados que encontramos. La idea fue no quedarnos solamente con datos numéricos sino también con una mirada cualitativa para tener una nueva perspectiva o algún indicador nuevo que oriente nuestro trabajo”, explica la investigadora doctoral de Imhay.

Hace algunas semanas, Daniela regresó desde Alemania, donde durante tres meses realizó una pasantía en el Centro de Investigación en Psicoterapia del Hospital Universitario de la Universidad de Heidelberg, institución con la cual el Núcleo Milenio Imhay tiene vínculos de colaboración.

“Los dos investigadores que lideran este centro de investigación en psicoterapia alemán han investigado junto a Vania Martínez y también fueron parte del desarrollo de Cuida tu Ánimo, así que están bien involucrados en esta temática”, explica la joven psicóloga. “Yo fui a aprender más directamente de los trabajos que ellos están ejecutando actualmente, pero también fue una gran oportunidad para que ellos aportaran a mi investigación».

Mejorar la adherencia a los tratamientos de salud mental

El desafío del equipo de Imhay donde participa Daniela Lira es lograr que la aplicación dirigida a los/as estudiantes universitarios/as no sólo sea útil en su contenido, sino suficientemente atractiva, ágil y motivadora para los/as usuarios/as jóvenes.

“El foco de mi tesis está puesto en cómo podemos implementar y mejorar esta aplicación de modo tal que llegue a más personas y que efectivamente la usen, porque en el mundo de la salud mental digital hay hartas promesas, pero también muchas barreras. A las personas les gustan las aplicaciones, pero empiezan a usarlas y después se les olvida. No hay mucho engagement o fidelidad, así que también me he estado focalizando, desde el ámbito de la implementación, en qué cosas influyen en esto. Entonces mi tesis está enfocada en eso: en cómo levantar información para ver cuáles son los factores y qué podemos hacer nosotros para sortear aquellos desafíos que todavía no permiten que este tipo de estrategias alcancen su potencial completo”.

O sea, ¿esta falta de adherencia o de continuidad en los tratamientos es una pregunta aún sin respuesta?

-No hay resultados claros ni a nivel de mi investigación ni a nivel de la investigación macro en la temática de salud mental digital. De hecho, ése es el problema más grande que están experimentando las estrategias digitales ahora.

Las estrategias, cuando se prueban en contextos más controlados, muestran ser efectivas, pero el tema de la adherencia y la continuidad en las intervenciones es el problema más clásico que se está viviendo actualmente en la temática de salud mental digital. Así que todo aporte que nosotros podamos hacer a esa mirada o a esa reflexión también será útil para potenciar aún más estas estrategias.

¿Las principales barreras son de adhesión individual a las intervenciones o es por falta de políticas públicas que las promuevan?

 -No creo que sea, de manera única, ni lo uno ni lo otro. Hay diferentes factores. Por ejemplo, si pensáramos en el futuro, es importante que, si vamos a implementar aplicaciones con las universidades, contemos con el respaldo institucional. Así que creo que el trabajo por hacer es harto, porque también existen barreras u obstáculos más contextuales.

Uno de los grandes aportes que entrega Imhay tiene que ver con la visión de hacer investigación con foco participativo. Muchas veces, en el pasado, por ejemplo, estas estrategias se han creado y se han implementado sin considerar la voz de los/as usuarios/as finales, y es un problema que uno observa constantemente en la evidencia. Hay asuntos que no se consideran al diseñar o implementar las tecnologías digitales como, por ejemplo, de qué manera los/as usuarios/as usan este tipo de aplicaciones, cómo se dan en los contextos más naturales y cómo poder implementar de forma efectiva y oportuna estas estrategias de prevención, pero no pensándolo desde el punto de vista de los/as investigadores/as ‘hacia abajo’, sino que, desde una mirada múltiple, desde el/la usuario/a mismo y basado en lo que señala la evidencia científica.

¿Con qué sensaciones te quedas a estas alturas de tu trabajo en el tema de salud digital?

-Yo sigo pensando que este tipo de intervenciones preventivas pueden tener un impacto súper elevado, sobre todo considerando que la juventud actual está muy conectada a lo digital. Pero aún queda mucho trabajo por hacer para poder comprender de manera más profunda cómo hacemos llegar estas estrategias de prevención, de las cuales tenemos evidencia de que sirven, para que sean efectivamente usadas por los/as destinatarios/as a los cuales están dirigidas.

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Directora de Imhay habla sobre el regreso a clases y cómo manejar ese proceso en niños, niñas y adolescentes, desde el punto de vista de la salud mental

La Dra. Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile fue entrevistada en el programa “Semáforo” de radio Universidad de Chile para hablar sobre la vuelta a clases y cómo manejar ese proceso en niños, niñas y adolescentes desde el punto de vista de la salud mental.

En la entrevista, la académica destacó la importancia de que los padres y cuidadores estén abiertos a escuchar a los estudiantes en esta etapa desafiante, validar sus emociones y buscar estrategias en conjunto para establecer nuevos horarios y hábitos cotidianos. 

«Yo creo ha costado bastante retornar la rutina posterior a pandemia, no sé si es generalizado, pero en los espacios en los que me toca estar, ha costado mucho más que antes el poder organizarse y dejar tiempo para trabajo, estudio, tiempo para compartir con otras personas, tiempo para uno mismo, para dormir, para alimentarse bien que también es algo muy relevante, o hacer actividad física. Entonces cómo metemos eso en los casilleros, es algo que nos está costando a todos pero en adolescentes y niños requieren también desde el mundo adulto, de las personas que están al cuidado de ellos, poder apoyar esa organización», agregó.

Escucha la entrevista completa, a continuación:

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Experto en déficit atencional e hiperactividad de la Universidad de Illinois realizó pasantía en el Núcleo Milenio Imhay

El psicólogo y académico estadounidense, Michael Meinzer, eligió nuestro centro de investigación debido a la alta calidad de sus estudios en salud mental y a su amplia red colaborativa dentro del país. Fruto de este intercambio académico, el profesional, junto a un equipo de Imhay, ya comenzó a analizar los datos de una muestra de jóvenes universitarios/as que viven con este trastorno.

El académico de la Universidad de Illinois de Chicago realizó una pasantía de investigación por un mes en el Núcleo Milenio Imhay

El Dr. Michael Meinzer, académico del Departamento de Psicología de la Universidad de Illinois en Chicago y director del Laboratorio de Servicios para Adultos Jóvenes y Adolescentes con ADHD (Attention Deficit and Hiperactive Disorder), ha dedicado parte de su trabajo de investigación al estudio y tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), además de desarrollar intervenciones para reducir la ansiedad, la depresión y el suicidio en escolares.

Debido a que Chicago es una ciudad con alta tasa de población latina proveniente del Caribe, Centro y Sudamérica, el científico sintió la necesidad de viajar a alguno de estos países para conocer la experiencia local en salud mental y acercarse también a la cultura. Averiguó quiénes trabajaban con niños y adolescentes “e Imhay fue uno de los primeros sitios web que encontré”, relata el Dr. Meinzer. “Vi todos los proyectos y a todo el equipo que compone al Núcleo y me impresionó el nivel de lo que estaban haciendo en el campo de la salud mental, cuán colaborativo era este centro, y que trabajaban con científicos/as de distintas universidades a lo largo del país. Así que me entusiasmé”.

El investigador se contactó con la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, quien acogió su propuesta de realizar una pasantía en Chile durante todo el mes de enero. Aquí se reunió con investigadores/as de nuestro Núcleo, y además conoció el trabajo de instituciones colaboradoras como la Fundación Todo Mejora, que se dedica a la protección y apoyo de jóvenes LGBTIQA+; y del Ministerio de Salud, a través de la línea telefónica *4141 para la prevención del suicidio.

Durante su estadía en el Núcleo Milenio Imhay, el Dr. Meinzer se reunión con investigadoras/es de nuestro centro.

“Me reuní con personas del Minsal y acompañé a la Dra. Martínez cuando hizo una capacitación en prevención del suicidio”, recuerda el experto estadounidense. “Fue muy interesante poder ver a quienes están atendiendo el call center y el tipo de dificultades que tienen al trabajar. Además, pude observar a Vania resolviendo algunos problemas con ellos/as o enseñándoles cómo podían abordar situaciones o casos más complejos”.

Dentro de sus actividades en Chile y gracias a las gestiones realizadas por la investigadora colaboradora de Imhay, Isidora Paiva, el académico también visitó la Universidad Adolfo Ibáñez para intercambiar experiencias respecto a la atención en salud mental en ambientes universitarios, que es una de las áreas de trabajo que el Dr. Meinzer desarrolla en la Universidad de Illinois, especialmente con jóvenes diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

“También tuve la oportunidad de colaborar con investigadores/as jóvenes de Imhay, con quienes ya empezamos a analizar los datos de una muestra de universitarios/as con TDAH. Vamos a ver si esta afección incrementa el riesgo para depresión e intentos de suicidio entre los/as estudiantes chilenos/as, y qué factores pueden mitigar ese riesgo o incrementarlo, como el estrés o el apoyo social”, cuenta el investigador extranjero. “Espero que este trabajo que estamos desarrollando junto al equipo de Imhay pronto rinda frutos y así podamos desarrollar una publicación científica que dé cuenta de los resultados obtenidos”.

Dentro de las actividades que el académico estadounidense realizó en nuestro país, se reunió con un equipo de la Fundación Todo Mejora para conocer la labor que desarrollan.

Según explica, la mayoría de los trabajos publicados sobre TDAH que él conoce se han realizado en Estados Unidos, principalmente en muestras de personas caucásicas. Y a pesar de que en la última década ha habido esfuerzos para comprender más acerca de este trastorno en poblaciones latinas y afroamericanas, aún existen pocas investigaciones sobre cómo se desarrolla esta afección fuera de su país.

“Esta ha sido una experiencia muy importante para mí, y es sólo el principio. Me gustaría regresar y eventualmente iniciar un proyecto de investigación diferente que incorpore la voz de estudiantes, profesores/as y profesionales de salud mental que atienden en las universidades, para escuchar sus experiencias en el abordaje del TDAH, porque si bien las estadísticas pueden indicarnos si hay incremento del riesgo, los datos no nos cuentan la historia completa. Por eso hay que hacer una investigación cualitativa con el objetivo de entender realmente si la experiencia en Chile es distinta a la de Estados Unidos. Por ejemplo, me interesa saber si las dificultades que experimentan los/as estudiantes en Chile son las mismas que presentan los/as jóvenes estadounidenses, o si los tratamientos que he estado empleando en Estados Unidos se podrían aplicar en algunas universidades chilenas. Esto es algo que me interesaría seguir investigando y explorando en profundidad”, comenta el investigador.

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Directora de Imhay habla sobre salud mental escolar tras un nuevo comienzo del año académico

La Dra. Vania Martínez, directora del Núcleo Milenio Imhay y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile fue entrevistada en el programa “Un país generoso” de radio Rock & Pop para hablar sobre la vuelta a clases, el bullying y cómo prevenirlo.

En la entrevista, la académica destacó la importancia de que los padres estén alerta a las señales. Al respecto señaló que “lo ideal es que efectivamente haya una buena comunicación y que sientan que pueden contarnos estas cosas a los padres. También pueden haber señales más indirectas que pueden estar relacionadas a síntomas de la esfera de la ansiedad, como nerviosismo, inquietud, problemas para dormir y también rechazo escolar, no querer ir al colegio”.

Y agregó que “a veces, también, sobre todo en los más pequeños, pueden haber síntomas más físicos como dolor de guata o cabeza, que es sintomatología psicosomática”.

Escucha la entrevista completa, a continuación:

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Dra. Vania Martínez se refiere a la prohibición del uso de celulares en las salas de clases

En un nuevo comienzo del año escolar, ya hay varios colegios que comenzaron a prohibir el uso de los dispositivos móviles en las salas de clases siguiendo un ejemplo que ha sido exitoso en países como Nueva Zelanda. ¿Qué dicen los expertos respecto a estas medidas? Sobre este tema fue entrevista por CHV Noticias, la directora de Imhay y académica de la Universidad de Chile, Dra. Vania Martínez.

El uso de teléfonos móviles por parte de los estudiantes durante las horas de clases es una discusión que se ha dado a nivel global. Algunos estudios han señalado que la presencia de estos dispositivos y otros aparatos tecnológicos en las aulas resulta perjudicial para el proceso de aprendizaje de los jóvenes.

Según expertos en la materia, limitar el uso de celulares es una medida positiva, pero que para reforzarla es fundamental que los padres también den el ejemplo en el hogar.

Al respecto, la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, indicó que: “En general, se sabe que es un distractor que, además, está disminuyendo las posibilidades que tengan en los mismos recreos de contacto, moverse y hacer actividad física. Entonces, yo creo que debe ser algo conversado con las comunidades escolares y entender cuáles son los principios”.

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Dr. Jorge Gaete habla sobre bullying en un nuevo inicio del año escolar

Un 35 por ciento de los estudiantes en Chile sufrirían de acoso escolar. Esta situación volvió a tomarse la agenda pública debido al inicio de un nuevo año escolar y tras el testimonio de una alumna de 8vo. básico que, a través de sus redes sociales, acusó sufrir bullying en su colegio.

El bullying o acoso escolar es una acción de agresión con la intención de hacer daño o herir a otras personas, es repetida en el tiempo y existe un desequilibrio de poder entre quien sufre la agresión y quien agrede. Estas agresiones pueden ser de tipo físico, social, verbal, sexual o a través de medios online y se presentan de distintas formas: como amenazas, difusión de rumores, ataques y exclusión de alguien a propósito.

Sobre este tema fue consultado por CNN Chile, el Dr. Jorge Gaete, académico de la Facultad de Educación de la Universidad de los Andes e investigador principal del Núcleo Milenio Imhay, Dr. Jorge Gaete, quien señaló que: “Es bastante frecuente, lamentablemente que muchos de estos incidentes se mantengan en el tiempo. En Chile, 1 de cada 4 niños, que se enfrenta a una situación de bullying tiene, en promedio, una duración de más de 12 meses. Es decir, el caso que hemos conocido en estos últimos días, está muy relacionado, en el fondo, con lo que uno puede percibir”.

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Quiet ambition: jóvenes que privilegian la salud mental por sobre crecer en el trabajo

El ‘quiet ambition’ (o ambición silenciosa) es un término usado por primera vez en abril de 2023 en un artículo de Fortune. No es sinónimo de que los jóvenes no tengan ambiciones, sino que priorizan sus propias necesidades: se trata de descubrir cuáles son tus valores y qué es importante para ti y no que una gran fuerza externa te lo imponga. Sobre este tema fue entrevistada por revista Paula, la académica de la Universidad de Chile y directora de Imhay, Dra. Vania Martínez,

De acuerdo a la directora de Imhay, Dra. Vania Martínez, la clave detrás de esta tendencia se encuentra en los cambios laborales que impulsó la pandemia por Covid-19 y una mayor valoración de la calidad de vida y la salud mental.

Si hace un tiempo ser el director o la jefa máxima de una gran empresa era el sueño de muchos jóvenes que recién entraban al mundo laboral, hoy ese discurso no es tan recurrente. Es más: muchas personas están desistiendo de escalar en empresas o de llegar a puestos de liderazgo por su salud física y mental.

La tendencia tiene un nombre: “Quiet ambition” (ambición silenciosa), un término usado por primera vez en abril de 2023 en un artículo de Fortune y para el que desde entonces varios medios, psicólogos y expertos en mercado laboral empezaron a buscar respuestas con el fin de entender qué es lo que buscan las personas más jóvenes en sus trabajos.

El portal especializado Work Life plantea que “quiet ambition” no es sinónimo de que los jóvenes no tengan ambiciones, sino que priorizan sus propias necesidades: “El deseo de alcanzar el éxito todavía está muy presente, solo que la definición de éxito ha cambiado a lo largo de los años. Lo que más se valora ha cambiado. Para una persona el éxito podría significar poder apagar su computador durante el fin de semana y no pensar en ello. Para otra, podría ser ganar una determinada cantidad de dinero o trabajar en una determinada empresa. El ‘quiet ambition’ se trata de descubrir cuáles son tus valores y qué es importante para ti y no que una gran fuerza externa te lo imponga”.

Pero ¿qué hay detrás de esa tendencia? Para Vania Martínez, psiquiatra, académica de la Universidad de Chile y directora del Núcleo Milenio Imhay, la clave está en los cambios laborales impulsados por la pandemia del Covid-19 y una mayor valoración de la calidad de vida y la salud mental. “Las personas están considerando, dentro de las variables, esto para tomar una decisión. Por una parte quieren un tiempo para destinar al ocio, a la familia, también hacer alguna actividad física o deporte y, por otra, si es que ese desafío implica una sobrecarga emocional de la cual no se está preparado, también lo están considerando”, sostiene.

Al mismo tiempo, dice la especialista, para otras personas ver el progreso en términos laborales puede ser un factor que aporta a una mejor salud mental. “Yo creo que hay que verlo de las dos maneras; efectivamente pudiese ser que las personas consideren, en resguardo de su salud mental y calidad de vida, no asumir nuevos desafíos, no tener como meta tener más responsabilidades, pero para algunas personas también tener mejor salud mental es justamente ver objetivos cumplidos y tener mayores desafíos”.

En la misma línea, Francisca Venegas Cerda, psicóloga clínica, terapeuta familiar y creadora del podcast Sana Incertidumbre, considera que “por mucho tiempo se tuvo la creencia que aspirar a más implicaba que uno iba a tener una seguridad económica o incluso de salud mental. Hoy sabemos que esto no es así, que la mayoría de las veces no sucede, que hay personas que llevan 40 años en el mismo trabajo y tienen pensiones muy malas o poco reconocimiento, y ahí se dan cuenta de que gastaron mucha energía en el trabajo, que no generó ese ambiente o calidez que se estaba buscando”.

Al mismo tiempo, menciona la psicóloga, “en un mundo donde se busca mucho la productividad y la ambición por sobre todas las cosas, de repente se deja de lado que no todas las personas queremos ni necesitamos lo mismo”.

En efecto, un estudio realizado por McKinsey & Company y la organización LeanIn.Org en 2023 dejó en evidencia las necesidades distintas de muchas mujeres: el 38% de las que tienen hijos chicos afirmaron que sin flexibilidad en el lugar de trabajo, tendrían que abandonar la empresa o reducir su jornada laboral. La investigación fue hecha con 276 empresas que emplean a más de 10 millones de personas en total.

Consecuencias

El cambio de mentalidad entre los jóvenes está rompiendo los peldaños de la escalera corporativa, mostró en agosto de 2023 una investigación de Visier. Realizado en Estados Unidos, el estudio mostró que solo 4% de los jóvenes empleados considera que ser ascendido a la alta dirección es un objetivo profesional importante y solo el 37% dice estar interesado algún día en tener el trabajo de su jefe.

Para el 91% de los encuestados, ese desinterés se debe al estrés, la presión y el deber de trabajar más horas en caso de que sean ascendidos. Al mismo tiempo, los objetivos relacionados con el lugar de trabajo no están entre las tres primeras ambiciones de los entrevistados: en la parte superior de la lista está pasar tiempo con familiares y amigos (67%), estar física y mentalmente saludables (64%) y viajar (58%).

La investigación concluye que los trabajadores más jóvenes redefinieron el significado de la palabra ambición: “Rechazan asociaciones negativas como el estrés laboral, las exigencias laborales y el agotamiento. Redefinen la ambición en términos más saludables como el equilibrio entre la vida laboral y personal, el tiempo personal y un entorno de trabajo relajado y flexible”.

Fuente: Revista Paula

PorImhay

Revive la charla «Tecnologías que mejoran la salud mental de los jóvenes», de la directora de Imhay

En el marco de la decimotercera edición de Congreso Futuro, evento organizado por la Comisión Desafíos del Futuro del Senado, Caja La Araucana, invitó a sus afiliados y pensionados a participar de dos charlas gratuitas para informarse respecto al uso de las tecnologías en torno a la salud mental infanto-juvenil y sobre digitalización laboral.

“Para nosotros es una gran oportunidad poder participar en Congreso Futuro, porque conecta temas contingentes con los ámbitos del bienestar de los que constantemente nos preocupamos como Caja de Compensación. En esta versión logramos traer a nuestra casa a dos grandes expositores, que pudieron abordar temas claves en relación a las nuevas tecnologías y esperamos nuestros afiliados le hayan podido sacar el máximo provecho posible”, destacó el gerente general de La Araucana, Francisco Sepúlveda. 

La primera charla estuvo a cargo de la médico psiquiatra infantil y del adolescente, Vania Martínez, quien realizó la exposición #Aplicaciones que curan: tecnologías que mejoran la salud mental de los jóvenes», enfocada en el uso de la inteligencia artificial para apoyar la salud mental en niños y jóvenes a través de las tecnologías digitales. 

“Uno de los pilares fundamentales es llegar al público con nuestro conocimiento, que llegue en un lenguaje simple y sencillo a la mayor cantidad de audiencia. En esta oportunidad llegamos a gente que está en contacto con jóvenes y que le va a servir este tema. Estoy muy agradecida de La Araucana y que se hayan interesado por mi charla dentro de todas las interesantes alternativas que ofrece Congreso Futuro”, destacó la expositora al finalizar la actividad en las oficinas de la caja de compensación. 

Ve la charla de la directora de Imhay en el siguiente video: