El investigador de Imhay y académico de la Universidad de los Andes, Dr. Jorge Gaete, participó en webinar acerca de los desafíos de la violencia digital, donde advirtió sobre la complejidad del fenómeno y la necesidad de abordar el tema con participación de las familias, la comunidad, de quienes sufren los ataque y también de quienes los realizan.
Todas las encuestas e investigaciones lo confirman: en los últimos años, cada vez más personas -niños/as, jóvenes y también adultos- son víctimas de algún tipo de acoso, violencia o perjuicio cometido a través de algún medio tecnológico digital. Y es que estas herramientas de comunicación, que en un principio fueron consideradas como un vehículo para el desarrollo, también se han convertido en un potente amplificador de conductas como la burla, el desprestigio, la humillación o el hostigamiento. Más aún si se considera que varias herramientas digitales funcionan amparadas por el anonimato.
Para abordar esta creciente violencia a través de canales digitales, el Núcleo Milenio de Desigualdades y Oportunidades Digitales (NUDOS), organizó un webinar que contó con la participación de Cecilia Ananías, directora de la ONG Amaranta; el sociólogo e investigador de NUDOS, Raimundo Frei; y el investigador principal del Núcleo Milenio Imhay y académico de la Universidad de los Andes, Dr. Jorge Gaete.
Desde su experiencia como psiquiatra y experto en salud mental infanto juvenil, el Dr. Gaete detalló las consecuencias emocionales que experimentan las víctimas de ciberacoso, de trolling o ‘troleo’, o de grooming (el adulto que en las redes disfraza su edad e identidad para ganarse la confianza de niños o niñas).
Estos actos, explicó el profesional, cuando se repiten en el tiempo, no sólo provocan ansiedad y depresión, sino también “un impacto en la percepción de sí mismo. El acoso repetido puede generar en la víctima una sensación de valor insuficiente, o que se merece el maltrato porque otros así se lo dicen y, finalmente, termina creyendo ese discurso”.
También puede provocar aislamiento social, vergüenza, miedo y “si esto es reiterado y el daño que se produce es muy severo, puede causar también un estrés postraumático formal, con flashback, pesadillas, sensación de hipervigilancia y ansiedad flotante en general”, advirtió el Dr. Gaete.
Víctimas y perpetradores
Un dato revelador acerca de la complejidad del fenómeno del acoso es que entre 85 y 90 por ciento de quienes hostigan o agreden, a su vez, también son víctimas de bullying.
“Como es un fenómeno que está basado en elementos más bien de funcionamiento social y de grupo, es importante mencionar que no hay características que digan que una persona es típicamente víctima o que esta otra es típicamente agresora”, mencionó el investigador de Imhay. “Hay que tener cuidado con esas etiquetas, porque muchas veces lo que va detrás es estigma y una concepción acerca del rol que tienen las personas dentro de un grupo en particular. Por ejemplo, se piensa que las víctimas podrían ser más tímidas, con menos habilidades sociales, con menos capacidad de defensa. ¡Cuidado con eso! Puede que sea, pero también hay perpetradores/as con las mismas características y, en ese sentido, hay que tener bastante cuidado con la etiqueta. Las causas de la agresión son multifactoriales”.
Respecto a las estrategias para enfrentar este problema, el investigador de Imhay citó un metaanálisis de 2019 de la científica irlandesa Hannah Gaffney, que luego de revisar 24 trabajos sobre programas de prevención del ciberacoso concluyó que, en general, las iniciativas pueden reducir en 15 por ciento la perpetración, y en 14 por ciento la victimización. “Los resultados son muy variables, ya que no todas las intervenciones son iguales. Hay algunas sobre las cuales no tenemos claridad del impacto que generan, entonces hay que tener mucho cuidado todavía”, comentó el investigador de Imhay.
Y agregó que en estas acciones preventivas deberían incluirse también los/as perpetradores/as: “especialmente en el contexto educacional, pero separados de las víctimas, no juntarlas, no generar esta sensación de que ‘tienen que mediar un proceso’. Eso es complejo, porque muchas veces están en los mismos cursos. Pero es importante tener una mirada de cómo poder trabajar por separado, siempre dando un espacio bien importante a la víctima, porque sabemos que tiene las mayores consecuencias negativas de esto y, en ese sentido, es relevante generar instancias de apoyo, de consejería y de apoyo psicológico en los mismos centros educativos”.
Desarrollar competencias
En su exposición durante la actividad, el Dr. Jorge Gaete insistió en que el fenómeno de la agresividad, canalizada en violencia digital o de cualquier otro tipo, responde a múltiples causas, tanto individuales como familiares e incluso sociales, en el caso de barrios sometidos por la delincuencia. Por eso, recalcó que es importante hacer prevención desarrollando capacidades internas en la juventud.
“Muchas veces algunos elementos de violencia tienen que ver con que no puedo manejar emociones como la rabia, la agresión, que pueden ser naturales y esperables para un chico o chica que de repente sí se siente frustrado/a. Yo diría que hay un énfasis ahí, en cómo lo regulo y cómo manejo esa emoción a través de estrategias con un desarrollo más bien de la capacidad. Lo mismo con la familia: un énfasis en mejorar las estrategias parentales acerca de la comunicación, cómo mantener la confianza estableciendo, al mismo tiempo, límites sobre lo que puede o no podría hacer, pero no todo tan punitivo, tan restrictivo. Muchas veces eso nos juega en contra. Hay que desarrollar competencias en distintos niveles”.
Además, enfatizó en que el fenómeno del acoso a través de las redes digitales no debe verse de manera particular, sino que “hay que tener la visión de un modelo de intervención mucho más amplio, y probablemente, desde la prevención del bullying tradicional y una bajada al ciberacoso, y no al revés. Eso, en general, tiene mayor efectividad. Y en ese sentido, cuando se involucra, por ejemplo, a la comunidad educativa, padres y a toda la comunidad, tiene mucho más impacto también. Es decir, no sólo multinivel, sino multicomponente también”.
Ve el webinar completo, a continuación:
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Profesor Alberto Zañartu n°1030
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Imhay 2023
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